La noticia no pudo llegar en mejor momento. En días amargos, de caída de ventas del mercado editorial así como el descalabro de la prensa escrita, la lectura goza todavía del privilegio del entusiasmo: el de quienes leen –por supuesto- pero también de quienes propician ese acto individual, tan libre como solitario, que supone devorar una cuartilla. Para premiar la labor de quienes propician esta actividad, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha concedido este año el Premio Nacional al Fomento de la Lectura a la edición española de la revista Letras Libres y al Proyecto Mandarache, de la ciudad de Cartagena
Dirigida por el escritor e intelectual mexicano Enrique Krauze, Letras Libres salió a la calle en 1999. Estaba llamada a ser, y lo consiguió sin duda, la heredera de Vuelta, la mítica publicación que el Premio Nobel mexicano Octavio Paz dirigió durante años y en cuyas páginas se libraron los debates más importantes del quehacer intelectual de América Latina y del resto del mundo: desde la traumática revisión de la izquierda europea y latinoamericana, vigente todavía en 1976, hasta la línea de sombra de aquellos muros -no solo el de Berlín- que habrían de derrumbarse en 1988.
Embebida de ese espíritu, Letras Libres se abrió paso casi diez años más tarde. Con dos ediciones en papel y en iPad, una para México y otra en España, Letras Libres está compuesta hoy por un equipo heterogéneo y amplio, que goza desde hace un tiempo de un importante impulso joven -la edición española la coordina Ramón González Férriz y la mexicana Eduardo Hunchín- apertrechado con firmas de enorme potencia, como Gabriel Zaid o Christopher Domínguez -entre muchos otros-, además de una inagotable plantilla de colaboradores que cubren el espectro europeo y latinoamericano, sin descuidar, nunca, el eje temático intelectual del mundo anglosajón. Literatura, política, estética, arte, música… ¿qué no existe en sus páginas?
Para dejar muy clara la importancia de la edición española de Letras Libres , el jurado ha decidido conceder el reconocimiento "por ser una revista que ha conseguido generar un dialogo enriquecedor entre el mundo cultural español y latinoamericano, atendiendo a los distintos registros de pensamiento y creación".
En cuanto a Proyecto Mandarache, de la ciudad de Cartagena, el jurado del premio ha considerado su valía "por su concepto integral de la difusión lectora como una iniciativa desarrollada por la ciudadanía, especialmente por los jóvenes, para convertir la lectura en una celebración cotidiana".Lanzado en 2004, este proyecto reúne una serie de actos de promoción lectora que tratan de formar a ciudadanos críticos y participativos.
Concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Premio Nacional al Fomento de la Lectura tiene como objetivo reconocer el papel que personas y entidades desarrollan para potenciar el hábito de leer.El jurado de esta edición ha estado presidido por Teresa Lizaranzu, directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; y Mónica Fernández, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, que ha actuado como vicepresidenta.
También han sido componentes del jurado los galardonados en 2013, Roberto Soto en representación de Asociación de Profesionales de Bibliotecas Móviles (ACLEBIM) y Sergio Vila-Sanjuán Robert en representación de Cultura/s-Suplemento Cultural del diario La Vanguardia. Otros miembros han sido José Manuel Fernández Ruiz, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); María Ángeles Bermejo, por la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España; Magdalena Suárez, por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid; y Fernando Iwasaki, por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.