Cultura

Sobre cómo algunos libros se convirtieron en series míticas: de La Casa de la Pradera a Conan Doyle

En algunos casos,  un manuscrito mediocre terminó convirtiéndose en un clásico generacional. En otras, un libro magnífico libro acabó destrozado en pésima adaptación.

  • La casa de la pradera está basada en la saga de libros homónima de Laura Ingalls Wilder, un clásico sobre la vida de los pioneros americanos de finales del s. XIX.

Para muchos, la verdadera literatura se escribe ahora para la televisión. La novela decimonónica ha adquirido su versión más perfecta en las creaciones, por ejemplo, de un Nick Pizzolatto, eso nadie lo discute y no son pocas las páginas que se han dedicado a reflexionar o intelectualizar sobre el tema. Sin embargo, resulta curioso cómo determinados libros consiguieron su éxito literario -mejor dicho su divulgación- justamente por las adaptaciones televisivas que de ellas se hicieron.

Puede que uno de los mejores ejemplos al respecto sea el caso de la serie de los años 70 emitida por NBC, La casa de la pradera y que está basada en la saga de libros homónima de Laura Ingalls Wilder, un clásico sobre la vida de los pioneros americanos de finales del s. XIX. Montados en un carro, los Ingalls se marchan del Gran Bosque para irse a vivir a Kansas, siguiendo la promesa de una vida mejor. Allí, tronco a tronco, el padre de Laura construirá la que será su casa de la pradera.

A pesar de las dificultades, la vida en el campo es maravillosa, así lo refleja Ingalls en las páginas y lo rescata la serie en sus paisajes. Pero la presencia de los indios los inquieta. Durante nueve años, las audiencias favorecieron esta historia de la vida en la frontera occidental norteamericana del siglo XIX. Aunque se desvió de los textos originales en algunos aspectos, la serie de televisión fue una de las pocas producciones dramáticas duraderas en tratar temas de familia. Y sigue siendo un clásico como pocos.

Un caso bastante más al uso y cercano del pelotazo audiovisual del texto literario, o al menos es el ejemplo más reciente de la ficción como franquicia visual y por ello resulta imposible no mencionar Juego de Tronos, la versión  que ha hecho HBO de la saga Canción de hielo y fuego, del escritor y guionista norteamericano George R.R.Martin, quien sin embargo ha reconocido miles de veces que sus primeros libros apenas vendieron 12 ejemplares. Hoy se cuentan por millones y millones. En la actualidad sobrepasan los 16.

En España, de hecho, no lo conocía nadie, o casi nadie, algo que él mismo admitió en un viaje que hizo hace ya casi tres años. "Entonces ocurrió de la noche a la mañana", admitió el autor de literatura fantástica. "Si la editorial Gigamesh consiguió los derechos de Juego de Tronos en España fue porque quienes los tenían decidieron rechazarlos. "Mis primeros libros apenas vendí una docena de ejemplares en España". Y sin embargo hoy, años después, la popular serie Juego de Tronos ha localizado el rodaje de su sexta temporada en España. No es la primera vez, en temporadas anteriores ha utilizado localizaciones de Sevilla, Almería, Granada, Peñíscola o Gerona.

Y si las novelas por entregas con el antecedente inmediato de las series, sir Arthur Conan Doyle vislumbró un género. De ahí que su Sherlock Holmes, el mítico detective tenga tan buen tiro de cámara, y nunca mejor dicho. De ahí que todas las versiones televisivas que se han hecho de él hayan funcionado también, entre ellas una de las mejores, la de la BBC. Se trata del Sherlock Holmes interpretado por Benedict Cumberbatch es urbanita del siglo XXI que conquistó a más de un ortodoxo.

Un género literario que no falla en las adaptaciones audiovisuales es, sin duda, el suspense o el noire. Dexter fue un muy buen ejemplo al respecto, esta serie de televisión, emitida originalmente por la cadena Showtime desde el 1 de octubre de 2006 hasta el 22 de septiembre de 2013, está basada en la novela El oscuro pasajero, de Jeff Lindsay, y aunque las temporadas posteriores evolucionaron de forma independiente de las obras de Lindsay, el primer episodio tuvo su punto de partida del manuscrito original, que narra la vida de Dexter Morgan, un joven que trabaja para el Departamento de Policía de Miami como forense especializado en sangre. En su tiempo libre, Dexter es un asesino en serie con una regla o código: sólo mata a asesinos que han escapado de la justicia.

También basada en un libro, pero de cómics, The Walking Dead, la serie de televisión desarrollada por Frank Darabont para AMC está basada en la de Robert Kirkman (guionista y creador del cómic homónimo. De hecho, hace poco  la editorial Planeta publicó The Walking Dead Chronicles, donde se detallan los entresijos de la serie con artículos de Darabont y Kirkman.

En España hay experiencias realmente exitosas en lo que a ventas y audiencia supone, tal y como ocurrió con El tiempo entre costuras, de María Dueñas, una novela cuya calidad literaria muchos juzgaron que no sobrepasaba la medianía y que sin embargo funcionó bastante bien en su adaptación televisiva, lo cual, por supuesto sirvió como revulsivo editorial y hasta produjo cosas tan curiosas como que se disparasen las ventas de máquinas de coser en un 135% . Sí, tal y como estáis leyendo: ese fue el producto más vendido en su categoría en Amazon.es, tras la emisión del primer capítulo.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli