Fue el gran salón de ceremonias y fiestas del Buen Retiro, un signo del poder y gloria principescos del siglo XVII. Se trata del Salón de Reinos del Museo del Ejército, el palacio que el conde-duque de Olivares mandó construir como casa de recreo para Felipe IV a las afueras de Madrid, y que ahora pasa a ser parte del Museo del Prado.
El Salón de Reinos pasa a formar parte del Campus del Prado junto con el edificio Villanueva, el Claustro de los Jerónimos y el Casón del Buen Retiro. Se concreta así un proyecto largamente acariciado por la principal pinacoteca del país y que las dificultades económicas habían pospuesto una y otra vez. Son casi 9.000 metros cuadrados de los que Prado ahora podrá disponer para exhibición de su y colección. El proyecto tiene más de diez años intentando concretarse. Algunos titulares de cultura como Carmen Calvo y César Antonio Molina intentaron impulsarlo, pero ha sido ahora, de cara al programa de celebraciones del bicentenario del Prado en 2019, cuando cuaja el proyecto.
Se concreta así un proyecto largamente acariciado por la principal pinacoteca del país y que las dificultades económicas habían pospuesto una y otra vez
Justamente por tratarse de un espacio privilegiado, muchas otras instituciones han querido hacer uso del mismo. En 2010 surgió la idea de usarlo para la exhibición del Guernica –actualmente en el museo Reina Sofía-, una iniciativa que creó no pocas tensiones entre el Prado y el centro de arte. El edificio que lo aloja fue diseñado en 1630 por Juan Bautista Crescenci y Alonso Carbonel y debe su nombre al hecho de que en él estaban pintados los escudos de los veinticuatro reinos que formaban la Monarquía Hispánica en tiempos de Felipe IV.
En su interior se exhibieron obras fundamentales que hoy forman parte de la colección del museo del Prado, entre ellas los retratos Felipe IV, a caballo o Isabel de Borbón a caballo así como La rendición de Breda, de Velázquez, o los trabajos de Hércules pintados por Zurbarán. Hasta el año 2005 perteneció al Ministerio de Defensa –la institución lo utilizó como museo- hasta que en 2015 quedó adscrito a la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura. Desde 2010 sus 24 salas de exposiciones permanecían cerradas.
La incorporación del edificio supondrá la culminación de su proyecto de ampliación y la creación del Campus del Museo del Prado, que constituirá un entorno de valor arquitectónico e histórico artístico único en Europa. En 1994, por acuerdo del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, la Dirección del Museo y el entonces Ministerio de Cultura, se decidió la puesta en marcha de un programa de ampliación del museo, que permitiese responder a la demanda creciente de sus visitantes, presentar de una forma más amplia sus colecciones y desarrollar, con los más altos niveles de calidad, su misión investigadora y pedagógica.
La importancia de esta decisión se reflejó en el pacto parlamentario alcanzado en 1995, respetado por los diferentes escenarios políticos durante las dos últimas décadas, un acto de máxima repercusión cultural, social y política, que ha permitido desarrollar el proyecto de ampliación más importante de la historia del Museo.
La incorporación del edificio supondrá la culminación de su proyecto de ampliación y la creación del Campus del Museo del Prado
El acuerdo se ha firmado este jueves en un acto presidido por el ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo. Asistieron también el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle; la subsecretaria del ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, Pilar Platero; el presidente del patronato del museo, José Pedro Pérez-Llorca y su director, Miguel Zugaza, todos ellos firmantes del documento de cesión.
Méndez de Vigo ya explicó el pasado mes de agosto que el presupuesto destinado al Prado crece hasta situarse en 45.398.000 de euros, lo que supone un incremento de más de tres millones de euros, un 7,18% respecto a 2015 y que parte del mismo se destinaría a la recuperación del Salón de Reinos del Museo del Ejército.