En una misma semana dos informes ofrecen lecturas complementarias de un mismo proceso. Mientras la música en formato físico cae en España, la digital crece. En 2002, los españoles destinaron alrededor de 600 millones de euros para la compra de música; en 2012 la cifra fue cuatro veces menor: 140 millones. El 77% de la facturación se esfumó en una década, según apunta el informe La industria discográfica, en cifras, presentado por la Asociación Internacional de Productores Fonográficos.
Sin embargo, de acuerdo con los datos del Libro Blanco de la Música 2013 -un diagnóstico numérico de la realidad musical española elaborado por IDEC-Universitat Pompeu Fabra-, presentado este miércoles, las ventas de música en formato físico supusieron en 2012 un 66% del total, mientras que el digital alcanzó un 34%, un porcentaje que ha llegado al 46% en el primer semestre de este año. Un mercado cae, el otro crece.
La caída del consumo de música en formato físico a causa de la crisis y la aparición de nuevos modelos gratuitos de acceso, tanto legales (streaming, Youtube) como ilegales, se han traducido en un escenario indeterminado en el que no queda compensada la caída del sector en la última década: los españoles se gastaron en música grabada en 2012 un total de 141 millones de euros, un 77,5% menos que en 2002. Eso sí, la tendencia actual es a la estabilización, tras desplomes más abruptos en años previos.
España vende lo mismo que Holanda, con la mitad de población
El mercado ha caído un nuevo 5,08% desde 2011, informa Promusicae. "Llevamos once años con este mantra del descenso", explica Antonio Guisasola, presidente de Promusicae. Si bien el descenso se ha amortiguado respecto al año anterior, cuando fue del 10,7%, y está ya lejos de los casi 100 millones de euros que perdió la industria entre 2001 y 2012, cuando todavía no existía oferta de pago en el mercado digital y se pasó de los 626 millones a los 530, la situación sigue siendo delicada.
"El volumen total de ventas en España es el mismo que el de Holanda, un país de 18 millones de habitantes”, dice el representante de Promusicae. La coincidencia del descenso de las ventas del mercado físico y el repunte discreto del soporte digital hacen que la industria musical española siga sin estrenar datos ascendentes desde el año 2001, sumando en estos once años de caída un 77,5% de descenso, desde los 626 millones registrados entonces a los 141 de ahora.
Los españoles se gastaron en música grabada en 2012 un total de 141 millones de euros, un 77,5% menos que en 2002
La subida del formato digital, cuya cuota de mercado en España está a punto de alcanzar a la de la industria tradicional, la de los formatos físicos, se debe, principalmente, a los servicios de escucha por suscripción, "la gran revolución actual", según dijo en rueda de prensa el director de Promusicae, Antonio Guisasola. "La gente cada vez descarga menos y se suscribe más" a servicios como Spotify o Deezer, señaló. De los 48,3 millones de euros recaudados por ventas digitales en 2012, un 38% proceden de estas suscripciones, 18,5 millones, lo que supone el doble que en 2011.
Formato digital: un crecimiento sostenido pero no suficiente
La tendencia ascendente del formato digital estalló entre 2008 y 2009 y desde entonces se ha ido consolidando, a costa de las descargas de internet, que hace cuatro años suponían casi la mitad del negocio digital, mientras que en 2012 sumaron el 27% (13 millones), y de las descargas a móviles, que llegaron a aglutinar el 80% de las ventas y hoy son casi residuales. El "streaming" financiado por publicidad supone hoy un 24% del total y ha bajado por primera vez, de 16,5 a 11,7 millones de euros.
El ascenso de lo digital en su conjunto es revelador si se tiene en cuenta que en 2004 apenas suponía un 2 por ciento de media del mercado global (1,6 millones de euros), y sigue siendo la "gran esperanza" de la industria. Sin embargo, en opinión de los responsables de esta publicación, su ritmo de expansión ha sido "menor al previsto inicialmente y al observado en países del entorno europeo".
La música representó el pasado año el 0,49 por ciento del PIB español, tras generar unos 5.000 millones de euros.
Los datos reflejan esa moderación del crecimiento: en 2012 las ventas de formatos digitales sumaron 48,3 millones de euros, poco más que los 46,4 millones de euros de 2011, mientras que en el intervalo previo, de 2010 a 2011, la subida fue de casi 8 millones.
De hecho, el CD sigue siendo el soporte mayoritario pese a que perdió en 2012 un 8,1 por ciento de ventas hasta situarse en 11,3 millones de unidades. El presidente de los productores musicales no cree que se pueda predecir su desaparición y apostó en cambio por la "convivencia de formatos" en el futuro.
En total, la música representó el pasado año el 0,49 por ciento del PIB español, tras generar unos 5.000 millones de euros, la mayor parte de forma inducida, esto es, por la aportación de la música a industrias y sectores que precisan de ella para desarrollar su actividad.
España se sitúa en el séptimo lugar en el mercado europeo de la música, por detrás de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Holanda y Suecia
De forma directa, la música generó 907 millones de euros, lo que supuso una reducción de 61 millones respecto al año anterior. De ese total, el 58 por ciento provino de la música en vivo, que pasó de 530 millones en 2011 a 525 millones en 2012.
El IVA, un elemento adicional
Estos datos tienen un matiz. En 2012 se produjo la subida del IVA del 8 al 21 por ciento para los espectáculos de música en directo, que entró en vigor el 1 de septiembre, así como la supresión del antiguo "sistema de compensación equitativa por copia privada", conocido como el canon por copia privada.
Considerando todos los ingresos (venta física, digital y derechos), España se sitúa en el séptimo lugar en el mercado europeo de la música, por detrás de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Holanda y Suecia.