Al desayuno informativo que ofreció el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, en el Hotel Ritz, acudieron José Bono y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Ambos escuchaban, casi embelesados, sin mordisquear siquiera las pálidas uvas en su plato, mientras la académica Carme Riera introducía brevemente a Blecua.
En su intervención, Blecua fue conciso. Pero no perdió la oportunidad de dejar claras algunas cosas. La más importante, acaso, la situación actual de la institución, que recién celebra el tercer centenario en medio de una importante reducción presupuestaria. "Es necesario que la Academia busque un nuevo modelo económico que nos proporcione independencia y autonomía económica”. Este es un "momento difícil" para una institución que no sólo ha sufrido un recorte del 60 por ciento en la aportación estatal, sino que acusa una caída del 30% en la venta de publicaciones.
Una de las soluciones que se barajan para buscar nuevas fuentes de ingreso, sería admitir publicidad en la versión digital del Diccionario de la Lengua, que cada mes recibe más de cuarenta millones de consultas. "Creo que esa va a ser la solución, aunque por supuesto las consultas de la página web continuarían siendo gratis", afirmaba hoy el director de la Real Academia Española.
Blecua no descartó admitir publicidad en la versión digital del Diccionario de la Lengua, que cada mes recibe más de cuarenta millones de consultas.
Preguntado sobre si el castellano está amenazado en Cataluña, José Manuel Blecua cortó por lo sano: "el español no está en peligro en ningún sitio", ni siquiera en Cataluña. Se trata, insiste, en una lengua que tiene muchas "ventajas", con su riqueza "atesorada la literatura, en la pintura y en su dimensión económica".
Pero no todo fue amén para el académico. El expresidente del Congreso de los Diputados, José Bono, pidió la palabra para matizar. La labor de la Academia pone de manifiesto que el español "no está en peligro en ningún sitio”, claro, “a excepción de algún territorio peninsular español", soltó a manera de puntilla que acompañó con un reproche explícito al Gobierno, dada la poca representación oficial, a excepción de la defensora del pueblo Soledad Becerril y el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría.
Sobre el diccionario
Respecto al nuevo diccionario del español, cuya presentación tendrá lugar el próximo mes de octubre, Blecua ha recordado que la nueva edición, cerrada el pasado 31 de junio, constará de 2.800 páginas que incluirán un total de 93.120 palabras, frente a las 88.000 de la edición anterior.
En referencia a la petición de un abogado de Reus (Tarragona), quien instó a la RAE a incluir en la definición de la palabra 'moro' la acepción de insulto, Blecua ha resaltado que el diccionario no se puede construir "a medida de las personas". Según destaca, "es inevitable que el diccionario refleje una sociedad y un país que ha tenido sus ideas religiosas y políticas, y que es machista (aunque lo es menos que antes)". "La sociedad cambiará", asegura.
"Es inevitable que el diccionario refleje una sociedad y un país que ha tenido sus ideas religiosas y políticas, y que es machista (aunque lo es menos que antes)".
Preguntado por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero acerca de la proyección de la lengua española en aquellos países donde no hay presencia de la Academia, Blecua ha anunciado que por primera vez el diccionario ha incorporado palabras de Guinea Ecuatorial -aunque no demasiadas porque el "problema de las fuentes es muy complejo"-, tras haber logrado encontrar unos posibles académicos allí.
La situación en Asia, insistió, es óptima. Según Blecua, debido a cuestiones económicas e intercambios comerciales con América, para China es fundamental hablar español. De hecho, Blecua reconoce que hablan un "español magnífico", fruto de "muchas horas de trabajo".
Entre los asistentes al acto, el académico Luis María Ansón, también tomó parte en el debate, primero para felicitar a José Luis Rodríguez Zapatero -"lo está haciendo excelente como ex-presidente", dijo- también para destacar la labor de la Academia, cada día más solicitada en todos los estratos de la vida. Al menos así lo explicó Ansón al dar a conocer el número de citas al texto del Diccionario en los muchos autos y sentencias judiciales que saltan a la palestra; sobrepasan las 8.000. "Es un servicio público", ironizó Anson.