Hace unos días, el festival madrileño Electrónica en Abril anunciaba que ofrecería contenidos online durante este fin de semana, cuando debería haberse celebrado su actual edición, la decimoctava. Era “una mínima compensación o guiño” a sus espectadores y a las personas interesadas en sus contenidos. Los grandes titulares son para los grandes festivales al aire libre, pero también existe una ‘clase media’ que sufre la pandemia de otra manera. “Los pagos, las compras de aviones y reservas hoteles se fueron haciendo según lo previsto hasta que se decretó el estado de alarma. Teníamos claro que, aunque ya hubiésemos pagado medios cachés y alguno completo, no queríamos ofrecer conciertos por ‘streaming’ porque eso ya lo estaba haciendo todo el mundo. Por eso, cuando se canceló el festival pedimos a los artistas que enviasen algún contenido que ofrecer durante este fin de semana. Algunos mandaron un vídeo y otros una playlist”, explica Abraham Rivera, comisario de la muestra.
Los momentos más duros parecen haber pasado, pero todavía están frescos. “La situación de los artistas es muy variada: unos tienen coronavirus, otros una depresión galopante y otros andan dando vueltas por Europa tras preparar una gira que se les había venido abajo al completo. Hay quien estaba abiertos a preparar contenidos y otros no podían con su vida o no tenían ganas. Las conversaciones de esta semana han sido muy extrañas porque cada persona lo vive de una forma distinta”, comparte.
"Vivimos una incertidumbre absoluta, nos hemos marcado el paso de asumir la responsabilidad que tenemos como centro social y cultural", explica Mónica Carroquino, subdirectora de La Casa Encendida
Electrónica en Abril tiene una característica especial: celebrarse en un centro cultural con casi dos décadas de historia. La institucionalidad se impone al lucro a corto plazo. “Vivimos una incertidumbre absoluta, así que estamos siendo muy precavidos. Nos hemos marcado el paso de asumir la responsabilidad que tenemos como centro social y cultural. Digo esto en tres sentidos: con los empleados, los colaboradores y los usuarios. Estamos a la espera de que el Gobierno nos marque los pasos”, explica Mónica Carroquino, subdirectora de La Casa Encendida. “Por supuesto, asumimos todo lo que estaba comprometido y contratado. Por ejemplo, nos vamos a reclamar a ningún adelanto del caché a ningún artista o promotora que lo haya recibido. Se trabaja porque esa actividad se celebre en otro momento”, añade.
Resistencia en línea
¿Cuándo se podrá ver a esos artistas en directo? “El festival no va a repartirse con el mismo cartel, pero sí contar con los artistas que nos parecen más interesantes, me refiero a colectivos como Pelada de Montreal y Nyege Nyege de Uganda. Lo que podemos hacer ahora es no cerrarnos a nuevos formatos, como puede ser compartir algunos contenidos en línea de artistas que iban a participar. Vamos a ver como se puede recuperar en el futuro la supuesta normalidad, sobre todo en relación con las artes escénicas y los encuentros de personas en aforos medios y grandes”, añade Carroquino. “Ahora mismo seguimos trabajando en La Casa Encendida el mismo equipo, aunque ninguno acude al centro de manera presencial. Entre gestionar cancelaciones y generar programa nuevo estamos a tope”, remata.
La edición especial de Electrónica en Abril se enmarca dentro de La Casa On, la programación en línea del centro. Dentro de esta nueva oferta, destaca Pensiero, un programa donde han invitado a artistas, creadores y pensadores a reflexionar sobre el momento que estamos atravesando. La programación de estos días de confinamiento se renueva cada semana, se puede consultar en la página web del centro y está dividida en bloques para facilitar su acceso. De jueves al domingo se podrán disfrutar en línea de los contenidos -'mixes', 'playlists' y vídeos- que han preparado ex profeso artistas participantes como Pelada, Barker, Antwood, Lubomyr Meinkyk, Lyra Pramuk o miembros del colectivo ugandés Nyege Nyege. También se puede disfrutar de una selección de temas musicales pinchando en este enlace.