Dirigidos por el maestro Massimo Mazzeo, la voz de contratenor “más culta del mundo”, Andreas Scholl, y la soprano alemana Sarah Traubel se unen para ofrecernos junto a la Orquesta Barroca portuguesa Divino Sospiro un programa barroco excepcional: hermosas piezas de la Escuela Napolitana (Niccola Porpora, Giovanni Bononcini y Leonardo Vinci) que preceden al magistral Stabat Mater de Giovanni Battista Pergolesi. El mejor contratenor del mundo presenta este sábado 9 de noviembre en el Auditorio Nacional, Divino Pergolesi, una de las obras más conmovedoras del Barroco italiano.
Una oportunidad única de escuchar a este fascinante intérprete, una referencia mundial en su rango y uno de los contratenores más grandes de la historia, especializado en música barroca. Este el segundo concierto de la temporada 24/25 de Maelicum Conciertos, que comenzó el pasado 25 de septiembre con una Gala lírica protagonizada por la soprano norteamericana Aubry Ballaró y que culmina el próximo 11 de junio con un homenaje musical a la lírica de Francisco Umbral en su libro Mortal y Rosa. Se trata de un estreno absoluto.
La obra maestra de Pergolesi: Stabat Mater
El Stabat Mater es una obra musical religiosa escrita por Giovanni Battista Pergolesi en 1736, dos meses antes de su muerte, en el monasterio de Pozzuoli. Se trata de la última obra del compositor italiano, que murió a los 26 años de edad a consecuencia de una tuberculosis. Está escrito para dos voces: soprano y contralto, así como para un conjunto instrumental compuesto por violines I y II, viola y bajo continuo. Esta pieza íntima, escrita en el lecho de muerte del compositor, creció con su leyenda. Está basada en un texto litúrgico del siglo XIII y medita sobre el sufrimiento de la Virgen María al pie de la cruz de Cristo.
La obra se caracteriza por el uso magistral de las disonancias, que expresan un emotivo patetismo. Es una de las obras religiosas cumbre de Pergolesi. Pergolesi creó una asombrosa variedad de sonidos y estados de ánimo a partir de un texto muy formal y de restringidos parámetros.
Las frases exquisitamente equilibradas, la claridad y la expresividad operística que tanto fascinaron a los músicos de la época fueron construidas sobre sólidas formas barrocas y fueron enriquecidas con los suficientes detalles polifónicos como para complacer al más exigente de los maestros. La plasticidad lírica preclásica como los fundamentos de la vieja escuela empleados por Pergolesi, son cualidades que han mantenido esta pieza secularmente en los repertorios y en numerosas adaptaciones.
Andreas Scholl, el mejor contratenor
El artista alemán está considerado por una amplia mayoría como el contratenor más importante del mundo. Su doble faceta como prestigioso cantante y profesor ha facilitado que su influencia se haya extendido por todo el planeta. Es una referencia mundial en música sacra centroeuropea. Su voz posee una pureza sin parangón.
Sus extraordinarias interpretaciones han contribuido de forma decisiva al redescubrimiento de los colores y timbres de la voz. Artista nominado a los Grammy, ha ganado numerosos premios y galardones, entre ellos el Premio Cultural del Estado de Hesse, que recibió junto con su esposa, la pianista Tamar Halperin, el Premio ECHO, el Premio Gramophone y el Premio Edison. Fue el primer contratenor que actuó en la Última Noche de los Proms.
En Londres, el 10 de septiembre de 2005, Andreas Scholl cantó en The Last Night of the Proms, el concierto de clausura del mayor festival de música clásica del mundo o, como él mismo lo describió en una entrevista, «el mayor acontecimiento clásico del planeta». Hasta entonces, ningún contratenor había sido invitado a cantar en este evento. Su audiencia mundial a través de la televisión, la radio e Internet se calculó en 400 millones de personas. Ha actuado con la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Nueva York, la Concertgebouworkest, la Orquesta Sinfónica de Boston y las principales orquestas barrocas del mundo.
A sus 56 años, Andreas Scholl es uno de los contratenores más populares de la escena musical internacional. Destaca como cantante y como actor, con un repertorio que va del Renacimiento hasta nuestros días, lo mismo en recitales ‒en especial, con su esposa, la clavecinista y pianista Tamar Halperin o acompañado del laúd de Edin Karamazov‒ que en la ópera, con directores como William Christie, Philippe Herreweghe o John Elliot Gardiner.
Andreas Scholl se formó musicalmente en el Kiedricher Chorbuben, un coro con 650 años de tradición. Más tarde estudió con Richard Levitt y René Jacobs en la mítica Schola Cantorum Basiliensis (en Basilea, Suiza), especializada en música medieval y barroca tardía. Esta escuela se ocupa del estudio holístico de la música antigua: el modo en que la música fue escrita e interpretada en el pasado. Situándonos en el tiempo, los estudios en Basilea abarcan desde los cánticos del siglo IX, hasta las sinfonías de inicios de 1800. Está considerada la primera institución mundial en esta especialidad. En la actualidad, Scholl es profesor en dicha institución.
El alemán no actuaba en Madrid desde 2016, cuando interpretó en el Teatro Real un programa de Cantatas italianas y canciones, junto al cuarteto instrumental compuesto por su esposa Tamar Halperin (clavecín), Stefano Montanari (violín), Tiziano Bagnati (laúd) y Marco Frezzato (violonchelo).
En las interpretaciones de Andreas Scholl destacan: su depurada técnica, fruto de un estudio constante, el fraseo y la expresividad. Un fraseo generoso y bien perfilado, perfecta dicción, importante volumen de voz y de extensión considerable. Una voz purísima y cálida, de gran sensibilidad interpretativa y facilidad para el matiz más sutil. Su técnica es resultado de una altísima y continua formación e investigación académica y de una carrera muy cuidada. Sus actuaciones siempre se ponen al servicio de una interpretación cálida, elegante y expresiva al tiempo.
El característico timbre en la voz de este icónico artista exhibe un delicioso esmaltado y una capacidad de apianar de manera natural que resulta verdaderamente portentosa, como su dominio total de los reguladores. La técnica de Andreas Scholl se rebela intimista y de tallada melancolía, con improvisaciones y magnéticas variaciones, dignas de un maestro. Por algo está considerado, no sin razón, uno de los mejores intérpretes de su cuerda.
Cuando se produjo el cambio de voz de Andreas Scholl, a los 13 años, continuó, de forma natural, cantando con el registro infantil. Su voz de canto no varió. Este don, unido a una continua formación y a su profundo conocimiento de la música, le han convertido en uno de los más grandes contratenores de la historia. Está considerado el contratenor con la voz más culta del mundo. Sus interpretaciones siempre se han caracterizado por seguir la tradición historicista. El alemán ha enfocado su carrera en la música sacra centroeuropea, en la que es referencia mundial. La carrera de este artista ha estado vinculada siempre a la música de Hándel y Bach, en cuyo repertorio está considerado uno de los mejores intérpretes.
Sarah Traubel, soprano
«Espectacular» , «Magnética presencia escénica» (Operaworld): Aclamada por la prensa internacional como una cantante con un «registro superior impresionante» (Abendzeitung) y una «facilidad asombrosa», la soprano alemana Sarah Traubel se ha convertido en una de las artistas vocales más fascinantes de Europa.
Traubel ha colaborado con destacados directores de orquesta como Daniele Gatti, Ingo Metzmacher y Adam Fischer. Antigua miembro del Programa de Jóvenes Cantantes de la Ópera de Zúrich, interpretó, entre otros, los papeles de Reina de la Noche (La flauta mágica / Mozart), Titania (Sueño de una noche de verano/Britten), Rosina (La finta semplice/Mozart), Amor (L’Anima del filosofo/Haydn) y Engel (Palestrina / Pfitzner). En el Mozarteum de Salzburgo debutó con éxito como Amor (Orfeo ed Euridice / Gluck) e Ilia.
Massimo Mazzeo, el director
Massimo Mazzeo fue galardonado con la Medalla de Honor al Mérito de la República Italiana en junio de 2019. Mazzeo ha sido solista de varias orquestas de cámara: I Virtuosi di Santa Cecilia, Accademia Strumentale Italiana, Orchestra Musica Vitae, Caput Ensemble de Reykjavik.
Es el fundador y director de la más internacional de las orquestas barrocas portuguesas: Divino Sospiro. La orquesta se constituyó con el propósito de despertar un nuevo gusto estético, una nueva pasión por “escuchar” y una nueva reflexión sobre el significado de la música y los músicos. Desde su fundación ha dado una importancia central al estudio y la investigación de la música portuguesa del siglo XVIII.