Penélope Cruz protagoniza la nueva película de Pedro Almodóvar, Madres paralelas, que se estrena este viernes en los cines españoles y que se ha convertido en un talismán para ella, tras convertirse en la primera actriz hispana en conseguir la preciada Copa Volpi del Festival de Venecia a la mejor intérprete, un reconocimiento que podría no ser el único ya que la crítica la sitúa también en las nominaciones a los Oscar.
Ella es una de las chicas Almodóvar que ostentan una posición de honor, tras haber protagonizado algunos de sus títulos más emblemáticos, como Carne trémula (1997), Todo sobre mi madre (1999) o Volver (2006), película con la que consiguió una nominación al Oscar a la mejor actriz. De todos los papeles en los que ha trabajado a las órdenes del realizador manchego, el de Janis en Madres paralelas, una mujer que se encuentra en una encrucijada dramática, ha sido uno de los que "más satisfacciones" le ha traído, según ha confesado a Vozpópuli durante una entrevista con motivo de su estreno.
"Siempre decimos que lo mejor que nos puede pasar con un director es que sea exigente. A él es como si le fuera la vida en ello", cuenta Penélope Cruz sobre Almodóvar
Almodóvar es un director que se caracteriza por su exigencia, tal y como señala, algo que no es una novedad y que para la actriz madrileña es una virtud. "Siempre decimos que lo mejor que nos puede pasar con un director es que sea exigente. A él es como si le fuera la vida en ello, así que la sensación que tenía cada día era la de no querer defraudarle lo más mínimo e intentar dar el cien por cien", ha contado la actriz, quien asegura que el cineasta siempre la ha tratado "de maravilla", la ha llevado "de la mano" y le ha dado "confianza" en sí misma. Su relación, aparentemente, depara más sorpresas en el futuro.
El objetivo de Almodóvar siempre fue rodar una historia contenida y con cierta sobriedad en las emociones, a pesar de su fondo melodramático: dos mujeres embarazadas -interpretadas por Penélope Cruz y la joven actriz Milena Smit- que coinciden en la habitación del hospital en el que van a dar a luz. Aunque ambas son madres solteras que se han quedado embarazadas por accidente, la primera no se arrepiente pero la segunda tiene miedo e incertidumbres sobre el futuro que le espera.
La maternidad, la búsqueda de la verdad y la memoria histórica se mezclan en una película en la que no estaban permitidas las lágrimas. "'Él rodaba justo antes o después de la explosión. Soy de lágrima fácil y cuando llegó Milena vio que éramos tal para cual ,las dos muy empalagosas, pero él quería solo abrazos en los momentos justos. Es una estrategia clave porque hay bloques de la película en los que da la sensación de estar viendo un thriller", cuenta.
Lo cierto es que Almodóvar hace algo que lleva haciendo durante toda su trayectoria cinematográfica: retratar a unas madres imperfectas. "¿Quién es perfecto en esta vida? Él cuenta la belleza que hay en esas imperfecciones de Ana y Janis, porque las dos están intentando ser buenas madres en una situación difícil, mientras que el personaje de Aitana es la valentía de una mujer que se atreve a decir lo que siente cuando no es políticamente correcto. Una vez más, Pedro no juzga a ninguno de sus personajes, con lo cual te hace entenderlos a todos", defiende.
Penélope Cruz cree que el director, más allá de "en qué lado de la política" se encuentra cada uno, habla de unas "necesidades básicas que merece cualquier ser humano en este mundo"
Si bien el director manchego no establece un juicio sobre los personajes de su película, sí se implica en un un asunto de actualidad como es la reivindicación de la memoria histórica a través de la misión con la que vive Janis de recuperar de una fosa el cuerpo de su bisabuelo para darle una sepultura digna. "Pedro toca este tema de una manera que va mucho más allá de una necesidad de abrir un debate político, no es lo que él busca", ha resaltado Penélope Cruz. Al contrario, cree que el director, más allá de "en qué lado de la política" se encuentra cada uno, habla de unas "necesidades básicas que merece cualquier ser humano en este mundo".
Milena Smit: nueva chica Almodóvar
Milena Smit fue una de las actrices nominadas en la pasada edición de los premios Goya por su papel en No matarás pero ya entonces acaparó toda la atención por haberse convertido en la nueva chica Almodóvar, una especie de club con mucho brillo en el mundo del celuloide que destaca en el currículum. Lo cierto es que su aterrizaje en esta selecta sociedad ha sido sobresaliente y despunta por su complicidad con su compañera de reparto, una relación que mantienen también fuera de la gran pantalla.
"De Penélope he aprendido muchas cosas pero una de las más importantes ha sido aprender a ser mejor persona. Para mí, hacen falta más personas en el mundo como ella. Más allá de todo, a nivel interpretativo, he intentado poner mis cinco sentidos para aprender de alguien a quien ha admirado toda mi vida", ha afirmado la actriz alicantina de 25 años.
Dulce, muy aplicada -tal y como ha señalado Cruz- y con cierto aire inocente, la actriz ha revelado con pelos y señales como fue el proceso en el que fue elegida para el papel, una anécdota que no siempre se puede conocer al dedillo de todos los intérpretes, o bien porque lo esconden o porque nadie hurga hasta ese punto. Según ha relatado, hizo una prueba de una escena concreta de la película, aunque sin conocer para quién era el guion y sin haberlo leído tampoco. "Cuando me dijeron que era con Pedro y de la mano de Penélope casi me caigo de culo", ha confesado la actriz.