Hace años entrevisté a la realizadora Chloé Zhao, nacida en China, educada en Gran Bretaña y radicada en EE.UU. con motivo del estreno de su magnífica The Rider (2017). Al final de la breve pero intensa charla, se mostraba muy ilusionada con la película que estaba realizando en ese momento, Nomadland, que le valió el Oscar, y también con un próximo proyecto que ‘nada tenía que ver con mi trayectoria’, aseguró. Era Eternals, ya con la Disney, e iba a ser su primer fracaso, es más, es el mayor bluff crítico de Marvel en su multimillonaria historia. Zhao era, quizás, la realizadora menos apropiada para el proyecto, y es que, como señalan todos los gurús de la salud mental y de la felicidad, a veces hay que decir no.
¿Y por qué tenía que haber colgado el teléfono antes de conseguir la peor calificación de un filme del universo Marvel en páginas tan prestigiosas como Rotten Tomatoes? O, por el contrario, ¿por qué hizo bien al aceptar una superproducción de 200 millones de dólares con más millones todavía de fanáticos, algunos de ellos ciertamente machistas, afilando las uñas detrás de ella? La decisión era suya, y aceptó el reto, con el resultado que hemos visto, un filme distinto, el más humano de la ruidosa trayectoria de la ya muy cansina rutina Marvel de secuelas y superhéroes revividos; pero también una película interminable de escasísima emoción, algo imperdonable en el subgénero. De Zhao solo quedaba su probada querencia por los paisajes áridos y los bonitos amaneceres de fondo a las conversaciones.
'Eternals' y el machsimo
La historia de este, relativo, desastre -ojo, Marvel solo ha ganado con este filme, el séptimo más taquillero del año pasado, menos dinero de lo habitual, no lo ha perdido, ni mucho menos- comenzó meses antes, cuando se supo que Zhao estaría tras la cámara. Como ocurriera con Wonder Woman (2017) de Patty Jenkins; Capitana Marvel (2019) de Anna Boden; Aves de presa (2020) de Cathy Yan; Viuda negra, (2021) de Cate Shortland o la serie Loki, (2021) de Kate Herron, las redes sociales más rancias ardieron ante el anuncio de una mujer tras la cámara. No, según algunos, los superhéroes son cosa de hombres y mucho mejor un Zack Snyder o un Christopher Nolan que una ganadora del Oscar, por ejemplo. Disney informó el jueves 20 de enero de que dos millones de hogares habían visionado la película en sus cinco primeros días disponible.
La directora se negó a borrar un beso homosexual del metraje y la película fue prohibida en países del Golfo Pérsico.
Lo segundo que soliviantó a las masas de hombres indignados fue la inclusión, una nueva realidad inédita en las películas de hombres blancos musculados enamorados en secreto de tímidas mujeres blancas a su sombra. Que, entre los héroes de Eternals se encontraran una hispana (Salma Hayek), una británica de origen chino (Gemma Chan), un pakistaní (Kumail Nanjiani), una niña no sexuada (Lia McHugh) y una sorda (Lauren Ridloff) asombró a muchos, que no esperaban, ni mucho menos, tantas rupturas de estereotipos históricos del cómic, el cine e incluso la vida. ¡Es más, uno de los héroes, Phastos (Brian Tyree Henry), es negro, gay y padre! Precisamente el ‘piquito’ entre Phastos y su chico Ben (Haaz Sleiman), es una de las pocas escenas para el recuerdo de la película, la que dará inmortalidad al fiasco de los eternos porque es el primer beso gay de Marvel y el segundo de Disney tras el casi no visto entre pilotas de Star Wars: El ascenso de Skywalker (2019). La directora se negó a borrarla del metraje final y la película fue prohibida en varios países del Golfo Pérsico.
Y, todo esto, ¿es tan importante?
Radicalmente sí porque, por ejemplo, poco a poco se normaliza la presencia de no-heterosexuales en cualquier ficción, o el estudio de la lengua de signos se ha incrementado gracias a la superheroína Makkari, pero ¿esto influye en la calidad de la película? Pues radicalmente no, porque es evidente que esta nunca dependerá de los porcentajes, sino del talento y, además, en el caso de Eternals los estereotipos siguen imponiéndose, algo más solapados. La heroína mujer Sersi (Gemma Chan) busca la aprobación de su compañero hombre antes de emprender una acción en solitario, el héroe de Bollywood Kingo (Nanjiani) tiene un sirviente de ‘cómico’ acento indio (Harish Patel) o el protagonista más complejo y con más minutos sigue siendo un varón blanco y occidental, aunque sea tan soso como Richard Madden, rostro del impasible Ikaris, una especie de Superman sin un átomo de carisma. Eternals ha volado alto en las cada vez más necesarias necesidades inclusivas, pero se ha estrellado en sus menos necesarias, pero también importantes, pretensiones artísticas. El próximo paso será también importante y, claro, polémico.
'Eternals' puede verse en Disney+ La versión con todas las escenas eliminadas podrá verse en la edición DVD y Blu Ray.