Cultura

'Euphoria': drama, drogas y 'brilli brilli' (la receta del éxito de la antiserie)

Todos tenemos ya claro que Euphoria es la antiserie. Su trama fluctúa entre el caos y la liviandad a veces sin avanzar ni un metro, sus megaegocéntricos protagonistas tienen la

Todos tenemos ya claro que Euphoria es la antiserie. Su trama fluctúa entre el caos y la liviandad a veces sin avanzar ni un metro, sus megaegocéntricos protagonistas tienen la profundidad de un plato sopero y los comportamientos tóxicos y dañinos se suceden incluso entre risas. Dicho esto, ¿a quién le importa? HBO Max estrena hoy el segundo capítulo de la ansiada segunda temporada. Y es igual de hipnótico que cualquiera de los anteriores (en opinión de este colaborador de Vozpópuli).

En uno de los dos episodios puente rodados por Sam Levinson -creador, director y alma de la serie- durante el confinamiento, Ali (Colman Domingo) aconseja en un restaurante en Nochebuena a Rue (Zendaya) que ‘Mire más profundo, a las cosas grandes, no a las pequeñas que matan la curiosidad’. Y eso es lo que ha hecho el propio Levinson, mirar más profundo a sus personajes, no solo a Rue y Jules (Hunter Schafer) en esos dos capítulos especiales pandémicos, sino en una segunda temporada que ya tenía escrita y que solo pudo rodarse cuando las medidas anticontagio se relajaron.

El guion indaga más en las motivaciones de cada comportamiento y en el pasado de muchos. Hay más drogas, más genitales, más smartphones, más violencia y más de todo y parece que el tiempo de todos se divide en solo dos tramos: la fiesta y la resaca, a veces dulce en la colchoneta de la piscina y siempre entre mensajes de móvil. Una parte de realidad también que pueden vivir la juventud real, pero ya sabemos que la gente de Euphoria es bella, joven, escultural y perfectamente maquillada bajo una lluvia de brilli brilli entre vasos rojos de plástico (sí, la señal social de que contienen alcohol). El morbo, la cosa insana, la aporta algún familiar, los camellos y el sexo por dinero o drogas, pero hasta eso se plasma de forma reguay, incluso desde el lado sórdido. Como dice Rue en el primer episodio tras una deprimente compra de drogas sobre la jefa dealer (Martha Kelly) ¡Esa tía era genial, era un puto gánster!

¿Hay novedades en 'Euphoria'?

Pocas pero importantes. La gran apuesta de Levinson para los siete nuevos episodios también es nueva en el saturado mundo televisivo: mantener el mismo reparto. Solo hay una variación, el nuevo amante yonki de Rue, con el que compartir aftercasas en dúo, Elliot, interpretado por el cantante Dominik Fike, con omnipresente promotatuaje en la mejilla. El resto permanece, eso sí, con mayor protagonismo para los que eran más bien secundarios Lexi (Maude Apatow, la hija del director Judd Apatow), Fezco (Angus Cloud) y, sobre todo, Cassie (Sydney Sweney).

Provoca risas muy adolescentes pero también algo de cansancio en el público mayor de dieciesiete años

¿Inconvenientes? Pues también escasos pero importantes. En los dos primeros episodios, Rue y Jules han perdido algo de protagonismo, que luego recuperan en los siguientes. Rue sigue con su gesto torcido mientras le da a la mandanga sin descanso, en público o no, y Jules empieza a sufrir por los nuevos intereses narcóticos y sexuales de su amada. No haremos (casi) 'espóilers', pero cuando juras a tu chica que la quieres y ella está mirando a otro sitio y tienes que repetirlo, mala cosa. Ese es el gran momento del segundo capítulo, el otro, satinado de un humor primario pero eficacísimo, es la fantasía sexual de Cat (Barbie Ferreira) con forma de guerrero que entra en su cuarto armado con dos espadas. Atentos.

Y en esta segunda espada genital la que, claro, provoca risas muy adolescentes pero también algo de cansancio en el público mayor de los 17 años, enormemente satisfecho con la sabiduría tras la cámara de Levinson (ese montaje, ese movimiento de cámara, esas canciones…) y algo bizco ante tanta violencia -todo lo que le pasa a Nate (Jacob Elordi) y a su asqueroso padre (Eric Dane)-, droga superpuesta una encima de otra, alcohol al volante y sexo en cualquier sitio y bajo cualquier condición. Ya sabemos que en Euphoria no se come mucho (alimentos) o se repasan demasiados apuntes del instituto, pero se agradecerían más secuencias como la de los bolos del segundo episodio, y no decimos más.

Hoy se estrena el segundo capítulo de la segunda temporada de 'Euphoria' en HBO Max.

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