En apenas unos años se ha convertido en un acontecimiento editorial. El escritor pucelano César Pérez Gellida se dio a conocer con Memento mori, su primera novela, en la que se presentan los personajes clave de su obra, y que forma parte de una trilogía bautizada como Versos, canciones y trocitos de carne. Aquella novela rápida, directa y contundente impactó a los lectores y puso en marcha una potente maquinaria de ficcióm. La literatura de César Perez Gellida ha generado un verdadero fenómeno. Ha inyectado de una nueva vida el thriller.
Tras publicar una segunda trilogía Refranes, canciones y rastros de sangre, siguió Khimera: una historia futurista que, conforme avanza en su estudiada construcción, se va conformando al mismo tiempo como thriller, pero también como retrato realista del futuro cercano que podría cernirse sobre la especie humana. Ahora, César Pérez Gellida publica Konets, con la que pretende cerrar el ciclo narrativo de ocho libros que conforman su universo literario.
Escrita en el registro del thriller, Konets (fin, en ruso) es un libro que reflexiona sobre la maldad. Está estructurada en cuatro movimientos y desarrollada en dos escenarios temporales: la adolescencia de Olek y su madurez: el antes y el después de los sucesos que se narran en Khimera. Ambas novelas conforman el engranaje entre las dos aclamadas trilogías Versos, canciones y trocitos de carne y Refranes, canciones y rastros de sangre. Se trata, sin duda, la síntesis de los elementos que conforman universo gellidista. Sobre eso: el género novela, el mal, el crimen y la literatura, conversa Pérez Gellida en esta entrevista pin-pon.
Existe un género Gellida, ¿nos ayuda a definirlo?
Narrativa audiovisual.
El mal, como tema literario y como es inagotable. La pregunta es: ¿por qué?
Porque desde la noche de los tiempos el mal nos ha atraído con mucha más fuerza que el bien.
¿Konets es precuela o secuela de Khïmera?
Ambas. Konets esté estructurado en cuatro movimientos, dos son precuela y dos son secuela.
Desde el 2012 al 2016 hay ya siete novelas publicadas. ¿Qué puso en marcha el motor o ya existía en usted la idea de una obra en proceso?
El motor se ha ido engrasando sobre la marcha. Nunca pensé que fuera a llegar tan lejos pero parece que todavía queda gasolina en el depósito.
De existir una novela negra contemporánea, ¿a qué se parece? Leemos desde Conan Doyle hasta Chandler, pero si existiese un perfil del género... ¿A qué se parece?
A la realidad que nos toca vivir.
¿Qué no es la obra de Gellida?
Aburrida.
