El escritor Luis García Montero cree que los partidos políticos "de voluntad democrática" y los sindicatos "deben aprender la lección del 15-M" y, por tanto, "abrirse, quitarse grasa y dignificarse".

García Montero, que estos días publica Una forma de resistencia (Alfaguara), un conjunto de meditaciones en prosa que constituyen su biografía intelectual, ha señalado con cuánta "alegría" vivió hace un año el nacimiento del movimiento del 15-M o indignados, "que ha sido un gran fenómeno porque ha expresado el malestar de la sociedad, su rebeldía".

El poeta granadino, uno de los más importantes de su generación, sabe que, con frecuencia, desde los poderes establecidos "se intenta criminalizar al 15-M", y se quiere convertir "en un movimiento antisistema, de gente que no respeta los valores de la sociedad".

"No pueden permitirse leyes tan disparatadas como la ley hipotecaria española, que da el dinero a la gente y luego la pone en la calle sin ningún respeto", decía hoy el escritor, antes de añadir tajante: "Algo tienen que hacer los políticos".

"El 15-M es un movimiento fuerte porque cientos de miles de personas han ocupado las plazas, no porque cinco listillos se crea que tiene el poder puro de la rebeldía".

A su juicio, "hay que buscar cauces de participación política, y esa energía debe servir para que los que están dispuestos a luchar en las instituciones por una sociedad diferente se regeneren", añadió el autor de "Vista cansada", un hombre comprometido con su tiempo.

Pero, de la misma forma que los partidos y los sindicatos deben aprender la lección del 15-M, García Montero cree que este movimiento tiene que "buscar pactos con los representantes políticos y sindicales que puedan defender sus intereses, porque si no se encuentran cauces de participación institucional, las energías de 'la plaza' se disuelven".

"Me parece que nuevas formas de política y de sindicalismo deben dialogar con la energía de la calle, no olvidarse más de la calle, pero al mismo tiempo la calle debe dialogar con sus representantes políticos y sindicales para que esa energía no se disuelva", añade.

"Esa es la lección que yo sacaría", subrayó García Montero, quien le recuerda a los indignados que el 15-M "es un movimiento fuerte porque cientos de miles de personas han ocupado las plazas", y no solo porque "una asamblea de cinco listillos se crea que tiene el poder puro de la rebeldía".