Cultura

Mortier dirá "au revoir" al Real si el Gobierno sigue bajando su aportación

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El intendente del Real, Gerard Mortier, ha salido esta semana al paso de los rumores que anuncian su inminente dimisión y su fichaje por la Scala con un contundente desmentido, pero, advierte, si el Gobierno sigue recortando lo que aporta al teatro, "ya al límite de lo que puede aguantar", dirá "au revoir". El belga (Gante, 1943) explicaba en su inusitado comunicado que con la reducción en los últimos dos años de las subvenciones de 28 millones a 12, es decir más del 50%, el coliseo está "en el límite de lo posible" y que su supervivencia es posible gracias a la ayuda creciente de los patrocinadores".

"Hemos aceptado un recorte del 20 y del 33 por ciento -la disminución del año pasado y la de este año- y no sabemos si va a haber un nuevo recorte. Primero pensaron que el de este año sería un 50 % pero gracias a nosotros, que dijimos que entonces nos iríamos del teatro, lo dejaron en un 33 %", explica Mortier. Ese "nosotros" se refiere a él, al director general, Ignacio García Belenguer, y al presidente del Patronato, Gregorio Marañón, que recientemente precisaba que no habían amenazado a Cultura con "dimisiones" pero sí admitía que "en un teatro no viable sobran muchas personas".

El teatro dispondrá para 2013 de unos 40 millones de euros de presupuesto, de ellos 8,7 aportados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (en 2012 fueron 13,15) y el resto -a falta de que la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento concreten su contribución- correspondería a la iniciativa privada.De haber disminuido la aportación en un 50 %, como era la intención de Cultura, el teatro se habría quedado este año sin tesorería "y con déficit crónico" y abocado a tener que "cerrar", previa devolución del dinero de los abonos y afrontando los pagos a los artistas ya comprometidos. "Actualmente tenemos 2 millones de subvención para gastos fijos, pero el año próximo tenemos que ganar 7 millones solo para cubrir esos gastos y los de producción. Es un gasto enorme y ya no podemos reducir más en personal porque ya lo hemos hecho mucho", se lamenta.

Su angustia, dice, es pensar que para 2014 "podrían recortar un 20 % más. Será otro año muy difícil pero el Real no puede bajar más porque ha llegado al límite de lo que puede aguantar", avisa. "Estamos salvándonos gracias a la aportación privada. Si quieren bajar más la aportación supondrá un cambio completo del modelo y yo diré 'au revoir' (adiós, en francés)".

Le gustaría "ayudar" al Gobierno a acortar presupuesto de las grandes instituciones y se le ocurre que el Ejecutivo podría regular "cosas" como las percepciones de las orquestas. "¿Por qué la Orquesta y Coro Nacionales de España (OCNE) recibe más que la Sinfónica -titular del Real- o la del Liceo?", se pregunta. "La primera etapa fue recortar, la segunda debe ser reestructurar y decidir, por ejemplo, qué son las operas nacionales, qué son las orquestas nacionales, cuáles son las reglas y cómo podemos ahorrar. Mi opinión es que se pueden cortar gastos pero hay que reflexionar sobre el nuevo paisaje cultural", pide.

El año que viene, Mortier, que ha dirigido La Monnaie de Bruselas, la Ópera de París y el Festival de Salzburgo, entre otras instituciones culturales, cumple 70 años, y cree que para entonces debería dirigir una ópera "que cuente con presupuesto", es decir, el Real, con el que tiene contrato hasta 2016. "Hasta hoy el balance es muy positivo. Yo también he bajado mi sueldo pero hay que tener cuidado porque das la mano y te toman el brazo. Debemos reflexionar todos y luchar para que no se pierda más dinero. El personal del Real sabe que estoy con ellos y no quiero que tengan miedo. Estoy hablando porque quiero dar seguridad a la orquesta y al coro", afirma.

Pero si las cosas se tuercen "lo que nunca, nunca" haría sería marcharse a la Scala, un teatro, asegura, instalado "en la tradición malentendida".

"Es verdad, y es normal, que se hable mucho de que me voy a la Scala -presume-, pero me han propuesto dos veces en mi vida irme allí, hace 38 años, como ayudante del director, y cuando yo era director de la Ópera de París (2004-2009). Siempre he dicho que no porque nunca me ha interesado. No me gustan ni Puccini ni Milán. Madrid es infinitamente más interesante", apostilla.

Cuando ve lo que tienen planeado para los próximos meses en el teatro se hincha de orgullo: un "Macbeth" absolutamente "maravilloso"; el estreno de la nueva creación del bailaor y coreógrafo Israel Galván, "que marcará un antes y después en el flamenco y que girará por todo el mundo", y las óperas de Philip Glass y Michael Haneke.

"Una oferta espectacular en todos los sentidos y con 3 millones menos de presupuesto. Yo creo que es el momento de que el Gobierno reconozca lo que estamos haciendo y que lo haga dejando de ponernos en el límite", propone.

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