Cuatro semanas en emisión y cuatro medallas de oro en el ránking de audiencia. La vuelta del Grand Prix de Ramón García ha sido uno de los mayores aciertos de la televisión pública que semana tras semana ha liderado los ránkings de audiencia.
En su primera semana venció al resto de programas y series con un 26,1% de audiencia y 2.572.000 espectadores, arrasando en la franja de los 4 a 12 años, con un 40,2%. En su segundo programa demostró que no estábamos simplemente ante la curiosidad del estreno y volvió a liderar con un 24.9% de cuota y 2.251.000 espectadores. También fue lo más visto en su tercer lunes de emisión con un 20,6% y 1.719.000 telespectadores. Y en esta última semana, aunque se sigue observando la tendencia a la baja, ha vuelto a mandar con el 15.8% de share y 1.198.000 espectadores.
En redes sociales cada lunes también consigue filtrar el nombre de los pueblos participantes, sus presentadores o personajes en los temas más hablados, y con el imbatible #GrandPrixTVE como el hashtag más utilizado. En la última emisión superó a los debates generados tras la victoria de Milei en Argentina, la resaca de los partidos ligueros y la reivindicación de Amaral mostrando sus pechos en el Sonorama.
Ramón García, Cristinini y la vaquilla
El éxito del programa radica en su capacidad para transportar a la audiencia a un mundo de nostalgia y entretenimiento puro. El retorno del Grand Prix despierta recuerdos en aquellos que disfrutaron del programa en el pasado, una generación que lo vio siendo niño junto a sus abuelos, y que ahora comparte sofá con sus propios hijos.
Los datos de audiencia y su inapelable triunfo en las franjas más jóvenes evidencian que estamos ante algo más que nostalgia heredada. El renovado formato ha gustado a miles de niños que puede que por primera vez dejen, al menos un día a la semana, TikTok o Twitch para sentarse junto a su familia a ver las mismas pruebas de hace 30 años.
'El Grand Prix', con vaquillas como emblema, corría un alto riesgo de regresar oliendo a naftalina
La vuelta del Grand Prix es un reflejo de la tendencia actual de revivir formatos clásicos que conectan con la audiencia a través de su familiaridad. Pero la morriña no sostiene cualquier cosa, y el Grand Prix, con vaquillas como emblema, corría un alto riesgo de regresar oliendo a naftalina. Acertaron sustituyendo a los animales reales por disfraces de dinosaurio y de una musculosa vaquilla. Y acertaron nuevamente eliminando los gratuitos bailes sensuales de las azafatas en sujetador, tacones y minifalda que introducían las pruebas.
Ahora las presentaciones son en formato de videojuego de arcade con ejemplos amenizados por las payasadas, en el mejor y literal sentido de la palabra, de Wilbur, personaje interpretado por el gimnasta Víctor Ortiz de la Torre, uno de los favoritos de los más pequeños.
También parece haber calando la nueva fórmula con García acompañado por Michelle Calvó como copresentadora y Cristina López "Cristinini" como comentarista/streamer, un rol que puede que muchos no entiendan, pero con el que llevan familiarizados los chavales desde hace más de una década con sus personajes favoritos de Youtube y Twitch.
Time Zone
Esta periodista con más de 3,3 millones de seguidores en Twitch también conduce Time Zone otro de los espacios que ha rescatado el formato gincana, aunque en este caso sería más exacto hablar de escape room. HBO Max volvió a apostar esta temporada por un concurso/reality tras el éxito de Traitors, un formato que reunió a un grupo de famosos para jugar a los tradicionales ‘Pueblo duerme’ o ‘Los lobos’. Este juego, tan de campamento de verano, consiste en que entre un grupo de personas hay uno o varios traidores que van matando al resto. Sin más información que la que saquen de sus propias conversaciones, todo el grupo se debe reunir para votar de forma asamblearia quién creen que es el asesino/traidor.
Esta temporada HBO inyectó más acción con Time Zone, en el que un grupo de famosos, entre los que se incluyen deportistas, artistas, influences y periodistas, tienen que superar pruebas físicas. El programa reunió a perfiles tan diversos como el político canario ex de Podemos, Alberto Rodríguez; o el comentarista deportivo Cristobal Soria. Y como en Traitors, son las estrategias, alianzas, traiciones y pillerías de los concursantes lo que más cautivará al público.
El conquistador
Dentro de todos los programas de aventuras, El conquistador destaca muy por encima del resto por la dureza de sus pruebas físicas. El formato, que lleva 19 temporadas triunfando en la televisión pública vasca, llegará en septiembre a TVE, presentado por Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva.
El programa ha sido grabado en un parque natural de la República Dominicana durante seis semanas de intensa competición en la que no habido días de descanso. Tres equipos lucharán en cada prueba por quedarse en el campamento rico, con comida, colchones y mosquiteras. Mientras que los dos perdedores terminarán en el campamento pobre o en el campamento infierno, un lodazal atestado de insectos.