Cultura

Henry Kamen: “La Leyenda negra no existe, es una imaginación nacionalista y xenófoba”

El historiador británico destaca en 'Defendiendo España' a los extranjeros que colaboraron con los intereses españoles

  • El historiador Henry Kamen, en una imagen de archivo.

El hispanista Henry Kamen (Rangún, Birmania, 1936) deja dos titulares en cada respuesta. Vehemente y rotundo, en sus últimas obras ha tratado de desmontar algunos de los "mitos nacionales" como la Reconquista, y en Defendiendo España (Espasa) destaca el papel de los extranjeros que colaboraron y contribuyeron con los intereses españoles. Kamen, asentado desde hace años en Barcelona, atiende a Vozpópuli en una entrevista telefónica en la que denuncia el manoseo político del término "nación" y le resta cualquier valor al considerarlo un concepto "sin rigor científico". El hispanista también niega el particularismo de la historia española y arremete contra el concepto de Leyenda negra, al que considera una ficción nacionalista y xenófoba.

Pregunta. ¿Lo que entendemos como Leyenda Negra es una ficción?

Respuesta. Yo cito en mi libro al historiador Jesús Villanueva que en su investigación [Leyenda negra. Una polémica nacionalista en la España del siglo XX] sostiene que la Leyenda negra es una frase inventada por un grupo de periodistas a principios del siglo XX, que presentaron una imagen de la historia de España que yo encuentro falsa. Para mí y la mayoría de los historiadores, tanto españoles como extranjeros, la Leyenda negra no existe, es una imaginación nacionalista y xenófoba.

P. ¿Sufrió España más ataques que otras Monarquías o Estados?

R. No, en absoluto. Siguiendo el curso de la historia hay más alianzas y amistades con España que casi con ningún otro país. Por tanto, la actuación de España en Occidente es de colaboración con otros, no de enemistad. La idea de hostilidad contra España es sencillamente falsa, no hay justificación ni evidencia histórica.

P. ¿Han sido más críticos los españoles con su propia historia que otros países?

R. Hay cierto ombliguismo. En vez de entender que estas hostilidades son corrientes en todos los países, también hubo ingleses y franceses que atacaron la experiencia histórica de sus países. España no es excepcional. La historia de España se parece tanto a la historia de otros países que no tiene sentido caer en las quejas de ciertos escritores como Unamuno que hablo de la “conspiración del mundo entero contra España”. Eso es falso. 

España no es excepcional. La historia de España se parece tanto a la historia de otros países que no tiene sentido caer en las quejas de ciertos escritores como Unamuno

P. Usted señala que el famoso libro de Julián Juderías 'La Leyenda negra y la verdad histórica', de 1914, denunciaba un supuesto odio extranjero a España y su pasado como una reacción a las pérdidas territoriales del desastre del 98. Hay una corriente actual de historiadores y decenas de publicaciones que vuelven a enfatizar en la Leyenda Negra. ¿A qué atribuye la publicación de tantas obras?

R. Tantas no, perdón. Primero hay poquísimos libros sobre este tema. Si te limitas a libros en castellano parecen mucho, pero relativamente son pocos. No hay estudios en inglés, francés, alemán o ruso… Hay poquísimos libros. Y en segundo lugar, estos no son libros de historiadores. Ni un solo historiador de categoría ha escrito un libro de este concepto. Hasta hablar de este concepto me parece una pérdida de tiempo.

P. También está muy instalada en parte de la población la idea del derrotismo, que según algunos autores articula la historia de España.

R. El derrotismo y victimismo ya lo tenemos en el siglo XVI. Existe esta cara negativa de la experiencia imperial, pero también la encontramos en todos los países con historia imperial. Es cierto que España fue derrotada por Estados Unidos a finales del XIX, pero había periódicos en Madrid que publicaron textos en los que se decían que los españoles tenían que conquistar Estados Unidos. ¿Te puedes imaginar que mentalidad es esta?

P. Menciona en su obra que “los recuerdos históricos del papel fundamental del islam en la Península se borraron durante más de 300 años”. ¿Sigue la historia española huérfana en este aspecto?

Es bastante complejo, porque por una parte hay una tendencia entre ciertos escritores e historiadores en destacar el papel del Islam en la historia de España. Y hay otra tendencia que rechaza cualquier influencia musulmana en la historia española. Todavía existe entre los expertos diferentes opiniones sobre cómo valorar la relación entre los musulmanes y el resto de la población.

El concepto de nación es tan impreciso, tan poco definido que no tiene sentido científico en absoluto

P. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mencionó hace unas semanas que España era “una nación con dos milenios de historia” y habló de “la España perdida con la invasión musulmana”. ¿Qué opinión le merecen estas afirmaciones?

Poca cosa. Todos estos políticos solo repitieron frases que encontraron en libros. Ellos mismos no saben nada del tema. Yo personalmente no tengo ninguna reacción contra las opiniones de los políticos, porque "nación" es una palabra totalmente inútil. Todos somos naciones, todos somos naciones de naciones, todos somos nacionalidad dentro de naciones. El concepto de nación es tan impreciso, tan poco definido, que no tiene sentido científico en absoluto. Todos somos naciones y al mismo tiempo no lo somos, porque siempre podemos identificarnos con otras realidades que podrían ser más grandes o más pequeñas que una nación.

P. Al comienzo de su libro niega rotundamente que España existiera en el siglo XV…

R. Evidentemente. La palabra España se aplicaba en términos generales a los territorios de la Península, pero España eran dos o tres estados diferentes dentro de la Península como eran la Corona de Aragón, la Corona de Castilla, etc. Es evidente que no se podía aplicar en el siglo XV la palabra España, pero los italianos tampoco vivían en Italia, porque Italia no existía, ni Francia, ni Alemania… Francia no llegó a tener una buena identidad formal sólida y política hasta el siglo XIX.

Se trata de palabras que no tienen rigor científico, por ejemplo si alguien quiere mantener que Cataluña es una nación está bien, pero también Aragón es una nación y Andalucía… Si los políticos de hoy en día quieren jugar con estas palabras que lo hagan, pero científicamente son conceptos que no tienen rigor ni exactitud.

Defendiendo España

Henry Kamen
Editorial: Espasa
464 páginas

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