La Guardia Civil vuelve a acorralar a un banquero. En esta ocasión, a Jaime Botín, expresidente de Bankinter. Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO), el grupo de élite del Instituto armado, acaban de entregar al titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) que investiga al financiero por un posible delito de contrabando un informe que echa por tierra la principal coartada esgrimida por éste para exigir la devolución del cuadro 'Cabeza de mujer joven', de Pablo Picasso, intervenida el pasado verano a bordo de un barco de su propiedad en la costa francesa cuando estaba a punto de viajar a Suiza para ser vendido. Los abogados de Botín habían defendido hasta ahora que el lienzo no había estado jamás en España y que la embarcación en el que estaba depositado de manera permanente, el 'Addix', navega bajo bandera británica. Ahora, la Guardia Civil ha encontrado pruebas que confirman que el célebre cuadro, declarado Patrimonio Cultural Español e "inexportable", estuvo en Madrid y, por tanto, fuera del barco con cuya 'nacionalidad' Botín quiere blindar su millonario lienzo.
Según los abogados del banquero, el lienzo no había pisado jamás España, ya que permanecía en el 'Addix', barco de bandera británica. La UCO ha constatado que el lienzo salió de éste y estuvo en Madrid
Según establece la Ley de Patrimonio Histórico, la exportación sin autorización de un bien del Patrimonio Cultural Español constituye un delito de contrabando si se supera el valor de 18.000 euros. Cabeza de mujer joven está valorado en algo más de 26 millones de euros. Fue esa la razón que llevó a la UCO a poner en marcha las investigaciones y a proceder –gracias al trabajo conjunto con las autoridades francesas- en julio de este año a abordar el barco amarrado en el puerto deportivo de Calvi, en la isla de Córcega, donde se encontraba la pieza. Los registros portuarios permitieron comprobar que el 'Addix' había permanecido amarrado con anterioridad en el Real Club Náutico de Valencia hasta el mes de junio y en el de Menorca antes de llegar a la costa de la isla francesa el 10 de julio. Una vez en territorio francés, la obra iba a viajar vía aérea a Suiza para su supuesta venta.
La información aportada ahora a la cusa por la Guardia Civil confirma que al intentar el traslado de Cabeza de mujer joven, Jaime Botín incumplió la medida de prohibición de salida de España dictada por la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español en 2012 así como las medidas cautelares dictadas la Audiencia Nacional de España, que confirmó que se trataba de una obra inexportable y que, por tanto, no podía ser sacada del país bajo ningún concepto. Si la Justicia española determina finalmente que se ha cometido un delito de contrabando con la obra, además de las sanciones establecidas, Jaime Botín perdería la propiedad de la misma a favor de la Administración del Estado.
La Guardia Civil entregó el pasado 9 de octubre a Jaime Botín una citación para que acudiera a declarar en calidad de imputado a las dependencias que el Instituto armado tiene en la localidad madrielña de Tres Cantos. El expresidente de Bankinter no lo hizo. Sus representantes legales comunicaron a los agentes que sólo lo haría ante el juez que instruye la causa si éste le citaba. Las fuentes consultadas apuntan que este hecho está a punto de producirse, sobre todo después de que la UCO haya entregado el informe sobre el paso del Picasso por Madrid. Lo hará en calidad de imputado por un posible delito de contrabando.
La estrategia fallida de Botín
A los pocos días de que la obra fuera confiscada por las autoridades francesas y viajara a España para ser custodiada mientras se concluían las investigaciones, los abogados de Botín apostaron por una estrategia muy clara de defensa. Según ellos, Cabeza de mujer joven "no está declarada como bien perteneciente al Patrimonio Histórico Español". Escogieron tres argumentos para eludir lo que la ley señala como delito: el cuadro no es español, tampoco se encontraba en España y no fue Jaime Botín sino Christie’s la que solicitó el permiso de exportabilidad en 2012.
La defensa ha insistido en que el cuadro "fue pintado en el extranjero, se compró en el extranjero y allí ha tenido siempre su domicilio permanente".
A través de una carta remitida al diario El País en agosto de 2015, los abogados del banquero aseguraban que el cuadro "fue pintado en el extranjero, se compró en el extranjero y allí ha tenido siempre su domicilio permanente". Los datos sin embargo dicen lo contrario. El cuadro fue pintado en Gogol, una localidad de Lérida y fue adquirido en Londres en enero de 1977, procedente de la Marlborough Fine Art de Londres con destino a su colección particular en España. Sin embargo, según la lógica de la defensa, si el cuadro no es español ni ha pisado territorio “no ha podido ser exportado ni lícita ni ilícitamente". En aquel mismo texto, la defensa aseguraba que el cuadro tiene nacionalidad británica al encontrarse "permanentemente a bordo de un barco de nacionalidad británica, que es territorio extranjero a todos los efectos incluso cuando toca puertos españoles".
A eso se suma un detalle más. En la actualidad, el cuadro es propiedad de una sociedad radicada fuera de España. En concreto, en Panamá. Se trata de Euroshipping Charter Company Ltd, cuyo presidente, según los datos de la ficha del registro, es Paul Saurel, directivo del Banco Santander, quien, según información adelantada por Vozpópuli, estuvo vinculado al entramado de sociedades en este país centroamericano y en las Islas Vírgenes Británicas con las que Emilio Botín y algunos miembros de su familia –entre ellos el propio Jaime, su hermano menor- desviaron más de 2.000 millones de euros y por los que se vieron obligados a regularizar 211 millones con Hacienda en 2010.
Creada en septiembre de 1998, Euroshipping Charter Company INC es una sociedad distinta de Cherokee Bay Limited, radicada en la isla de Guernsey, y a nombre de la cual figura 'Addix', el barco de bandera británica dentro del cual viajaba Cabeza de mujer joven. Fue justamente cuando se trasladaba rumbo a Suiza para la venta del lienzo cuando fue interceptada en Córcega por las autoridades francesas. Los motivos eran más que claros: la Audiencia Nacional había prohibido apenas un mes antes -en mayo de 2015- la salida de España del cuadro, confirmando así la negativa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, cuando, en 2012, aseguró que se trataba de una obra "no exportable".
Jaime Botín solicitó –a través de la casa de subastas Christie’s- a finales de 2012 autorización para exportar la obra, sin embargo la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español denegó su exportación y la declaró expresamente inexportable por ser de excepcional importancia para el patrimonio histórico común, por no existir ninguna obra semejante en España y ser pieza clave en la evolución de la obra de Picasso. Es por ello que la defensa insiste en que fue casa de subastas Christie's Ibérica la se dirigió a la Secretaría de Estado de Cultura para trasladar la obra a la capital británica.