Tras más una década sin exponer en Madrid, José Luis Fajardo (La Laguna, 1941) presenta un amplio recorrido por su obra. A través de más de medio centenar de pinturas y dibujos, el visitante podrá sumergirse en las formas abstractas que, entremezcladas con algunos elementos figurativos, como desdibujados rostros, ojos, manos o masas de anónimas caras, evocan distintas sensaciones.
A menudo, este viaje apela a uno de los grandes maestros admirados por Fajardo: Francisco de Goya y Lucientes. La obra del aragonés, y -sobre todo- sus deshechos fondos aprendidos de Velázquez, juegan una perfecta sintonía con la abstracción del pintor canario. A pesar de la deconstrucción de la realidad goyesca, en las obras de Fajardo aún se intuyen las figuras de sus célebres retratos, como los de la Duquesa de Alba.
José Luis Fajardo, natural de La Laguna (Tenerife), se trasladó a Madrid en 1964. Fue en la capital donde entró a formar parte del grupo Nuestro Arte, acercándose al expresionismo abstracto y a las directrices del Grupo El Paso. Tras una etapa expresionista dentro de la figuración, con figuras fragmentadas que denuncian la violencia de la sociedad, su creación se centró casi exclusivamente en trabajos sobre planchas de aluminio, que cortaba y perforaba, en alusión a esa preocupación social que nunca abandonó su obra. Posteriormente, el canario retomó la figuración; y lo hizo con retratos imaginarios más serenos y abstractos.
Actualmente, su obra está expuesta en importantes museos de arte contemporáneo, como el ARTIUM de Vitoria, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el de Arte Contemporáneo de Panamá, o la Colección Chase Manhattan Bank de Nueva York.
La exposición, que estará abierta en la Fundación Carlos de Amberes hasta el 31 de marzo, se convierte en una excelente oportunidad para disfrutar de un destacado artista de la vanguardia española.