La actriz francesa Juliette Binoche, rostro imprescindible del cine francés y protagonista de películas de algunos de los cineastas internacionales más reputados, recoge este domingo el Premio Donostia que el Festival de San Sebastián le otorga por su contribución a la industria cinematográfica en la que, según ha señalado ante los medios en rueda de prensa, no cambiaría nada.
"No me arrepiento de nada", ha señalado la actriz ante los medios de comunicación -entre ellos, Vozpópuli- ante las preguntas curiosas de la prensa sobre sus ambiciones como actriz, su trabajo con Jean-Luc Godard, su relación con el cine español y, en concreto, con Isabel Coixet o el lugar que ocupa la mujer madura en el cine. De todas las respuestas más o menos jugosas que ha dado la actriz, probablemente, y preguntada por los papeles femeninos, su afirmación más contundente tiene que ver también con su posición en la industria.
"A veces hay que saber saltar hacia lo desconocido y trabajar fuera de los códigos machistas", ha señalado Juliette Binoche, quien ha desvelado que en varias ocasiones ha rechazado papeles que en los que se le ofrecía ser la "esposa" de alguien. "Como me gusta mucho la independencia, enseguida lo detecto", ha confesado la actriz, que anima a huir de papeles en los que solo se ve a la mujer "de cierta manera".
No obstante, Juliette Binoche, protagonista de películas memorables como El paciente inglés (1996), de Anthony Minghella; Chocolat (2000), de Lasse Hallström; o Caché (2005), de Michael Haneke; ha señalado que en su caso no siente que no haya papeles para mujeres de cierta edad. "No sé si es que yo tengo mucha suerte o que tengo una relación con ciertos realizadores, pero hay mujeres que sufren esa situación", ha reconocido.
El contraste entre lo que me pedía Godard y lo que hacía como cajera es algo que permanece anclado profundamente en mi memoria", ha señalado sobre su trabajo con el cineasta fallecido
Preguntada por su trabajo con Godard, fallecido hace menos de una semana, la actriz ha reconocido que "no fue fácil" y ha recordado una serie de castings que duraron "bastante tiempo" y en los que tenía que estar "desnuda, peinándose el cabello y recitando un poema" que se había aprendido de memoria. En aquel momento, la actriz trabajaba como una cajera en unos grandes almacenes y tenía "conjuntivitis" porque muchas veces trabajaba con las "manos sucias". "El contraste entre lo que me pedía Godard y lo que hacía como cajera es algo que permanece anclado profundamente en mi memoria", ha señalado la actriz.
En aquella ocasión no consiguió el papel, pero Godard creó para ella uno nuevo. Se dio cuenta entonces de que un realizador no es alguien que vaya a ayudar al actor necesariamente y sintió aquel descubrimiento como "una ducha de agua fría". "No podíamos ponernos maquillaje yo me ponía roja como un tomare. Eso me angustiaba, quería ocultarlo y no mostrar mi verdadero rostro. Así aprendí a que no hay que esperar nada de él como realizador y que hay que estar preparada", ha contado.
Juliette Binoche ha tenido unas bonitas palabras para la directora española Isabel Coixet, con quien trabajó en 2015 en la película Nadie quiere la noche. De ella ha dicho que es "inteligente", "rápida", "muy culta", alguien a quien "le encanta la poesía y la literatura" y que incluso le recuerda a su "madre". "Tiene ese aspecto tan vital, alguien a quien le gusta coger el toro por los cuernos", ha dicho la actriz, que se siente "encantada" de que sea ella quien presente el premio esta noche.
Precisamente, tras la gala de entrega del Premio Donostia se proyectará la película Fuego, que la directora Claire Denis presenta en el marco del Festival de San Sebastián con motivo de la entrega del galardón. Para la directora, Juliette Binoche es "alguien a quien le gusta vivir una vida plena", y "no solo como actriz".
Hay separaciones que tenemos que vivir, fallecimientos. Todo ese recorrido es lo que más me interesa de la interpretación como actriz", apunta Juliette Binoche
"Todo lo que hace (trabajar en el jardín, cocinar, educar a sus hijos o el trabajo preparatorio de las películas) siempre lo hace en profundidad. Esa existencia y esa vida tan plena que tiene creo que no puede dejar sitio a algo que pueda terminar siendo una frustración. Siempre lo que veo en ella es plenitud", ha destacado la cineasta sobre la protagonista de su reciente película.
Binoche, en un elegante trabajo de mantener distancias entre la vida profesional y personal, ha dejado claro que no va a mezclar sus experiencias con las de su personaje, una mujer que vive en un triángulo de pasiones, porque huye del juicio a sus personajes, según ha relatado. Sin embargo, sí ha hablado sobre la esencia de la película. "Hay separaciones que tenemos que vivir, fallecimientos. Todo ese recorrido es lo que más me interesa de la interpretación como actriz", ha relatado.
vallecas
Como siempre dando mensajes equivocados y falsos que no ayudan nada a la mujer "real", a las mujeres "normales". Discutimos con las personas que convivimos defendiendo opiniones impostadas de otras personas a las que les importamos un bledo.