En De la bolsa a la gloria, publicado por Destino, Manuel López Torrents relata la aventura financiera, profesional y personal de un grupo de magníficos que con inteligencia, tesón, mucho trabajo y algo de suerte no sólo les reportó miles de millones de pesetas sino que marcó un antes y un después en la actividad financiera del país.
El libro cierra el círculo en los múltiples análisis de la transición española. Primero se abordó la política, más recientemente Mariano Guindal ha retratado la económico-empresarial y ahora López Torrents nos sorprende con un maravilloso y documentado relato de la transición financiera española, desde la vieja Bolsa de los corrillos y barandilleros a los analistas financieros, la sociedades de valores y los bancos de inversión. Un transición que contribuyó no sólo a modernizar el país y activar su economía, sino a convertirle en verdadero objeto de deseo de los inversores internacionales.
El autor vivió en primera persona todo el proceso. Comenzó como becario en el El Boletín de Carlos Humanes y hoy sigue pegado a la actualidad financiera como subdirector de Vozpópuli. Entre los méritos del libro, que son muchos, destaca uno fundamental: está muy bien escrito y atrapa al lector, iniciado o profano, desde la primera página. Un libro ameno, interesante, poliédrico, que convierte en apasionantes las biografías de un grupo de jóvenes “aunque sobradamente preparados” que, desde dentro del sistema, renunciando a prebendas y arriesgando mucho, revolucionaron un marco financiero caduco a la vez que creaban, de paso, lo que el autor denomina el capitalismo popular. También explica cómo hubo un momento preciso para hacerlo, ni antes ni después, y un plazo tras el que los bancos, vía compra, volvieron a tomar el control.
El lector descubrirá facetas inéditas de personajes públicos como Francisco González (BBVA), Ignacio Garralda (Mutua Madrileña) o César Alierta (Telefónica), y conocerá como se forjaron empresas como AB Asesores, Beta Capital, Renta 4, FG Valores o Ibersecurities, que tuvieron una influencia decisiva en el desarrollo del país. Esta es, en definitiva, la historia en minúsculas de un grupo de jóvenes inquietos, con una formación impresionante e integrantes de las últimas promociones de agentes de cambio y bolsa que, en la década de los 80 y con la llegada de la moderna Ley del Mercado de Valores, apostaron por crear sus propias agencias.
La lectura de libro establece una enorme distancia entre aquellos emprendedores, que crearon negocio para todos y acabaron dando un pelotazo -bien merecido, por cierto- y muchos de los que pueblan hoy los medios, más interesados en tener una idea que facilite el pelotazo que en crear un negocio. Aquéllos fueron, además, un precioso caldo de cultivo de nuevos talentos de los que salieron nuevos emprendedores que replicaron sus pasos.
Con esta obra, López Torrents abre una puerta a un mundo apenas conocido, del que habrá que seguir escribiendo para saciar las curiosidades que ha despertado. Su protagonistas pueden, además, aportar un factor ejemplarizante en la España convulsa y depresiva de nuestros días. El autor pone en positivo, sin complejos, el derecho a hacerse rico por méritos propios en un país donde el dinero sigue estando mal visto -normalmente por quienes no lo tienen- aunque todos deseen tenerlo.