Es su debut literario pero su séptima novela escrita. En sus páginas narra Romain Puértolas la desternillante peripecia del faquir indio Dhjamal Mekahn Dooyeghas después de quedar encerrado en un armario de Ikea, en París, ciudad a la que ha ido expresamente para adquirir una cama de clavos, modelo Misklavospikan.
La historia es delirante, sin duda. El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea, una novela en la que el autor franco-español Romain Puértolas se permite hablar –no sin humor- de la inmigración clandestina, que conoce perfectamente puesto que durante tres años trabajó en la agencia francesa que lucha contra las redes de tráfico de inmigrantes y también ha sido analista consejero de policía de fronteras.
Uno de los objetos que Romain Puértolas guarda con más cariño es la carpeta llena de cartas de rechazo de editoriales, incluso españolas -sus dos primeros títulos los escribió en castellano-. No fue hasta que envió el manuscrito de El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea a Le Dilettante que recibió una carta escrita a mano del editor diciendo que quería conocerle para hablar sobre su texto.
Profesor de idiomas, DJ, auxiliar y coordinador de vuelo en el aeropuerto de El Prat de Barcelona. Puértolas ha sido también empleado de AENA en Madrid y limpiador de tragaperras en Inglaterra. Vivió una década en España -está casado con una granadina, con la que planea venir a residir próximamente a Málaga-. Con un pie en París y otro en la capital andaluza, Romain Puértolas avisa que continuará escribiendo, porque siempre ha querido tener varias vidas, algo que este oficio le posibilita, y avanza que en 2015 publicará una nueva novela de largo título, con una heroína que es una cartera parisina.
Muy alejado, por tanto, de los escritores franceses más reconocidos, "todos muy serios e intelectuales", Puértolas se declara un hombre optimista -tampoco puede quejarse, lo llaman el Julio Verne del siglo XXI-. "Pero, a juzgar por cómo ha ido el libro, los franceses necesitaban algo así, con lo que he abierto una brecha. Sólo he sido natural, he sido yo mismo", ha explicado en su visita a España la semana pasada.