"La memoria empieza a surgir cuando el presente se aventura. Es un ser vivo, no un depósito de trastos", ha manifestado este jueves Manuel Rivas, con motivo de la publicación de su último libro, Las voces bajas (Alfaguara). Se trata de una autobiografía realizada a través de las historias de "la extraordinaria gente corriente" de su Galicia natal.
Aunque la novela está escrita en primera persona, Rivas matiza que "no es egoísta", porque la sensación que tuvo al escribirla es haberlo hecho "en tercera persona, entre lo singular y lo plural, lo individual y lo colectivo", explicó el escritor a la agencia Europa Press. Sus personajes son "homéricos en la forma de hablar y en la odisea que supone su propia vida", en la que cada uno de ellos termina siendo Ulises. "Al final, la gente corriente es gente con una heroicidad cotidiana", recalca.
A pesar de la veracidad de estos recuerdos novelados, a los que acompaña una buena cantidad de material fotográfico, Rivas señala que "no es una memoria que se expresa literalmente, como si estuviera escaneada, sino que se imagina". Por ello, añade que se puede leer como un relato de ficción si no se conoce nada del autor. Tal y como aparece en el libro, la madre de Rivas le advirtió una vez: "Busca un trabajo en el que no te mojes". Lejos de obedecerla, el autor admite: "Este es el libro en el que más me mojé". El resultado es la sensación de estar "merodeando la zona de penumbra" del autor, un apartado secreto que cobra vida en estas páginas.
En palabras de Rivas, sus testimonios se asemejan aquí a una "cámara estenopeica", esa que con un pequeño agujero plasma una realidad plagada de detalles. "Kafka dijo una vez: "Quédate quieto pero despierto, porque la historia va a ir a buscarte". Yo sigo ese consejo", añade.
Respecto a la actualidad política y al debate en torno a Cataluña, Rivas ha manifestado que "si finalmente se produjesen procesos de independencia hay algo que está por encima de todo: el desarrollo democrático y pacífico". En cuanto a la posibilidad de una España federal, el autor de 'Las voces bajas' señala que si actualmente estamos pensando en una Europa que lo es, "lo lógico sería pensar también en una España federal". A su juicio, "las fábricas de producción del odio están funcionando a pleno rendimiento". "La salida que debería ser la consecuencia de la Transición --la identidad plural-- se ha sustraído. Eso es dificilísimo de recomponer", manifestó.