Cultura

Bayona: "Los supervivientes miran la película con cierta ironía"

El director de El Orfanato y de Lo imposible, película sobre el tsunami de 2004 protagonizada por Ewan McGregor y Naomi Watts, consiguió echar a andar una producción ambiciosa con un presupuesto de 30 millones de euros.

Lo imposible no solo es el título de la película sobre el tsunami de 2004 de Juan Antonio Bayona, sino un modus operandi que le ha llevado a alcanzar lo inalcanzable, a recrear lo irrecreable y a plantarle cara a Hollywood con 30 millones de euros y dos de sus estrellas, Ewan McGregor y Naomi Watts. "Si he de ser sincero, nunca pensamos que no lo conseguiríamos. Trabajábamos cada día y, evidentemente, el reto era impresionante. La cuestión era ponerse a trabajar y, cuando no salía bien, se corregía. Pero no podíamos plantearnos que no iba a salir bien. Como los personajes de la película, que no se plantean que no vayan a sobrevivir. Tienen que ir poco a poco hacia adelante", explicó Juan Antonio Bayona en una entrevista a Efe.

Tras su espectacular debut en el género del terror sobrenatural con la película El orfanato, Bayona demuestra que la naturaleza es todavía más terrorífica, y Lo imposible es una película que "no solo habla de la supervivencia, sino de seguir viviendo después de la tragedia", asegura el realizador barcelonés. Bayona conoció a través de la radio la historia de María Belón, madre española de una familia con tres hijos que sobrevivió a la catástrofe. "Decidí centrarme en esta familia, porque es la historia que me llegó. Le puse cara y ojos a la tragedia. Y me interesó cómo esta madre y este hijo respondieron de manera heroica a lo que sucedió, sin hacer nada por sobrevivir", ha dicho el director.

Con "sin hacer nada", Bayona se refiere a la extraña sensación de precipitación, de circunstancias que superan "lo posible", que da el toque de distinción a su película. "No hay reflexión, porque los personajes no tienen tiempo de pensar", ha manifestado, y así su filme se convierte en una sumersión literal y radical en el desconcierto de una naturaleza en su más destructiva expresión. "La película pretende ser un reflejo de la experiencia que vivieron estas personas. El primer impacto fue un "shock": quedan conmocionados y no entienden lo que está sucediendo. A partir de ahí empiezan a asimilarlo poco a poco, y la película avanza de esa manera: primero por sorpresa, luego se va llenando de otro tipo de emociones", ha resumido.

Las emociones acaban ahogando al espectador tanto o más que el propio tsunami, hasta convertir Lo imposible es una experiencia de angustiosa espectacularidad que ha provocado desmayos en las proyecciones que han tenido lugar hasta la fecha en Toronto, San Sebastián y Sitges. "La manera en la que hemos mostrado esa conmoción, ese sufrimiento, ha sido la de intentar reflejar esa realidad. Pero los supervivientes la miran con cierta ironía. Lo que se puede ver en la película es solo el principio de lo que era la realidad", ha explicado. Ahora queda por ver si el público aceptará la dosis de sufrimiento que Bayona ofrece, con el estreno el jueves en España y el 21 de diciembre, en plena Navidad, en Estados Unidos.

"Un amigo mío me dice que (mi filme) es el cuento de Navidad más oscuro. La película habla también de la familia que permanece unida. Una familia occidental a la que nunca le ha pasado nada y que aquella Navidad vive el infierno", ha subrayado el director, aunque la explicación en realidad sea más pragmática. "Han encontrado ese hueco pensando seguramente en las posibilidades de la película de cara a los premios, aunque sea muy pronto para hablar de ello", ha reconocido tímidamente. Quizá en los Óscar, Juan Antonio Bayona vuelva a conseguir Lo imposible.

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