Coge el teléfono Alejandro Méndez, voz y guitarra de una banda que casi no necesita presentación. Es un grupo de Granada, una panda de amigos de la localidad de Loja que comenzaron con algo que no sabían hasta dónde llegaría. Ni se lo imaginaban. Casi dos décadas después, Lori Meyers continúa creando, sus letras se alejan de los estereotipos y su género no está del todo claro. Se les incluye en el indie o el indie rock, pero el indie surgido a finales de los 80 y principios de los 90. Ellos afirman que son una banda de rock, de pop rock y algo retro.
Desde 1998, Lori Meyers ha crecido. Sus componentes, Antonio López (Noni), Alejandro Méndez (guitarra y voz), Alfredo Núñez (batería), Mique López (bajo y coros), J.J. Machuca (teclado) y Javier Doria (guitarra) ven que han perdido esa ingenuidad que tenían al principio y han viajado a Los Ángeles para darse cuenta que había algo más allá.
Son posiblemente el grupo español que más festivales protagoniza. Este año presentan un disco que tiene análisis desde que se ve su portada, obra del artista alemán Pierre Schmidt: 'En la espiral'. En esta entrevista hablan de sus letras, del vértigo, de tener pájaros en la cabeza y hasta de Dios o los medios de comunicación como religión. Pecaron de ingenuos al principio, pero casi dos décadas después, lo que escriben les da vida.
Empezasteis en 2008. Casi 20 años después ¿Lori Meyers siguen siendo los mismos?
Cada vez que nos lo dicen no nos lo creemos, seguimos pensando que todavía somos muy jóvenes, aunque empezamos casi como niños, el grupo empezó en el 98 haciendo los primeros conciertos allí en Loja (Granada) y por el pueblo, como mucho Granada. Luego fueron seis años de grabación de maquetas y fue mucho aprendizaje, pero en 2004 es cuando comenzó de verdad la carrera discográfica. Fue ahí cuando intentamos asomar la cabeza.
Como personas, yo creo que aprendes muchas cosas, al principio eres más ingenuo, creo que la ingenuidad en cierto modo sí la hemos perdido, esa que tiene todo el mundo cuando empieza. Vas con mucha ilusión, que esa no la hemos perdido, pero cuando te das cuenta que no todo es tan maravilloso como parece, hay que tener oídos en todos lados y mirar hacia todos los sitios porque te puedes encontrar con marrones que tuvimos. Creo que la ingenuidad la hemos perdido, pero la ilusión y las ganas de mirar hacia delante y seguir imponiendo nuevos retos las seguimos teniendo.
Guitarras, bajo, batería... ¿Esencia de rock, indie, indie rock?
Yo creo que somos un grupo de rock, de pop rock… música alternativa… Aquí en España, en la escena musical, desde los años 60 no ha sido tan grande como en otros países debido a la historia que hemos tenido. Pero creo que somos un grupo de pop rock, y que al principio, como salimos en el año 98, nos fijamos en el indie, que en ese momento estaba en auge. Surgió en los años 90 como reacción a la música que se hacía en la época, que seguía demasiado los cánones que marcaba la industria. Nos basamos en eso, en grupos tanto nacionales como extranjeros que hacían otro tipo de música a la que se hacía en ese momento.
El indie es cierto que en los últimos años se ha masificado y ha perdido un poco todo su nombre o su porqué. Yo creo que podríamos hablar de música alternativa, somos un grupo con batería, bajo, guitarra, con contundencia y a la vez con contenido medólico en las voces y cantando en castellano. Se puede englobar como música pop rock.
¿Existen prejuicios con el indie?
Con cualquier etiqueta siempre hay prejuicios. Es que claro, estamos en el año 2017 y el indie surgió a finales de los 80-90. Creo que hay gente ahora más joven y no sabe realmente de dónde viene ni cuál es realmente la definición de indie. Hoy en día, se ha masificado y siempre hay una corriente diferente que critica. Pero en cualquier etiqueta va a haber prejuicios. La música independiente es la que quiere crear algo en contra de los cánones que marca la sociedad o las compañías multinacionales, que creo que quieren hacer una música que vaya en el orden a lo que le gusta la mayoría. Quizá cuando el indie le empieza a gustar a la mayoría pierde su esencia.
En cualquier etiqueta va a haber prejuicios. La música independiente es la que quiere crear algo en contra de los cánones que marca la sociedad
Siempre se ha hablado de luces de neón, drogas, alcohol... pero cuéntame, ¿qué es realmente el rock?
El rock por un lado de estilo musical, pero tiene mucho componente del rock como estilo de vida. Surgió en los 50, que eran unos años en los que estaban cambiando cosas -sobre todo en Inglaterra, en Estados Unidos y en el mundo-, pero en España estábamos en otra historia. Fue una época en la que las guerras tenían poco sentido y la sociedad se podía permitir luchar contra el sistema. Por ese lado, tiene ese componente reaccionario contra la generación anterior, y luego, musicalmente, se sumaron las guitarras eléctricas, las baterías que venían del blues… Pero también es un estilo de vida: desenfadado, disfrutar del momento… creo que tiene un poco de todo.
¿Qué escuchan los miembros de Lori Meyers? ¿Compartís hasta gustos musicales?
Sí, tenemos un tronco del que bebemos todos, pero luego cada uno tiene sus ramificaciones. Cuando empezamos sí que escuchábamos lo mismo, porque éramos una pandilla de amigos que estábamos en Loja. Era un pueblo y allí te fijabas mucho en los 60, porque nuestros padres lo escuchaban, pero también la música de los 90 independiente, tanto el pop rock como el power pop.
A partir de que el grupo se fue desarrollando, nos fuimos fijando en lo que se hacía en el 2000, como Death Cab for Cutie –grupo de Bellingham (Washington) de 1997 de indie pop e indie rock- o como Animal Collective, que ya sería más moderno –banda de música experimental y psicodélica formada en 1999 en Maryland (Baltimore)-. Luego cada uno tiene sus gustos. A mí por ejemplo me gusta mucho la música brasileña, a Noni le gusta la música cubana…
Viajamos hasta el año 2008 y el tema 'Alta fidelidad'. Cantáis: "Estaría orgulloso solo, anclado en el sofá". Sois posiblemente el grupo español que más festivales protagoniza. ¿Alguna vez Lori Meyers se queda tranquilo, tumbado en el sofá?
Pues la verdad es que bastantes veces (ríe). Una vez que volvemos de festival o de gira o de un concierto que ya engloba dos días o tres, se van acoplando los kilómetros… Cuando llegas a casa es cuando te quedas anclado en el sofá con la tele puesta, con Netflix o lo que sea (ríe) y viendo algunas series. Ahí necesitas un descanso no solo físico, sino también psicológico. Allí interactúas con mucha gente y llegas agotado. A veces necesitas no hablar con nadie.
"Es tan fácil como existir y sobrevivir hasta llegar el final" suena en 'Siempre brilla el sol'. ¿Qué es lo más frágil que existe?
Pregunta difícil… ¿Lo más frágil? Si me pongo filosófico… (ríe). Lo más frágil puede ser el amor, que es lo más complicado de mantener. Pero no el amor con cualquier persona ni con una pareja, el amor por lo que te rodea y por ti mismo, creo que es difícil mantenerlo. Tener esa llama encendida es complicado. Nos empeñamos siempre en apagarla, pero hay que dejarla viva.
Decía que "siempre da calor" y que al principio pecasteis de ingenuos. ¿Quién ha estado ahí siempre para daros calor y recordaros quiénes sois?
Nuestro círculo más cercano, que no es tan grande como nos creemos. Siempre conocemos a mucha gente porque estamos dentro de la cresta de la ola, se te acercan personas que crees que están cerca de ti, pero no. Es nuestro círculo cercano, tanto nuestra familia como nuestros amigos cercanos, que se pueden contar con los dedos de la mano, son con los que puedes volver a casa y hablar de otras cosas. Te sientes como fuera de esa vorágine.
En 2010 creasteis 'Dilema' y escribisteis: "Espero que alguien me persiga como lo hice yo". ¿Lori Meyers ha perseguido a alguien?
Perseguir suena muy mal (bromea). ¿Quién no? Somos personas normales y hemos tenido nuestros deseos, se persigue a alguien o te engancha y tienes que seguirle y perder, no tu honor, pero somos humanos y hemos estado detrás tanto de cosas como de personas. Somos como cualquiera.
Buscamos siempre abrir nuevas metas, eso es lo que mantiene el grupo vivo, porque si no se cae en la monotonía
¿Qué perseguís en 2017?
Perseguimos para seguir lo que ya se ha hecho. Sobre todo que el público vea lo que hemos hecho en el disco. Es cierto que es un disco más complicado de primeras y va a ser un espectáculo mayor, para que la gente entre un poco más en escena. Aparte de esto, después de verano tenemos la idea de ir a México para hacer promoción allí y abrir el mercado americano. Perseguimos siempre nuevos retos, no estancarnos, siempre abrir nuevas metas, eso es lo que mantiene el grupo vivo, porque si no se cae en la monotonía. Siempre es bueno ponerse nuevos retos.
Rolling Stone os dio el reconocimiento como mejor gira en 2011. ¿Qué ocurre en las giras de Lori Meyers?
Somos un grupo que desde el principio empezó en un local de ensayo y que antes de sacar un disco se esforzó mucho en tocar en directo, en muchos tablaos tanto en Loja como en Granada. Nos gusta mucho la energía de la música en directo, es como nuestra casa. Subir al escenario ya te da una energía que te hace estar a gusto. Camerinos, tanta gente fuera hablando, a veces no te sientes bien fuera y subes al escenario y estás, incluso, más relajado. Creo que eso con el paso de los años se transmite al público.
Hemos ensayado mucho, hemos intentado siempre manejar la banda, que el sonido sea bueno, dar un repertorio para que el público disfrute, y a la vez acompañado de un espectáculo de luces y de proyecciones, para que la te diga: 'Por lo menos, el dinero que he pagado está bien invertido'. Creo que todo eso se va uniendo y se van sumando premios para seguir para adelante.
'Tokio ya no nos quiere', tema junto a Supersubmarina. ¿Qué os remueve pensar en esta canción?
La verdad es que tuvieron [Supersubmarina] muy mala suerte. Es algo que nos puede pasar a cualquiera, no solo a un grupo, a cualquier persona que va por la carretera. Hay que mantener siempre los ojos bien abiertos. Somos muy amigos, les conocimos cuando fuimos a Baeza, antes de que se les conociera. Tocamos y quisimos que abrieran para nosotros, porque todavía no habían tenido éxito y les gustaba mucho el grupo. La verdad es que son unos chavales super majos y con los pies en la tierra. Al principio fue un susto, no se sabía qué había pasado, pero lo cierto es que ahora se está recuperando poco a poco, es una cosa lenta. Lo que hace es que tengamos los ojos más abiertos, hay que tener mucho cuidado con esas cosas, que son causas mayores.
La portada del último disco, 'En la espiral', es una obra de arte del ilustrador alemán Pierre Schmidt. ¿Qué nos quiere contar?
Fíjate cómo llegamos al hombre que nos hizo la portada, a través de Instagram. Vimos todo su trabajo, es un chico alemán, Pierre Schmidt -conocido como Dromsjel- y le mandamos la idea y la discografía de Lori porque seguramente no conocía nada del grupo. Le mandamos todas las canciones, que todavía no estaban en la calle, y luego una nota con la pequeña idea del disco. 'En la espiral' las letras hablan de la espiral de valores que vive la sociedad, que nos creemos el centro. Desde lejos nos pueden ver y ahí sí que no somos nadie. Entonces, ¿qué queremos decir con 'Siempre brilla el sol'? Que el sol siempre va a seguir calentando y nosotros estamos aquí pensándonos que somos alguien. Entonces, con eso, dentro de su arte, representó que la señora tiene un montón de cosas en la cabeza, es una espiral, pero sin ser la espiral típica que es muy lógico, creo que ha ido un poco más allá y que habla de esa crisis de valores.
Aparece una mujer con pájaros en la cabeza. ¿Ha tenido Lori Meyers pájaros en la cabeza alguna vez?
Como todas las personas. Es difícil de entender, nuestro éxito en realidad es relativo, porque hay muchos artistas muchísimo mayores. Pero siempre que tienes un poquito de éxito y la gente te admira un poco por tu trabajo, hace que en la cabeza algo se te remueva. Siempre puedes tener algunas actitudes que al llegar a casa, las piensas fríamente, y sabes que son pensamientos tontos o fallos humanos. Los hemos tenido muchas veces, pero creo que es lógico. Creo que a cualquier persona cuando le llegan este tipo de cosas algo se le remueve y es difícil de controlarlo. Hay que mantenerlo un poco a raya.
Y sobre la 'Evolución'... ¿Hacia dónde vamos?
La pérdida de valores de la sociedad entra un poco en lo que es el progreso, que el progreso está muy bien, a todos nos gusta vivir más cómodos que antiguamente, pero implica que haya una pérdida de valores humanos que en cierto modo parece que nos estamos convirtiendo en piedras. Ahora mismo pasan cosas que si ocurriesen antiguamente todo el mundo se llevaría las manos a la cabeza, pero ahora parece que no nos importa. A nivel de personas hay frentes abiertos por todos los sitios y no nos importa. Luego en la cercanía, la gente pierde muchos valores en su trato con los demás. Tampoco creemos que esto sea una autodestrucción, simplemente hay que llamar la atención y hay voces alarmantes que hay que escuchar. El Ser humano es lo bastante inteligente como para salir y encauzar el camino.
¿Tenéis tiempo para ver las noticias o es mejor vivir un poco aislado?
Sí las vemos. Las vemos porque al final te enteras por un lado o por otro. En el momento que vivimos hoy el móvil te hace 'clin' y te dice 'atentado en no sé dónde', entonces sí estamos al tanto. Yo creo que cuando teníamos 20 años pasábamos un poco de esas cosas, vivíamos más el momento, eres más joven y lo que quieres es pegarte fiestas. Ya empezamos a cumplir años y nos interesa saber qué pasa en el mundo, hay que ser un poco responsable.
Siempre que tienes un poquito de éxito y la gente te admira un poco por tu trabajo, hace que en la cabeza algo se te remueva
En 'Evolución' se pide "un último esfuerzo". ¿En casi dos décadas habéis tenido que pedirlo dentro del grupo?
Sí sí, cada vez que haces una cosa. El último disco, por ejemplo, ha sido una batalla muy ardua y muchas veces no veíamos el final. Llegamos al punto de decir: 'Venga, vamos a cambiar ¿no? Vamos a volver hacia atrás'. En ese momento te das un par de días, piensas, y tiras para adelante. Pero en cualquier cosa que haces, cuando estás cerca, es en esos momentos en los que no lo tienes claro y quieres volver. Ahí hay que confiar en uno mismo. Creo que en cualquier proceso de creación existe ese momento. Es un proceso muy complicado, porque estás luchando con lo que te gusta a ti mismo, no sabes si le va a gustar a los demás.
Ahora reeditáis en vinilo. ¿Qué aporta a la música?
El vinilo no ha vuelto como formato principal, pero es lógico que a tanto no va a volver, está en un derrotero, el mundo quiere algo rápido. Ha vuelto como un elemento para gente nostálgica, para gente que quiere seguir teniendo una discografía en casa. Aparte, el sonido que tiene, que es diferente al digital. A nosotros nos sigue gustando más el analógico, sabemos que el digital también es bueno, funciona, pero el vinilo es para gente que tenga esa nostalgia. Nosotros somos consumidores de vinilo y los discos además que tienen portadas bonitas ganan mucho.
El nombre del disco venía por una película de los 70 que en ese momento era muy futurista, pero la ves ahora y te da un punto de retro
¿Por qué no todos se atreven con la música en directo?
A esto casi que no tengo respuesta. Es como una fianza de que no estás engañando. Lo que está claro es que el directo no engaña. No hay ni trampa ni cartón, es la música en el momento en el que se ejecuta, los instrumentos se mezclan a la vez, no es como una grabación, que se graba y luego se reproduce. Se puede decir que hay gente que no se atreve o porque es muy vergonzosa o porque tiene algo que esconder.
'Cuando el destino nos alcance', disco grabado en Los Ángeles junto al productor Sebastian Krys. Antes de saber qué tal fue la experiencia... ¿os alcanzará el destino?
(Ríe) Ese disco la verdad es que lo traducimos como un cambio, fue un cambio en la carrera del grupo, no solo estilístico, a partir de ahí tuvimos un éxito diferente, pudimos a acceder a sitios más grandes. Si llamamos destino a eso, a ser un grupo destinado a tener más éxito, entonces sí. Pero realmente el nombre del disco venía por una película de los 70 que en ese momento era muy futurista, pero claro, la ves ahora y te da un punto de retro. Hicimos esas canciones con otro punto de vista, nosotros somos muy retro, como si estuviéramos en los 60 o en los 70. En ese disco quisimos utilizar otro tipo de arreglos más artificiales y las canciones quedan más futuristas. Esa película rompió un poco esa estética.
Ahora sí, ¿grabar en Los Ángeles es para tanto?
El ir a grabar a Los Ángeles ayudó mucho. Todo lo habíamos grabado por aquí cerca, por Granada, y salir a Los Ángeles nos abrió la mente, nos quitó prejuicios, nos dio la libertad necesaria para no tener miedo a grabar las cosas que fuera y Sebastian también ayudó mucho. Es un productor de muy renombre, que ha trabajado con gente muy grande, que quizá no tiene nada que ver con nosotros, pero por eso precisamente creo que nos abrió la mente y nos dijo: 'La música es música y vosotros venís de este segmento, pero hay algo mucho más grande, no tengáis miedo. Tirad para adelante, que al final cuando tengáis 50 o 60 años miraréis para atrás y estaréis orgullosos de lo que habéis hecho'.
[En Los Ángeles] es más bonito lo que sucede que el propio sitio. Esa energía sí que la canalizamos para el disco
Los Ángeles es monstruosamente grande, nosotros flipamos con muchas cosas y nos decepcionamos con otras. Nos gustó más San Francisco que Los Ángeles, pero es que no es tanto la ciudad en sí, no es lo que hay allí, sino lo que ha sucedido. Si pasas por una autovía de esas que tienen allí y te dicen: 'Mira este es el estudio donde se grabó este disco o este es el mural de este artista…', piensas: 'aquí es más bonito lo que sucede que el propio sitio'. Esa energía sí que la canalizamos para el disco.
¿Qué ocurre con el 'Vértigo'? ¿Existe entre los artistas ese miedo a caducar?
Sí. El repetirse en algo que a muchos grupos les pasa, hay grupos que se repiten porque es su sello, su marca. AC/DC si cambia la caga ¿no? Entonces si es su estilo, si cambia significa perder. En nuestro caso somos un grupo que hace canciones más libres, investigamos más, entonces, que el público no piense que es más de lo mismo sí es importante. Da un poco de vértigo. Tener una línea y que de repente cambie y vaya hacia abajo, ahí piensas estamos aquí arriba, pero la caída puede ser grande. Ese es el vértigo.
'Religión': "Subía la televisión"; "Te pretenden esconder con anuncios toda la verdad"; "Su credo es manipulación"; "Y tú te dejas engañar". ¿A quién va dirigida esta letra?
Yo creo que está claro. Uno de los problemas que hay son los medios de comunicación, bueno, mejor dicho, quienes están encima de los medios de comunicación. Los medios son necesarios, pero la capacidad que tienen de influir hoy es mucho mayor que hace unos años y es, lógicamente, porque son los que informan. Hay a veces que hay que intentar modelar corrientes de opinión que influyen en cosas importantes.
Lo hemos visto en EEUU, ¿cómo puede un tío como Donald Trump estar en la presidencia? Los medios afines y los que están por encima se han encargado casi de ponerlo ahí. Creo que es un toque de atención, sobre todo no para que no existan, sino para que la gente vea las noticias, escuche las opiniones, pero luego uno se forme su propia opinión. Creo que lo que hace la sociedad es seguir la opinión que le marcan.
"No hay dios que nos proteja", cantáis. MClan dice que "si hay un dios, que baje y venga a verlo"; Enrique Bunbury asegura que "o todo el mundo está loco o dios es sordo". ¿La gente sigue buscando a Dios en el siglo XXI?
Puede ser que lo estemos buscando porque aparte de por la crisis que hay de valores y que la gente no sabe qué creer… La gente que no cree en Dios no sabe explicarte por qué no cree o qué es realmente Dios. Se supone que un orden que tiene que haber general o algo que debería regir los problemas que hay, pero la naturaleza no sabe lo que es el bien y el mal. Entonces, el hombre siempre va a estar buscando a alguien que le diga qué es lo que está bien y qué es lo que está mal y creo que es lo que nos hace en cierto modo actuar con ética y moral. Siempre estaremos buscando a alguno. Aunque yo, en el actual no creo (ríe).