Vecinos de Picanya, en Valencia, han construido una pasarela improvisada con puertas de madera inutilizadas por la DANA para restablecer la conexión entre barrios que quedaron incomunicados tras la riada del 29 de octubre. La estructura ha sido reforzada por una empresa local para garantizar su estabilidad, en un esfuerzo colectivo por recuperar la normalidad en el municipio. Vecinos de la localidad valenciana de Picanya, afectada por la DANA del pasado 29 de octubre, se han organizado para construir una pasarela con las puertas de madera que quedaron sin uso tras la riada, con el objetivo de comunicar dos barrios con el resto del municipio.
El municipio intenta así recuperar poco a poco la normalidad, después de que el paso de la DANA destruyera gran parte de sus infraestructuras, dejando barrios aislados. Para facilitar la movilidad, un grupo de vecinos organizó la construcción de esta pasarela improvisada, utilizando las puertas y maderas que la inundación dejó sin uso. La estructura comunica dos de los barrios con el resto de la localidad.
Posteriormente, la pasarela ha sido reforzada por una empresa constructora ubicada en el municipio para hacerla más estable, según ha explicado un vecino a EFE. La DANA destruyó tres pasarelas sobre el barranco del Poyo, que comunicaban los barrios de la localidad, dejando incomunicada una parte de Picanya. Los habitantes decidieron colocar las puertas destrozadas por la DANA sobre las rocas, reutilizando los materiales que la gente iba desechando. Los vecinos explican que construyeron la pasarela para poder ir a sus puestos de trabajo o comprar bienes esenciales que no pueden adquirirse en esa parte del pueblo, donde no hay estancos ni farmacias, ya que la única existente sigue cerrada.