Cultura

Javier Olivares ('El Ministerio del Tiempo'): "Me han acusado de socialcomunista, de nacionalista y de fascista"

La serie emite su cuarta temporada, casi tres años después de la anterior. Su creador, Javier Olivares, habla con 'Vozpópuli' sobre la historia de España, la política y la polarización actual de la sociedad 

"Vamos a hacer una serie. La que nos gustaría ver, aunque no la vendamos". Así se gestó uno de los mayores fenómenos de la televisión española. Una ficción donde la realidad es fundamental y en la que la historia, el humor y la fantasía casan a la perfección para lograr lo que muchos desearían: volver a cualquier momento del pasado. Esto es lo que consigue 'El Ministerio del Tiempo' cada martes y detrás de ello están dos nombres, Javier y Pablo Olivares.

El primer episodio de la serie 'El Ministerio del tiempo' se emitió el 24 de febrero de 2015, pero, tal y como señala Javier Olivares a 'Vozpópuli', "la idea surge hace 18 años". "Mi hermano y yo llevábamos tiempo sin trabajar juntos", asegura.

Por entonces, su hermano Pablo le propone hacer una de "viajes en el tiempo" donde todo pase en un ministerio, que es "muy berlanguiano". Javier no lo duda y se lanza de cabeza: "Joder, estupendo… aunque eso no lo vendemos ni de coña".

Sin embargo, la idea queda en un cajón hasta años después. "Cuando a Pablo ya le habían diagnosticado ELA y sabiendo que no le quedaba mucho tiempo me dijo: '¿Te acuerdas de aquella idea? Quiero que la hagamos", cuenta Javier, para después confesar que en 'El Ministerio' están los dos "porque Pablo siempre está presente".

A mí me han acusado de socialcomunista, estandarte del nuevo nacionalismo y de fascista, todo al mismo tiempo"

Si ya era inverosímil una serie sobre viajes en el tiempo en España, su inicio sí supuso una corriente de aire fresco a los contenidos de la televisión. Sin embargo, las temporadas han ido desarrollándose sumidas en una continua incertidumbre alimentada por las cuotas de pantalla.

La razón es que si se sigue el método por el que se cuantifica la audiencia a día de hoy, los resultados de 'El Ministerio del Tiempo' no eran buenos, a pesar de contar con un séquito de fans. Por lo que pocos sabían si habría una temporada más.

No obstante, casi tres años después del último capítulo de la pasada entrega, este mes de mayo se ha estrenado la cuarta temporada de la mano del gigante del 'streaming' HBO. "Ahora el concepto de audiencias ya no es lo que era, o no debería serlo. Las series ya se pueden ver de muchas maneras", asegura para indicar que las plataformas deben ser solo "parte del futuro" y que las series deberían ser una fusión de ambas cosas".

Fotograma de 'El Ministerio del Tiempo'

Para el creador de la ficción, emitir en abierto es "jugar en desventaja". "Lo primero que se habla es de nuestra audiencia al día siguiente (…) El capítulo de Lorca fue un fracaso absoluto en los audímetros, pero la escena final se ha visto más de un  millón de veces", indica. "Este sistema es preocupante para la libertad creativa", dice.

El primer Emmy no fue para 'La casa de papel'

Las series en abierto, y más si son españolas, están estigmatizadas, según el guionista, historiador del arte y dramaturgo. Sin embargo, para Olivares, "la caja no es tonta, los tontos (o inteligentes), son los ojos que la ven". Cada vez más gigantes audiovisuales optan por las plataformas de vídeo bajo demanda a la vez que constantemente "se apunta" a que el 'streaming' sea el único modo de ver series.

Olivares recuerda series como 'Curro Jiménez', 'Anillos de oro' o 'Los gozos y las sombras' para afirmar que entonces no hacía falta el 'streaming' para "llegar a todas las generaciones". "Tendemos a creer que somos más listos porque somos los últimos y no hay que olvidar a los maestros, ni creer que la ficción española nace en las privadas", dice. "El primer Emmy para España no fue para 'La casa de papel', el primero lo ganó 'La Cabina' de Mercero", recuerda.

Por otro lado, Olivares lamenta el rumbo que están tomando las salas de cine. "Yo dejé de ir porque no aguantaba a la gente que hablaba, los móviles, a los que salían y entraban, la gente comiendo… A parte de la sale, lo importante es la educación de la gente que está en ella", asevera.

Con 'El Ministerio del Tiempo' pretende "contar la historia en las victorias y las derrotas, aunque duela"

En relación a la sociedad, Olivares afirma que el odio y la polarización "en España son deporte nacional desde hace siglos". "Las redes sociales lo han amplificado, es desolador. De todos modos, creo que algunos odian más que otros e, incluso, se permiten etiquetar quién es un buen español o no", asegura.

Este "deporte nacional" también se ha hecho notar en las reacciones a esta nueva temporada, concretamente en la escena final del tercer capítulo. La secuencia de Federico García Lorca emocionado al ver cómo Camarón de la Isla cantaba su poema 'La Leyenda del Tiempo' ha sido uno de los momentos más comentados y respaldados en las redes sociales.

Sin embargo, también ha recibido duras críticas de todos los sectores, incluido la política. Un ejemplo fue la crítica de Teresa Rodríguez (Podemos Andalucía). "Yo pienso que Federico hubiera preferido ganar algo más para España que un legado universal", dijo, entre otras cosas.

"La gente tiene la mala costumbre de hablar de un libro cuando solo se ha leído la solapa", defendió Olivares.

"Maquillar el pasado"

"Algunos dicen que quiero maquillar el pasado pero, para eso, no saco a Lorca. A mí me han acusado de socialcomunista por hablar del Guernica o de Himmler, de ser estandarte del nuevo nacionalismo español, de fascista, cuando he citado el bombardeo de Cabra como atrocidad, que lo fue, de edulcorar la transición por sacar a Suárez como referente… Todo al mismo tiempo", confiesa.

Olivares asegura que con 'El Ministerio del Tiempo' pretende "contar la historia en las victorias y las derrotas, aunque duela". "Es llamativo que las críticas a esa escena vengan de determinados políticos, sus fieles y gente que no vivió aquello", señala. En el lado contrario, cuenta "a niños de la guerra que aún viven les ha parecido reparadora".

En relación a esa escena del poeta Federico García Lorca, fusilado en 1936, Olivares cuenta que "ese 'dejemos las cosas como están' no es conformismo, es recordar que algunos ganaron la guerra de las armas, pero perdieron la guerra de las bibliotecas y de la memoria". "Es el 'venceréis, pero no convenceréis' que profetizó Unamuno", añade.

Ángel Ruiz y Rodolfo Sancho como Federico García Lorca y Julián

Sin embargo, Olivares aclara que "el que no asuma que en la guerra y en la posterior dictadura los derrotados fuimos todos, es que aún no ha entendido nada". "Quienes utilizan el guerracivilismo como método, no creo que amen su patria (…) Prefiero a esa España machadiana que calla, observa y luego decide, con pausa y sin ruido", dice.

"La historia es la que es"

Además de las críticas o las etiquetas, Olivares también ha tenido miedos. El director confiesa que ha temido que dejase de sonar el teléfono. "He tenido momento en mi carrera que eran igual que esa imagen de las pelis del oeste en las que por el desierto cruzaba rodando un arbusto", dice.

No obstante, hay algo esencial, el humor. "Sin humor no hay inteligencia, pero tampoco me gusta el humor que evade a la gente de la realidad o series que son como el 'soma' del que escribía Huxley", dice. "No hay película que hable mejor del destrozo de la crisis que 'Full Monty', aunque te diviertas viéndola, señala para asegurar que te hace reflexionar: "Qué terrible lo que me han contado".

La historia es la que es (...) Si quieres que tu vida solo sean alegrías y victorias, vete a vivir a Disneylandia"

Olivares, además, no utilizaría el 'Ministerio' para cambiar el pasado: "La historia es la que es"."Solo se aprende a ganar, perdiendo y si quieres que tu vida solo sean alegrías y victorias, vete a vivir a Disneylandia". Para él, "viajar al pasado es descubrir lo traidora que es la memoria". "Vivimos en unos tiempos en los que nos quieren cambiar el pasado para justificar ciertas cosas del presente.

De seguir así, nuestros nietos creerán que Franco era un demócrata, Lorca murió de un catarro, Miguel Hernández en la cárcel por robar gallinas y Antonio Machado en Colliure porque allí tenía su residencia de verano", señala. "Creerán que el 'Bella Ciao' lo compuso Ryan Paris después del 'Dolce Vita'", concluye.

Belén Ponce de León y Pep Miràs como Carmen Polo y Francisco Franco

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