Acertó el poeta cuando 30 años atrás auguraba un último viaje ligero de equipaje. En uno de los episodios más tristes de la historia española, entre los miles de exiliados que iba a su lado, Antonio Machado huía enfermo junto a su madre y uno de sus hermanos. El poeta y su madre llegan en tren a un pequeño pueblo francés. Él toma la mano buena de Ana Ruiz, y a un millar de kilómetros del limonero la madre preguntaba: ¿Antonio, llegaremos pronto a Sevilla? Una España nueva, hacía años, les había helado el corazón, pero el golpe de estado del 18 de julio y la consiguiente guerra liquidaron aquella idea de país. Con toda la pena del que pierde su país, eternamente lejos de cualquier patio, de aquel huerto, y de esos años de recuerdos de Castilla, el poeta murió el 22 de febrero de 1939, miércoles de ceniza, rememorando aquellos días azules y ese sol de la infancia. Tres días más tarde lo haría su madre, menos de un mes después de haber salido de España. Ambos siguen enterrados juntos en Collioure en una tumba en la que siempre hay flores frescas y banderas republicanas.
Aquel frío invierno, Manuel Machado seguía en Burgos, capital de aquella nueva España. Manuel apoyó al bando sublevado lo que pesó como una losa en el recuerdo posterior de su figura, especialmente por la recuperación y mitificación de su hermano Antonio desde la Transición. Pero al principio fue Manuel, un año mayor que Antonio, el artista reconocido como uno de los poetas y dramaturgos más relevantes de la generación del 98. La diferencia ideológica entre los dos hermanos ha hecho correr ríos de tinta llegando a desplegar una sombra sobre la propia relación personal entre los dos hermanos, algo que desmiente el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, comisario de la exposición ‘Los Machado. Retrato de familia’ que el rey Felipe VI ha inaugurado este martes en Real Fábrica de Artillería de Sevilla y que muestra por primera vez juntos los dos grandes fondos documentales de los poetas Manuel y Antonio Manchado, el de la Fundación Unicaja y el de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes.
Siempre estuvieron muy unidos y se quisieron muchísimo y no tuvieron ningún tipo de enfrentamiento
Guerra ha recalcado en varias entrevistas que los hermanos jamás estuvieron enfrentados y recuerda que el 18 de julio Manuel se encontraba en Burgos junto a su mujer por pura casualidad. La visita a su cuñada aisló a Manuel en la capital golpista donde terminó escribiendo loas a Franco y José Antonio, quedando para el futuro como el Machado franquista, frente a la figura heroicamente trágica de su hermano muerto en el exilio.
"Siempre estuvieron muy unidos y se quisieron muchísimo y no tuvieron ningún tipo de enfrentamiento, en absoluto, y fueron acordes en pensamiento, en sentimiento, en todo", ha señalado el expresidente a EFE. Guerra también ha destacado la calidad literaria de ambos hermanos: "son muy diferentes; uno tiene una facilidad para escribir extraordinario y por lo tanto es un poeta, digamos, más ligero, pero estamos ante dos grandes poetas y así hay que celebrarlo".
La muestra de más de 200 objetos se remonta varias generaciones para explicar que en la misma casa nacieran dos de los escritores españoles más importantes del siglo XX. El abuelo, médico, zoólogo y botánico, y fue rector de la universidad de Salamanca y el "primer darwinista" de España, mientras que el padre de los escritores, Antonio Machado, fue un gran folclorista que firmaba como Demófilo y que viajaba junto a su madre Cipriana Álvarez recogiendo los romances populares.
Guiado por la trayectoria de los dos hermanos y envuelto en su obra poética, el visitante viajará desde el hogar infantil en Sevilla hasta el encuentro en Colliure a través de varios ejes cronológicos: la infancia (1874-1883), centrada en la vida doméstica, las influencias de los abuelos y el padre en la futura obra de los Machado; la adolescencia (1883-1893), que relata el traslado a Madrid, la formación en la Institución Libre de Enseñanza, y la muerte del padre y del abuelo; la juventud (1893-1907), marcada por las tabernas y la cultura popular en la que se sumerge Manuel, y la estancia en París de ambos hermanos; el viaje (1907-1912), que repasa la separación, el inicio de la vida profesional y el periodo en Soria; la madurez (1912-1919), en la que se analiza el duelo por Leonor y el casamiento de Manuel; el regreso (1919-1936), con Segovia y la entrada en la Real Academia de la Lengua de fondo; y la guerra (1936-1939), que relata el inicio de la contienda y las repercusiones en la familia y Colliure (1939), fundamentada en la muerte y el exilio.
‘Los Machado. Retrato de familia’, estará abierta al público en Sevilla del 22 de octubre al 22 de diciembre, para posteriormente a Madrid y Burgos.