Pero no, no hablamos de unos músicos en sí mismos -aunque también lo son-. Estamos hablando de Monty Python, seis comediantes, cinco de origen británico y uno americano, que pusieron patas arriba el humor televisivo de finales de los años 60 con su programa The Monty Python Flying Circus. Monty Python anunciaron a finales del año pasado su vuelta a los escenarios y agotaron de inmediato las entradas puestas a la venta.
Grandes como estrellas del pop
Cierto que tras la muerte de Graham Chapman -víctima del cáncer en 1989- no estarán todos los fundadores, pero su vuelta ha reunido al menos a los originales John Cleese, Michael Palin, Eric Idle, Terry Jones y Terry Gilliam. De nuevo como las grandes estrellas. Pero es que sin duda lo fueron en su momento, cuando su humor de corte surrealista, ácido, socarrón e irreverente cambió por completo la manera de entender los programas de televisión dedicados a este arte -de la misma manera, a la que los Beatles tuvieron en la música-. El programa se mantuvo en antena hasta 1974, pero aún tuvieron una encarnación posterior como cineastas, con películas tan inolvidables como Los caballeros de la mesa cuadrada, La vida de Brian o El sentido de la vida.
Obviamente, sus discos eran una compilación de los diversos y famosísimos sketches del grupo. Un término tan conocido por los usuarios del correo electrónico como ‘spam’ nació de uno de ellos. Pero en muchos de sus discos incluían alguna canción como número de humor musical, -aparte de las bandas sonoras de sus películas-. Así, en 1989 se publicó el álbum Monty Python sings, 25 canciones de todo pelaje y condición -entre la que por supuesto estaba Always look in the bright side of life, sin duda la más conocida de toda su obra e incluida en la escena de la crucifixión de La vida de Brian-.
Ahora, con motivo de su vuelta, se reedita dicho disco y se le añaden temas inéditos. De nuevo, como las grandes estrellas. Y una vez más el vídeo presentación de Lousy Song no tiene desperdicio.