Cultura

'Todo a la vez en todas partes': el multiverso de Marvel era una broma

Llega a los cines una aventura alocada que causa sensación en Estados Unidos

Los fans de Marvel quedaron saciados con las apuestas de los universos paralelos de 'Spiderman: No Way Home' (2021) y la recientemente estrenada 'Doctor Strange en el multiverso de la locura', a juzgar por las cifras de estreno en taquilla, pero aquellas aventuras del famoso universo cinematográfico de superhéroes son una broma al lado de lo que llega este viernes a los cines: 'Todo a la vez en todas partes', una cinta explosiva que abraza todos los géneros imaginables y que se estrena después de haber causado sensación en Estados Unidos.

Aventura, humor, cine negro, ciencia ficción, drama, ¿cine social?, romántico y fantástico, con artes marciales y muchos, muchísimos viajes en el tiempo, o más bien saltos entre realidades paralelas que discurren ante los ojos del espectador a un ritmo frenético y apabullante. ¿Es original o es solo un pastiche? La apuesta de los cineastas Dan Kwan y Daniel Scheinert es compleja, rebelde y osada, y se mantiene durante todo el metraje en el límite de lo insoportable, con la capacidad de convencer casi en el último momento con buena nota.

Si el reto de los cineastas era mayúsculo no lo es menos entrar en harina y contar algo de esta película sin desvelar más de lo necesario. En escena una imagen familiar: Evelyn, una inmigrante china en Estados Unidos, hace malabares con el poco tiempo del que dispone para ordenar facturas y mantener a flote su negocio familiar -una lavandería-. Un día entra en los mundos infinitos del multiverso, donde se convierte en una heroína capaz de luchar contra los mayores peligros, y se aleja de la peor versión de sí misma que eligió en su universo.

El horror vacui es constante en esta película, que dispara una tras otra las mayores locuras y las más absurdas que uno pueda imaginar. Aquí hay perritos calientes en lugar de dedos, penes en lugar de porras, dedos meñiques musculados o un mapache que habla. Tan pronto se lanzan patadas voladoras como puñados de confeti, y a pesar de la cantidad de puntos de humor disparatados y sin sentido que uno encuentra por segundo, la película funciona.

Caos y acierto en el multiverso

Por si esto no fuera suficiente, los directores también cargan de nostalgia la cinta con un elenco que hace guiños al cine de los años 80. A la protagonista, Michelle Yeoh ('Tigre y dragón') y su hija en la ficción (Stephanie Hsu) se suman Jamie Lee Curtis, James Hong ('Golpe en la pequeña China') y Jonathan Ke Qang, conocido por su entrañable papel de Data en los Goonies (1985) o Tapón en Indiana Jones y el templo maldito (1984).

Todo a la vez en todas partes divierte, conmueve y rompe moldes para contar una historia por todos conocida, que no es otra que el amor entre una madre y una hija, así como la búsqueda de la mejor manera de enmendar el camino que uno ha elegido en la vida. El periplo hasta llegar al destino es un viaje entretenido y alocado que merece la pena emprender. A pesar del caos y del sinsentido de la propuesta, hay quien se ha referido a ella como obra maestra.

Para esta redactora de Vozpópuli quizás estas palabras suenan demasiado contundentes, pero lo que sí se puede decir de esta película es que es audaz, en mayúsculas, y en los tiempos que corren, en los que la originalidad se reserva habitualmente para el cine independiente de menos presupuesto, hablar de valentía es decirlo todo. Su título (en inglés, Everything Everywhere all at once) promete exactamente lo que ofrece, tan solo hay que ser paciente y dejar que cada cosa llegue en su momento.

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