Es el formato que más crece, a juzgar por las cifras... El asunto radica en saber cuál es la más fiable o la menos interesada. Un lector en papel consume una media de 11 libros al año, uno en formato digital 20. Casi el doble. Así lo certificó un estudio presentado por un conjunto de seis plataformas digitales en el VI Congreso del Libro Electrónico de Barbastro. ¿Tienen razón o desean tenerla?
El último informe de hábitos de lectura en España elaborado por la Federación Gremial de Editores asegura que el porcentaje de niños españoles que disfrutan de la lectura en su tiempo libre es del 70,8%. La situación empeora en la adolescencia, cuando el índice de lectores cae casi un 30%. Si a eso se suman los datos del CIS según el cual 4 de cada 10 españoles asegura no leer nunca, los números aprietan. ¿Dónde se releva una cifra y la siguiente? ¿Quiénes leen y a cuáles edades? Y acaso lo más importante: ¿qué es leer? ¿completar un renglón o comprenderlo?
Desde la irrupción del libro electrónico hace más de una década, la discusión sobre el formato ocupa a especialistas, editores y lectores
La respuesta a estas preguntas habita una bisagra hasta ahora imprecisa, porque la generación que recibió un formato nuevo -en este caso el digital- y la que nació con las nuevas plataformas se enfrentan al mismo problema. En digital o en papel, ¿se comprende lo que se lee? Desde la irrupción del libro electrónico hace más de una década, la discusión sobre el formato ocupa a especialistas, editores y pedagogos. Los lectores en digital se ubican en la franja de los 25 y 45 años. ¿Y los más jóvenes...? ¿Cómo leen?
Para dar respuesta a algunas de estas preguntas, la Organización Española para el libro Infantil y Juvenil (OEPLI) ha propuesto la mesa redonda 'La lectura infantil en la era digital: ¿Cómo leen los nativos digitales'. El encuentro, que se realiza en el marco de la Feria del Libro de Madrid y cuenta con la colaboración de de Mc Donald's, convoca a Xosé A. Perozo, presidente de OEPLI, a la filóloga y especialista Elisa Yuste, a Gemma Lluch, profesora en la Universidad de Valencia, y Andrea Izquierdo Fernández, 'booktuber' enfocada en la literatura juvenil. En ocasión de esta mesa, que tendrá lugar el 5 de junio en el pabellón Bankia, a las 11.00, convendría repasar las preguntas mas importantes al respecto.
¿Usted, lee?
Fomentar la lectura infantil ha sido el objetivo de gobiernos y empresas privadas en los últimos años. Los primeros porque están obligados a dar respuesta y forma parte de su función, y las segundas porque se han decantado por esa área como un territorio de responsabilidad social en el que todo está por hacerse. El principal patrocinador de este evento, la cadena de comida rápida Mc Donald's, ha puesto en marcha el program Happy Readers, que permite a los niños y niñas escoger un libro como regalo en su Happy Meal, que es como se llama al menú infantil, que normalmente viene acompañado por un juguete.
La radiografía que se desprende de muchos de los estudios presentados hace menos de un año en el Congreso de Barbastro -referencia del sector en las plataformas editoriales- subraya dos rasgos en el lector digital: su frecuencia de lectura es mayor y muestra un perfil de hábitos por género según el cual las mujeres acaparan un 57% frente 43% de los hombres. Ambos datos, contrastados con los que ofrece el Observatorio del Libro en el primer semestre de 2018 apunta a una verdad: la media de lecturas del lector digital dobla la media del formato físico y cuadruplica las cifras más bajas.
De acuerdo con las cifras oficiales, el porcentaje de españoles que compraron libros no de texto se ha incrementado en 7 puntos respecto a 2012, hasta situarse en el 47,3%. País Vasco y La Rioja fueron las comunidades autónomas con mayor porcentaje de compradores de libros no de texto. Navarra y Madrid fueron las Comunidades con mayor media de libros comprados, 12,7 y 11 respectivamente. Canarias y Castilla y León fueron las comunidades con menor porcentaje de compradores. La segunda, además, es la comunidad donde se compraron menos libros de media (5,5 libros).
Nuevos formatos
La irrupción del podcast como nuevo género narrativo ha sido uno de los temas centrales del sector en los últimos dos años. A pesar de que no existe todavía un estudio de mercado ni datos en España generalizados, ya que cada plataforma tiene los suyos, las conclusiones del encuentro destacan que existe un notable aumento de las descargas, sobre todo por un público joven.
Estos datos confirman una tendencia progresiva y según la cual quienes escuchan audiolibros son los mismos que leen en formato físico. Es, hasta ahora, uno de los formatos en desarrollo. Según sus profetas, es el que más crece dentro del 20% del formato electrónico, hasta llegar casi a un 10% en España. A la pregunta sobre por qué del éxito de un formato antiguo y que se probó en su momento, la respuesta es unánime: porque ya no hace falta un dispositivo adicional –un reproductor de CD, por ejemplo- para escucharlo.
Tanto Planeta como Penguin Random House hace ya algo más de un año que producen sus propios audiolibros. Incluso aunque su elaboración sea comparativamente más engorrosa y costosa que el libro, lo prefieren. ¿Por qué? La probabilidad de que se venda es más alta, porque la compra por suscripción asegura un flujo constante, a la manera de una plataforma de ficción audiovisual , explican los entusiastas de las nuevas plataformas y que en España están representadas en la ya mencionada Story Tell o Lemur (historias escritas para WhatsApp).
