Cultura

De C. Tangana a Roald Dahl: los 'olvidos' de la cultura cuando la censura es de la izquierda

Cientos de artistas han llenado las redes de publicaciones denunciando la censura de PP y Vox. Sin embargo, no ocurre lo mismo cuando la prohibición viene de la izquierda woke

  • El cantante C Tangana en el Wizink Center -

La palabra 'censura' ha vuelto a aparecer en el panorama político y social. En este caso, censura cultural. Una parte muy grande de la cultura ha protestado estos días en redes contra "el retorno de la censura", después de que en las últimas semanas el Partido Popular y Vox hayan cancelado estrenos de obras de teatro y películas que estaban ya confirmadas en algunos municipios donde han formado gobierno tras las elecciones autonómicas y municipales del 28-M. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo cuando la prohibición ha venido de la izquierda woke y han olvidado que lo grave es la censura y no quien la realice.

Lo cierto es que en las últimas semanas se han sucedido varios casos de cancelación de obras de teatro, películas o música por parte de los citados partidos políticos. Entre otros casos, ha ocurrido con la obra de teatro 'Orlando', basada en una novela escrita por Virginia Woolf en 1928 y que indaga en temas como la sexualidad homosexualidad femenina. La fecha de estreno y el presupuesto para su estreno en Valdemorillo (ahora en manos de PP y Vox) ya estaba cerrado. Pero tras el pacto entre ambos partidos, la obra se desprogramó "por decisión de equipo de gobierno".

Sin embargo, también es cierto que no deja de existir una incoherencia en el discurso: cuando las cancelaciones y las censuras vienen de la izquierda, cuesta más que las redes se llenen de denuncias. Por ejemplo, y como señaló el vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, "en el verano de 2019 se censuró a C. Tangana a instancias de Podemos y Bildu en el ayuntamiento de Bilbao"... y nadie dijo nada. Entonces, el alcalde de Bilbao aseguró que "ni prohíben ni censuran".

Lo mismo ocurrió cuando se pidió la eliminación o cambio de algunos textos de Roald Dahl (para asegurar que los libros son aptos "para el disfrute de todos los menores", eliminando referencias consideradas polémicas en torno al peso o la apariencia física de los personajes (erradicando adjetivos como "gordo" o "feo"), a la salud mental, a la violencia, al género y la raza) o de Agatha Christie. También de clásicos de cine como 'Lo que el viento se llevó' por supuesto contenido racista. Y de nuevo, el fenómeno criticando fue menor y el mundo de la cultura no se unió.

Silencio también cuando los institutos de EEUU pidieron retirar la novela 'Matar a un ruiseñor'; o cuando trataron de cambiar el final de 'Caperucita roja'; o cuando se intentó modificar un gag de la película de 'La vida de Brian', basado en un texto de Monty Python, porque resultaba 'incorrecto'; o cuando a Sherpa, el mítico cantante de 'Barón Rojo', le prohibieron salir en un programa porque había criticado en repetidas ocasiones a Podemos.

Censura de PP y Vox en las últimas semanas

Aparte del texto de Virginia Woolf, el mundo de la cultura también se ha quejado de lo que ha ocurrido con la obra de teatro 'El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca', una obra de Xavier Bobés y Alberto Conejero que cuenta la historia del maestro republicano Antoni Benaiges. A sólo tres semanas de su representación, el Ayuntamiento de Briviesca, gobernando por el PP, ha cancelado la obra, en este caso "por un asunto económico".

Tampoco el cine se ha quedado exento de la polémica 'nueva censura'. En este ámbito, la alcaldesa 'popular' de Bezana (Cantabria), Carmen Pérez Tejedor, junto con una concejal de Vox, ha cancelado la proyección prevista de la película 'Lightyear', que en su momento ya fue polémica e incluso fue censurada en algunos países porque en ella aparecen dos mujeres lesbianas besándose.

Las prohibiciones también han llegado a Gijón, donde VOX ha anunciado su intención de no programar música en asturiano. El manifiesto Música n’asturianu SÍ ha denunciado una "vulneración de derechos gravísima".

Ante todas estas prohibiciones de obras culturales por parte de la derecha, el mundo de la cultura ha comenzado un movimiento en redes bajo el hastag #StopCensura. Pero nunca se ha visto un movimiento semejante cuando eso mismo ha ocurrido por parte de la izquierda con todas las obras que no concuerdan con sus mensajes. La censura está mal, venga de donde venga. Pero no todo se ve con los mismos ojos.

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