La infancia, esa preciosa época en la que todo pasa a la velocidad de la luz. En ese momento no lo apreciamos, pero todo lo que trascurre por nuestras vidas se vive de una manera tan intensa, que en un abrir y cerrar de ojos se ha esfumado. Creces lleno de curiosidad, con muchas ganas de jugar, con una inquietud propia de la rebosante energía que brota en nuestro cuerpo. Descubres, ríes, llora, temes, pero sobre todo, creces. Esta etapa de la vida, es una de las más decisivas, en la que más crecimiento, tanto personal como físico, se da. Y es que, uno es niño una vez en la vida.
¿Quién no tiene recuerdos de niño en la playa? ¿Quién no tiene en su cabeza momentos jugando con sus hermanos o hermanas? Esas vivencias, que para siempre perduran, son las que han llevado a Pepe de Lucía a sacar un disco inédito que rescata, gracias a la inteligencia artificial, canciones grabadas hace 60 años.
Dos hermanos y una profesión para que nadie les mande jamás
Pepe y su hermano, el gran Paco de Lucía fueron dos niños que crecieron juntos bajo la estricta enseñanza de su padre que les dio lo mejor que les podía dar: una profesión que, como el propio mayor de los Lucía comenta, les llevaría a que nadie les mandase. Ellos serían los jefes de su futuro.
Ese trabajo sería la música. Ambos hermanos andaluces no quisieron estudiar, querían vivir la vida en su máximo esplendor, por ello, aprendieron del flamenco. Conocieron esa música tan propia en nuestro país, que más pronto que tarde les llevaría al Olimpo de los dioses de este género.
Pepe y Paco. Paco y Pepe. Dos hermano que han crecido con el flamenco. Dos personas únicas que, tras muchos años y gracias a la inteligencia artificial, siguen sonando en pleno 2024, a pesar de que uno de ellos ya no esté.
Pepe de Lucía atiende a Vozpópuli para hablar de Pepito y Paquito. Un disco con 21 canciones que estaban perdidas, ni él las conocía, que fueron grabadas en su infancia y que fueron descubiertas 60 años después guardadas en una lata de membrillo.
