¿Alguien ha olvidado aquella tórrida interpretación del Happy Birthday, Mr. President que en 1962 regalara Marilyn Monroe a su amor, posible o imposible, John F. Kennedy? Fue un momento mágico en la historia de la cultura popular del siglo XX. Y como responsable del sonido, estaba un tal Phil Ramone.
Veamos también qué tienen en común todos estos discos: Still crazy after all these years de Paul Simon, Just the way you are o 52nd Street de Billy Joel, la banda sonora de la película Flashdance, Playin’ with my friends o The art of romance de Tony Bennett. Todos ganaron algún premio Grammy y en los controles de todos ellos estaba la misma persona, Phil Ramone.
Productor e ingeniero de sonido, Ramone moría el 30 de marzo a los 79 años. Su importancia en el mundo de la música moderna no sólo ha de medirse por el número de premios conseguidos. Discos de Frank Sinatra, John Coltrane, Ray Charles, Barbara Streisand o Bob Dylan han tenido a este mago tras la mesa, y por ello fue conocido con el apelativo del Papa del Pop.
Nacido en Sudáfrica, pronto se mudó a Estados Unidos para continuar sus clases de violín, que abandonó para fundar los A&R Studio Recordings. Como productor, arreglista, compositor o ingeniero de sonido fue capaz de abarcar innumerables estilos, del jazz al folk, de la música estándar americana al pop o el rock, siempre con la premisa de la calidad y la elegancia como bandera. Por ello, en alguna ocasión declaró que más allá de la perfección, los grandes discos tratan principalmente de los sentimientos.
Nunca estaremos más de acuerdo con esa manera de pensar.