A usted, yo —encima de que me lee—no le voy a engañar. Pensamos buscar un título general que amparase esta aventura de avanzar pequeños aforismos en un gran periódico digital, casi como el sueño de J.R.J. de publicar poemas en la prensa política diaria. Se me ocurrió que, puesto que soy de pueblo, algún guiño a mi localidad, El Puerto de Santa María, justificaría esta idiosincrasia de no darme muy por enterado de la actualidad, como sentado en silencio mirando el horizonte. Siendo Madrid el rompeolas de las Españas (Machado dixit), no estaría mal remarcar que escribo desde la escollera del río Guadalete, por el contraste. Además, la aliteración con los escolios cascabelea y rinde un homenaje a Colete Gómez Dávila. Esa era toda la verdad. Pero en el último momento, aún con dudas, he ido al diccionario y he encontrado esta definición: "Escollera: obra hecha con piedras echadas al fondo del agua, para formar un dique de defensa contra el oleaje". ¿Qué son los aforismos sino piedras echadas al fondo del agua? Ojalá acaben formando, con paciencia, un dique de defensa —de usted y mía— contra la mar tan picada de estos tiempos. Ahí van —al fondo— las primeras piedras:
Cuántas veces la tristeza es, apenas, una falta de atención.
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Un aforismo es una columna que ya escribirá el lector, si quiere.
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¿No podrían aprender las cámaras de fotos a tener la caridad de los espejos?
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Ariginalidad
Cualidad de un escrito que no es nuevo, pero que tiene la virtud de recordarte y, sobre todo, de iluminar sus precedentes. Es una cualidad también valiosa —a menudo, más.
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Los pensadores franceses son únicos utilizando el inglés con una entonación peyorativa para acuñar con ellos los conceptos más detestables.
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Mi vanidad es tan menesterosa que cuando me critican me alegro muchísimo de que hagan caso.
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Aforismo: antónimo de apriorismo.
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Plan y Circe
Los emperadores contentaban al pueblo con pan y circo. Casi idénticos, los nuevos césares lo hacen con plan y Circe: cualquier plan estatal de fomento del subsidio, que es el pienso, mientras hacen que hocemos hacinados.
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La dignidad es a los derechos lo que el honor es a los deberes.
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Anécdota de escritor que puede elevarse a categoría. La mayoría de las erratas y de los errores provienen de las correcciones de última hora.
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Ahora andamos esposados al reloj mientras que antaño lo teníamos encadenado.
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A los más jóvenes no les envidio su juventud, sino que tienen aún más margen de madurez y de vejez que yo.
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El problema de la equidistancia, no es la distancia, que está muy bien, sino la equis, que despeja siempre hacia el mismo lado.
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Magia
Para hacer desaparecer a alguien, el mejor truco del mundo es la estadística.
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El tiempo que dedicamos a loar la tolerancia o a entonar las excelencias de la conciliación o a monologar sobre el diálogo, lo perdemos de atender a lo que dice el otro.
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Inscripción para el portón de un cementerio.
Primum vivere, deinde philosophari.
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Soy partidario de afirmar con Schopenhauer que "en nuestro universo monógamo, casarse es perder la mitad de los derechos y duplicar los deberes"; pero celebrándolo.
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Un hombre vale lo que valga su palabra. Un principio general que emociona a un poeta.
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Prototeodicea. Antes de responder a la pregunta de por qué Dios permite el mal, conviene constatar que no podríamos hablar de mal si no existiese Dios. Ni de bien. Todo sería casual, sin sentido, indiferente, ruido y furia, química caprichosa y estadística recreativa… La existencia del mal no niega la de Dios: la presupone. Que exista el mal será, después, la condición para enfrentarlo, para remediarlo e, incluso, para negarlo en última instancia.
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¡Cómo me gustaría ser un misántropo encantador, pero en la práctica no logro que me encaje del todo el oxímoron!
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No hagas profesiones de humildad. Sé un amateur.