Esteban González Guinart es abogado y Alejandra Meléndez García periodista. En esta ocasión han actuado, ante todo, como lectores. Al comienzo de la cuarentena, durante una conversación sobre las posibles consecuencias económicas que la crisis desatada por la Covid-19 tendría sobre el pequeño comercio, pensaron ambos en el futuro de las librerías, lugares de los que son asiduos y que ellos entienden como propios.
Decidieron impulsar el proyecto Sigue Leyendo, una iniciativa privada y sin ánimo de lucro que quiere contribuir a que las librerías puedan seguir vendiendo libros durante el tiempo que dure la cuarentena. La intención es agrupar a todas las librerías que así lo deseen y convertirse “en un sitio de referencia para los lectores que quieran sumarse a la campaña”, describen ambos al ser preguntados por esta iniciativa.
Sigue Leyendo comenzó a funcionar el día 6 de abril. El mecanismo es sencillo: las personas pueden ayudar a la librería que elijan por medio de bonos llamados #ValeParaLeer, que van desde 5€ hasta 50€. El importe es destinado a la librería seleccionada y el usuario podrá canjearlo por libros cuando se levanten las medidas de confinamiento a causa del coronavirus.
“Queremos que cuando todo esto pase, nuestras librerías de cabecera, donde vamos a por libros, historias, amigos y conversaciones, sigan en el mismo sitio donde las dejamos”, explica Alejandra Meléndez García, al momento de describir un proyecto que ha dado de alta durante su primera semana a nueve librerías de Madrid, Valencia, Alicante Puertollano y Urueña
“Los lectores hacen una compra por adelantado y las librerías pueden tener un poco de liquidez para hacer frente a sus gastos mensuales. El funcionamiento es sencillo para el usuario y para las librerías, no es necesario registro y cada domingo les enviamos a las librerías inscritas el dinero que han recaudado durante la semana”. Hasta ahora han conseguido recaudar 5.000 euros.
“Nos parece importante subrayar que, cuando se contribuye a esta iniciativa, no solo estamos apoyando a nuestros libreros, sino que también estamos ayudando a sostener la cadena de distribución de un sector especialmente castigado por esta crisis: libreros, distribuidores, editoriales y escritores, con todos los empleos directos, indirectos e inducidos que el sector del libro genera”, plantea Esteban González Guinart.
“La lectura, la cultura, el intercambio de ideas, la educación es la única forma de crear sociedades tolerantes y libres. Y más en estos tiempos. A eso nos referimos cuando decimos que son más que comercios”; proponen González Guinart y Meléndez. Es pronto para asegurar o aventurar cambios, pero esperan que “el gobierno sabrá reconocer que los libros son un bien esencial”.