Lo más lógico es que fuese él. Desde el día anterior sonaba el cineasta estadounidense Martin Scorsese como candidato al Princesa de Asturias de las Artes junto a otros nombres como Antonio Banderas o Joan Manuel Serrat. Y así ha sido. El jurado ha decidido concederlo a quién, sino a él, el creador de Taxi y Casino, uno de los cineastas icónicos y ya clásico del siglo XX. Otro nombre de tomo y lomo para unos premios muy volcados en llevar a Oviedo los nombres de relumbrón de las artes y las ciencias. Nadie puede negarlo, Scorsese es uno de esos nombres. Una de esas mayúsculas.
Nacido en el barrio neoyorquino de Little Italy, en el seno de una familia de origen siciliano, Scorsese estudió Literatura Inglesa y Dirección Cinematográfica en la Universidad de Nueva York, una sensibilidad que empapa toda su filmografía. Más de la mitad de sus 24 películas son adaptaciones literarias. Desde Toro salvaje, La edad de la inocencia y Uno de los nuestros, hasta El lobo de Wall Street -retablo moral de una Norteamérica que se caía a trozos- o La invención de Hugo, basada en el libro infantil de Brian Selznick. Scorsese es un inmenso creador justamente porque en él vive un lector voraz.
Más de la mitad de sus 24 películas son adaptaciones literarias. Scorsese es un inmenso creador, porque en él habita un voraz lector
Con Memorias del subsuelo (1864), de Fiódor Dostoyevski, y Falso culpable (1956), de Alfred Hitchcock como referentes literarios y cinematográficos, Scorsese hizo Taxi driver un retrato del aislamiento humano que convierte al sonámbulo Travis -un ciudadano de poca educación y ex soldado conductor de un taxi- en un pistolero que toma la justicia por su mano. Logró su primer gran premio internacional en el Festival de Cine de Cannes de 1976 con la Palma de Oro por esa película. En la que todavía brillan, aún después de 40 años, las piedras preciosas de un rey como él.
Convertido en un personaje legendario del cine contemporáneo, Martin Scorsese es uno de los creadores cinematográficos más destacados del movimiento surgido en los setenta denominado Nuevo Hollywood, al que también pertenecen otros grandes del cine mundial como George Lucas, Francis Ford Coppola –Premio Princesa de Asturias de las Artes 2015– y Steven Spielberg. Él habita un tiempo y ha generado una estética del siglo al que perteneció. Ha sido capaz de descifrarlo en sus claves esenciales.
Con Memorias del subsuelo (1864), de Fiódor Dostoyevski, y Falso culpable (1956), de Alfred Hitchcock como referentes literarios y cinematográficos, Scorsese hizo Taxi driver
Ha dirigido 24 largometrajes de ficción, catorce documentales y capítulos de series de televisión, además de haber participado como actor en una veintena de filmes. Es autor de películas que ya forman parte de la historia del cine, como Malas calles (1973),Taxi driver (1976), Toro salvaje (1980) –que le valió el Oscar a Robert De Niro–, Uno de los nuestros (1990), Casino (1995), El lobo de Wall Street (2013) o Infiltrados (2006), con la que ganó su único Oscar al mejor director, categoría a la que estuvo nominado nueve veces.
En 1990 creó The Film Foundation, una organización destinada a preservar y exhibir cine clásico y que ya ha restaurado más de 800 películas, además de organizar charlas y proyecciones para estudiantes. Sus películas han cosechado veinte Oscar en distintas categorías, once Globos de Oro y 23 BAFTA británicos. Además, Scorsese es doctor honoris causa por la Universidad de Bolonia (Italia) y la Escuela Nacional de Cine de Lódz (Polonia) y recibió, entre otras distinciones, el León de Oro del Festival de Venecia. En mayo de 2018 recibirá en Cannes la Carrosse d’Or de la Societé des Réalisateurs de Films durante el homenaje que se le rendirá en la Quincena de Realizadores.