Cultura

Simone Veil: el humanismo y el valor de la mujer del siglo XX

Llega a los cines un retrato íntimo de la primera mujer nombrada ministra en Francia, superviviente del Holocausto y europeista

En un momento de polarización política, hace apenas unos días, el pasado 24 de noviembre, el parlamento francés dio ejemplo de consenso, algo tan poco habitual en el paisaje político actual. La cuestión era la inclusión del derecho al aborto en la Constitución, una propuesta del partido de izquierdas Francia Insumisa que votaron a favor casi todos los grupos, incluido el grupo de Marine Le Pen, y que salió adelante con 337 votos favorables y 32 en contra.

Esta votación se ha producido medio siglo después de que la abogada y política francesa Simone Veil (Niza, 1927-París, 2017), primera mujer en ser nombrada ministra en el país galo, pronunciase un histórico discurso en la Asamblea Nacional, con motivo de la ley que promovió para despenalizar el aborto en Francia. "Ninguna mujer recurre alegremente al aborto. Basta con escucharlas. Es y será siempre un drama", dijo ante los parlamentarios.

En este contexto, este viernes llega a los cines españoles Simone Veil: la mujer del siglo, un retrato íntimo de una de las mujeres que más ha luchado por los derechos de las mujeres, pero también de uno de los personajes políticos más comprometidos con todas las causas sociales, un símbolo de las víctimas del Holocausto -pasó varios años en un campo de concentración y perdió allí a parte de su familia- y un ejemplo de europeísta convencida que constituye un referente político cinco años después de su muerte.

Simone Veil era un "modelo de resiliencia, de fuerza, de voluntad, de humanismo, de empatía y de valor", señala la actriz

La actriz Elsa Zylberstein es la impulsora de este proyecto, en el que interpreta a este personaje político y que navega tanto en su faceta pública como en los dilemas y las dificultades de una mujer a la que describe como "modelo de resiliencia, de fuerza, de voluntad, de humanismo, de empatía y de valor", tal y como ha señalado la intérprete en declaraciones a Vozpópuli durante su visita a Madrid con motivo del estreno del filme en los cines españoles.

Zylberstein conoció a Simone Veil en 2008, cuando le hizo entrega de un premio, y tuvo la oportunidad de estar en su casa y conocer a su marido y también a sus hijos, con quienes mantiene amistad. Desde el principio, la actriz quedó impresionada por su "carisma y su fuerza", y también por una "cierta timidez" y también "profundidad".

Tras su fallecimiento, en el verano de 2017, supo que era el momento de hacer una película sobre su vida y se puso en contacto con productores y con el director Olivier Dahan, responsable de llevar al cine la vida de Edith Piaf en La vie en rose (2007), película por la que la actriz Marion Cotillard ganó el Oscar a la mejor actriz. "Supo captar muchas facetas y sabía que podría iluminar correctamente a esta mujer, así como dar un sentido novelesco y sacar las emociones", señala.

Simone Veil y el éxito en Francia

Simone Veil: la mujer del siglo ha llevado a las salas de cine francesas a más de dos millones de personas y, en palabras de la impulsora de este proyecto, cree que una de las claves es haberse convertido en "eco de lo que está ocurriendo ahora". "Podría decirse que es una película de utilidad pública y que ha salido de su época. Nunca creí que fuera tan actual: el aborto, los derechos humanos, la batalla contra los totalitarismos, por Europa y por la dignidad", ha apuntado.

"Simone Veil ve lo monstruoso y va hacia la luz. Lo que admiran los adolescentes es su recorrido, su combate constante por haber salido del infierno, y eso es algo que reproducen todos. Obviamente, su lucha para despenalizar el aborto es importante, pero no es solo eso. Fue una gran feminista y combatió por la igualdad con los hombres, pero les amaba, y luchó por la vida de los seres humanos", agrega.

Zylberstein no tuvo líneas rojas por parte de la familia de Simone Veil, que siempre estuvo de acuerdo con el guion de la película

Zylberstein no tuvo líneas rojas por parte de la familia de Simone Veil, que siempre estuvo de acuerdo con el guion de la película y que mostró sinceridad sobre el resultado. En cualquier caso, ha resaltado que su objetivo nunca fue interpretarla, sino "encarnarla" y "entenderlo todo" sobre ella, para lo que habló con todas aquellas personas que habían convivido con ella, desde su ayudante en el Parlamento cuando se aprobó la ley que despenalizó el aborto, a su secretaria, miembros de la familia o sus amigos.

"Quise hacer la película de una mujer que se quita el moño y ver qué hay detrás de la armadura, a través de su madre, su hermana o su marido. Me nutrí de su tremenda empatía e imaginé para entrar en la intimidad de personaje", concluye la actriz.

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