Tras el aplazamiento de las negociaciones entre el Museo Thyssen Bornemisza y el Gobierno, el director artístico de la pinacoteca, Guillermo Solana, ha asegurado que colección privada de Carmen Thyssen continuará en la institución, aunque cree que será en septiembre cuando se inicie formalmente la negociación sobre las condiciones de la cesión. Así lo ha hecho saber Solana durante los cursos de Verano del Escorial, en los que participó este viernes.
Carmen Thyssen aseguró hace un mes que las negociaciones, cuyo último plazo concluía el próximo 30 de junio, se habían prorrogado "unos meses" y que estaba "contenta" con el desarrollo de las mismas. Solana reforzó la línea de esas declaraciones y subrayó el interés por que las obras continúen en la sede del museo. "Tita quiere que la colección siga y el Gobierno quiere que la colección siga (…) Lo que no sé es cuando o de qué manera se va a firmar ese acuerdo que estabilice esa continuidad, pero la voluntad está ahí. Lo que la baronesa quiere -ha dicho- es encontrar un acuerdo mejor para firmarlo por diez años o por más".
El origen de la colección se remonta a mediados de los ochenta, cuando el barón Hans Heinrich formalizó un acuerdo con sus hijos para evitar la dispersión de la colección de su padre, que él había ido aumentando. De esa separación surgió la Colección Carmen Thyssen, que unida a la del barón Thyssen (y que fue adquirida por el Estado en 1993 por más de 44.100 millones de pesetas, es decir 265 millones de euros), permite hacer un recorrido por la historia de la pintura europea desde sus inicios en el siglo XIII hasta las postrimerías del siglo XX. El préstamo de la colección de Carmen Thyssen se firmó en 1999 por diez años y se fue actualizando de forma anual desde 2011.En 2016 se renovó la cesión por seis meses y, desde enero de 2017 se han ido sucediendo distintas prórrogas, cada una de tres meses, excepto la acordada el pasado 12 de julio, que habría concluido el 31 de diciembre, y la última, que también ha sido de seis meses.
Según Carmen Thyssen, su colección está valorada en 1000 millones de euros. El Estado en cambio la valora justo en la mitad del precio que la baronesa colocó sobre la mesa de negociaciones: 500 millones de euros. Según ha publicado la prensa, las negociaciones de la permanencia de la colección dependen directamente de la vicepresidenta de gobierno, Carmen Calvo. “Ha sido una de las mejores ministras de Cultura que ha tenido España y entendió siempre muy bien lo que es el arte”, aseguró ayer Carmen Thyssen nada más conocer su nombramiento a mediados de junio.