Cultura

Sean Price Williams: "Los viejos siempre juzgamos a los jóvenes, pero es una estupidez"

El veterano en la dirección de fotografía debuta en la dirección de largometraje con un road trip de descubrimiento en la América contemporánea

Sean Price Williams es un veterano director de fotografía que ha trabajado con cineastas de la talla de Abel Ferrara o Sean Baker (ganador de la Palma de Oro en la pasada edición de Cannes). Aquella posición, a pesar de poder resultar cómoda, no le resultó suficiente, por lo que se lanzó a dirigir su primer largometraje, The sweet east, protagonizado por Talía Ryder, y con un elenco en el que se suman Jacob Elordi, Simon Rex o Ayo Edebiri, entre otros.

En esta película, narra la huída de Lillian, una joven que aprovecha una excursión escolar para tratar de descubrir el mundo y, al mismo tiempo, navegar por las subculturas americanas. Con motivo de su estreno en los cines, Sean Price Williams ha charlado con Vozpópuli.

P: Este es su debut como director, pero lleva muchos años en la industria. ¿Qué le hizo dar el paso y cuáles fueron sus miedos?

R: La verdad es que nunca quise ser solo un director de fotografía, aunque es un trabajo genial, es el mejor de todos: viajas mucho, puedes probar muchas cosas diferentes y si la película es mala no es culpa tuya, pero si es genial o buena, te lo deben a ti en parte. Es una situación en la que siempre sales ganando y encima te pagan, así que no está mal. Pero mi sueño siempre ha sido dirigir y en un momento dado acabé frustrándome porque rodabas una película y luego, al ver el montaje te dabas cuenta de lo mucho que había cambiado y te preguntabas por qué cortaban escenas. Esa fue una de las razones que me hizo decidir que ya era el momento de hacerlo yo. Desde que lo ha hecho he entendido muchas cosas. Cuando estás rodando dices: esto es maravilloso, es lo más impresionante, pero luego en el montaje te das cuenta de que no funciona y después de estar en esto tanto tiempo no está mal entender cómo funciona realmente, fue una buena lección.

P: Esta película se ha descrito como una "road movie" de descubrimiento ("coming-of-age") en la América de Trump. ¿Cómo la describe?

R: En la película tuvimos mucho cuidado de nunca pronunciar el nombre de ese hombre, y nunca hacer una alusión directa a este señor. Ya se ha hablado bastante de él, creo. En cuanto a la "road movie", nunca pensamos en ello durante el rodaje de la película, porque siempre hay una connotación de viaje, de desplazamiento o de distancia, y en nuestra película solo transcurría en una carretera, la autovía 95 de la costa este. Muchas veces las distancias son hora y media, no se puede decir que sea la clásica "road movie". Hay reglas, elementos que determinan el género y no nos interesaba realmente enfrentarnos a eso, aunque al final acaba siendo una road movie. Lo cierto, en cualquier caso, es que es una película de descubrimiento. Ahora mismo no pienso en ninguna coming-of-age estadounidense, lo que hacemos aquí son comedias adolescentes, pero los franceses sí.

P: La película arranca con un suceso basado en historias reales a partir de un bulo sobre explotación infantil, puede parecer cómico pero las teorías de la conspiración ganan cada vez más terreno. ¿Qué mirada le interesa sobre este tema?

R: No teníamos ni idea de si se conocía fuera de Estados Unidos. Lo bueno, es que nadie murió en la "pizzagate", nos pareció un acontecimiento seguro para hacer una referencia en la película. Normalmente las conspiraciones son muy imaginativas. Muchos amigos nuestros se entusiasman con ellas, pero últimamente no me gustan tanto porque se han convertido en demasiado creíbles. No me gusta nada que la gente caiga en ellas. Antes no ocurría así, y podías empezar una conversación sobre ellas, pero ahora lees una teoría de la conspiración y puedes pensar que es verdad, y siempre discuto con mis amigos. Estas teorías se están volviendo muy peligrosas, no me gusta cuando se toman como hechos auténticos.

P: ¿En qué medida esta película bebe de sus experiencias juveniles? 

R: Se basa bastante en sucesos de cuando era adolescente. El viaje a Washington DC, hicimos también un viaje así cuando éramos adolescentes y mi novia de entonces se fue y tuvimos que encontrarla. Al final la encontramos en la estación principal de Washington. Estuvimos seis horas buscándola.

P: La idea era buscar una comedia pero no se entendió así. 

R: Siempre que ruedo una película pienso: "¿En qué sección de la tienda la colocaría yo? La peor sección era siempre ha indie, la independiente. Sé que no es una comedia siempre, pero hay que tomarla como tal. Es un género que hoy en día no se respeta. Tengo una colección de DVD enorme, unos mil y pico, y ayer empecé a buscar una comedia y me di cuenta de que apenas tenía. Es alucinante. Quizás solo un uno por ciento.

"Conozco a jóvenes que han visto las ocho horas de película de Andy Warhol sobre el Empire State Building y no conozco a nadie de mi edad que lo haya hecho"Sean Price Williams, director

P: Talia Ryder tiene un magnetismo increíble que ya demostró en Never Rarely Sometimes Always. ¿Por qué ella era la actriz idónea para esta película? Hay en ella una mirada fascinada, ¿era importante encontrar a una intérprete con poca experiencia?

R: Ella se mudó a Nueva York cuando era bastante pequeña para trabajar en el musical de Broadway, tanto ella como su hermana. Es verdad que no es la típica actriz que haya sido desde pequeña. Su madre es una terapeuta, su hermana y ella son muy normales realmente y eso fue uno de los regalos de esta película, conocerla. No había visto mucho de lo que había hecho y no me gustaba cómo la vestían. Cuando la buscas, sus fotos son muy distantes, pero cuando la conocí esperaba eso y me di cuenta de que no era para nada así. Me entusiasmó. Nunca me hizo sentirme como un viejo. Al principio me preocupaba bastante que la gente pensara en por qué estos hombres de mediana edad quisieran hacer esta película, y nunca me sentí así. Para mí era importante que nadie cuestionara por qué era el director. Era muy importante cómo me hizo sentir ella durante el rodaje.

P: He leído que Ryder tuvo margen para aportar su propia historia. ¿En qué medida ha contribuido con sus experiencias?

R: Su contribución fue que nos hizo creer en la película. La segunda semana de rodaje fue muy divertido, porque fue cuando rodamos con Ayo Edebiri y Jeremy O. Harris, con quienes tenía una química alucinante porque eran amigos. Entre toma y toma aquello era como una fiesta, lo que me aportó muchísimo: energía, entusiasmo, y me hizo sentir que todo lo que ocurría era algo fresco.

P. ¿Cree haber entendido cómo perciben los jóvenes el mundo de hoy, la América actual?¿Cómo cree que se sienten al hilo de los acontecimientos, sobre todo políticos? ¿Es posible que se sientan más perdidos de lo que lo estuvieron los adultos de hoy entonces?

R: No voy a decirte que lo sepa, pero sí entiendo cuando hablo con gente joven, no me parecen tan extraños o diferentes de lo que fui y sigo siendo. Nick y yo hablamos de verdad de lo desesperanzador que debe ser para ellos hoy en día. Pero también nosotros nos enfrentamos a guerras, el cambio climático parece hoy que es más peligroso. ¿Hasta qué punto les afecta cuando se reúnen y lo pasan bien? Lo que tengo claro es que disponen de más drogas de lo que jamás he dispuesto yo para pasarlo bien y hacer locuras. Es diferente pero tampoco lo es tanto. Los viejos siempre juzgamos a los jóvenes, hablamos de su falta de paciencia y de su poca atención, pero es una estupidez decir eso. Su falta de atención quizás es muy bueno, pero pronto se van a aburrir de los móviles. Conozco a jóvenes que han visto las ocho horas de película de Andy Warhol sobre el Empire State Building y no conozco a nadie de mi edad que lo haya hecho.

"Ya aguantamos cuatro años de Trump, no nos mató. Puede ocurrir otra vez, lo superaremos y sobreviviremos, eso es lo que siento realmente. No entremos en pánico"Sean Price Williams, director

P: ¿Qué espera de las elecciones presidenciales de EEUU y qué piensa hacer?

R. Yo siempre voto pero no quiero ese debate de si las elecciones son válidas o no. Es una pérdida de tiempo y quiero que quien gane, gane de verdad. No quiero que haya malos perdedores, no queremos perder el tiempo. Si pierdes, vuelve a presentarte en cuatro años y para eso las tenemos. ¿Has perdido esta? Pues apáñatelas para ganar las siguiente. Ya aguantamos cuatro años de Trump, no nos mató. Puede ocurrir otra vez, lo superaremos y sobreviviremos, eso es lo que siento realmente. No entremos en pánico, no vale la pena.

P. ¿En qué momento cree que se encuentra el cine independiente estadounidense? ¿Hay cierta uniformidad en las propuestas?

R: El cine en general en Estados Unidos no es muy bueno, sobre todo por la distribución. Se pueden hacer buenas películas, pero ni se ven. Soy hijo de la tienda de vídeos y era maravilloso descubrir películas así. De pronto, te mueves en un espacio y ves una película que te atrae. Ahora nos guían, todos seguimos los mismos pasillos, no hay ni un descubrimiento y creo que ese es el problema. Estoy seguro de que se pueden hacer grandes películas, de que hay gente para hacerlas, pero una película como la nuestra no va a hacer dinero. El hombre que ha pagado por nuestra película no lo va a recuperar nunca. Ha recuperado algo pero ha perdido bastante.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli