El guionista y director Enrique Urbizu estrenó en 2011 No habrá paz para los malvados y en 2018 llevó a la televisión la serie Gigantes. Ambas producciones fueron un éxito para el público y la crítica y ahora prueba suerte con una combinación con la que está dispuesto a no dejar escapar a ningún espectador. Libertad es el título de su nueva ficción, que llega este viernes tanto a los cines como a la televisión en un doble formato -serie y película- aunque con una idéntica historia.
Urbizu se adentra en el siglo XIX con una historia de bandoleros, algo que siempre había soñado, según ha contado a Vozpópuli, desde su "vocación de cineasta desde la infancia" y como "espectador" de Curro Jiménez cuando era un "chavalín". "Lo llevo tatuado en la piel", ha asegurado el cineasta, que en esta ocasión dirige a Bebe, Isak Férriz, Xabier Deive, Jorge Suquet, Pedro Casablanc, Luis Callejo o Ginés García Millán, entre otros.
La cantante Bebe da vida en esta ficción a Lucía la Llanera, una mujer que ha pasado 17 años en prisión y que ha sido indultada en el último momento. Allí ha criado a su hijo, Juan, que nació en prisión y que no conoce el mundo exterior ni tampoco a su padre, Lagartijo, un célebre bandolero. Madre e hijo tratarán de vivir la libertad y para ello tendrán que sobrevivir a las cuadrillas de escopeteros que les persiguen.
La serie es profundamente antiviolenta, pero estamos en un ambiente y en unas tierras que eran crueles y duras, en las que había mucha miseria, mucha hambre, mucho analfabetismo, y donde hay todo eso hay violencia, hay delito y hay muerte"
Urbizu (Bilbao, 1962) ambienta esta historia a principios del siglo XIX pero, a diferencia de otras ficciones, elimina cualquier atisbo de romanticismo e incluso se recrea en lo más salvaje. "La serie es profundamente antiviolenta, pero estamos en un ambiente y en unas tierras que eran crueles y duras, en las que había mucha miseria, mucha hambre, mucho analfabetismo, y donde hay todo eso hay violencia, hay delito y hay muerte", afirma el director, quien defiende el "tratamiento respetuoso y naturalista" de esta ficción, en la que "no hay espectáculo con la violencia" pero tampoco se esconde "del todo".
El personaje al que da vida Bebe, Lucía la Llanera, es una mujer fuerte y una madre con agallas, más que cualquiera de los hombres que aparece en esta historia, pero nunca fue la intención de los creadores de esta ficción moldear un personaje femenino "empoderado" tal y como este concepto se entiende en la actualidad, en sintonía con las reivindicaciones sociales del momento presente. "Son cosas de estos tiempos, pero siempre he conocido mujeres empoderadas en el campo, y mi abuela, que era analfabeta de Jaén, tenía unos empoderamientos de la leche. Depende de la vida que te toque, y la vida debía ser muy dura para las mujeres en aquella época, más que para los hombres", apunta.
La Llanera "no tiene ninguna conciencia de género ni de clase, ni representa a nada ni a nadie, solo a sí misma y a su condición de madre protectora del hijo", por lo que "lo demás le trae sin cuidado". "Es una mujer con derecho propio con todo lo que eso significa, no necesita mucho más. Aparte de que es madre y como te pongas en medio te mata. No te pongas delante de una madre enfadada", apunta el cineasta.
Urbizu, tras la España dividida
Uno de los personajes centrales de esta película señala en un momento de la película: "Cada nación es responsable de su reputación". Para Urbizu, solo hay que asomarse a la obra de Goya para darse cuenta de que el país sigue siendo "la España de a garrotazos". "Seguimos siendo esos dos seres enterrados hasta la rodilla, inmovilizados, que no se pueden desplazar y que están obligados a pelearse permanentemente", señala el cineasta en referencia al famoso Duelo a garrotazos del pintor español.
"Somos un país que todavía no ha encontrado acomodo, no ha habido dos generaciones seguidas que hayan vivido una estabilidad más o menos razonable. Seguimos sin haber aprendido a convivir y a pensar como una comunidad unida. Seguimos, por desgracia para nosotros, a garrotazos"
"Somos un país que todavía no ha encontrado acomodo, no ha habido dos generaciones seguidas que hayan vivido una estabilidad más o menos razonable. Seguimos sin haber aprendido a convivir y a pensar como una comunidad unida. Seguimos, por desgracia para nosotros, a garrotazos", ha destacado en referencia a esa España actual que tan bien se refleja en su nueva ficción.
Su deseo, si puede, es seguir "dándole una vuelta" a las historias del país, aunque como profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, insiste a sus alumnos jóvenes en que les toca a ellos "seguir mirando hacia atrás, a poder ser sin ira" para hablar de quiénes son los españoles y de dónde vienen. "Del siglo XIX queda mucho por contar y tenemos un país y una historia que es riquísima, con un plató cinematográfico al que vienen a rodar todas las cinematografías del mundo. Deberíamos saber aprovecharlo", ha recalcado.
Avalancha en los cines tras la pandemia
La apuesta de Urbizu es doble y hace las paces con dos ámbitos aparentemente antagonistas: el mundo de las plataformas y los cines. Sobre el cambio de paradigma y las dudas acerca de lo que va a pasar con las salas, el cineasta tiene claro que "en cuanto las circunstancias lo permitan va a haber una avalancha de consumo en los cines". Aunque cree que "las salas ya estaban de capa caída antes de la pandemia" y que "había muchos intereses comerciales en que esto fuera así", señala también que ha habido una "clara saturación de contenidos".
Del mismo modo, considera que lejos de la "mirada cautiva e impactante" de la televisión, el público agradecerá que le cuenten algo "en media hora o dos horas", y recuperar ese consumo audiovisual en el que uno no pueda "intervenir, interrumpir, parar, cortar o acelerar". "Me juego un pollo de goma a que Tom Cruise está rodando Misión Imposible 7 para las salas y que no se está jugando los cuartos para estrenar solo en la televisión", concluye.
Navibel
ufff...Yo he intentado ver el primer capítulo y ...¡Que aburrimiento! ¡Qué malos actores! Quizás mas adelante sea más visible, pero yo no la voy a ver. Es mi opinión, claro. Es que, en cuanto a series, Fargo me ha dejado el listón muy alto...
Juan
Gracias Urbizu por propagar y continuar con el estereotipo del bandolerismo del XIX, contado en primer lugar y como siempre por los ingleses de la época, en un cuento que nos encanta abrazar. Viví un lustro en GB y puedo asegurarle que sus caminos están llenos de historias de bandoleros ajusticiados sobre el terreno, pero claro, eso ellos no lo cuentan, pues eran el epítome del progreso y el orden social... Sigamos hablando mal de nosotros, que ya están los demás para hablar bien de ellos mismos...otra película prescindible, en resumen.
Robustiane
Espero que no falte ningún mantra ultraizquierdista ni ningún estereotipo feminazi eh? Ya me lo contará alguien, porque si es por mi ya estabais muertos de hambre...o trabajando.