El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, han mantenido una reunión telemática de trabajo con los sectores que integran la Cultura para identificar medidas de apoyo viables para dicho sector en medio de la pandemia del coronavirus. El encuentro comenzó a las cuatro y media de la tarde y acabó poco antes de las diez y media. Poco titulares y muchos futuribles.
Montero y Rodríguez Uribes se han comprometido a designar un equipo de trabajo de ambos ministerios que estudie las medidas más urgentes, inmediatas y concretas que les haga llegar cada sector, que hayan sido previamente diseñadas con los equipos directivos del Ministerio de Cultura. El objetivo marcado es que, en el mínimo tiempo posible, se pueda llevar al Consejo de Ministros un primer paquete de medidas de apoyo urgentes para el sector.
El encuentro comenzó a las cuatro y media de la tarde y acabó poco antes de las diez y media. Poco titulares y muchos futuribles
Tal y como aha difundido ministerio de Cultura, se trabajará "en una estrategia a dos velocidades: una con propuestas de aplicación urgente e inmediata que ofrezca una red de protección al sector y otra, a medio plazo, con reformas que permitan la reactivación del mismo una vez superemos la crisis sanitaria en el marco del Estado de Alarma. El ministro de Cultura y Deporte ha hecho extensiva la voluntad de conseguir un Pacto de Estado por la Cultura, iniciativa que ha sido bien recibida por los sectores.
La toma de contacto ocurre tras ocho días de una comparecencia en la que Uribes mostraba poca voluntad de conocer las necesidades del sector así como un absoluto desconocimiento de las medidas que podrían adoptarse. Las críticas fueron unánimes, de ahí el cambio de orientación y la repentina voluntad de encuentro.
La industria editorial
De momento, el sector libro ha valorado la reunión en términos vagos. "El sector del libro ha acudido a la reunión con un paquete de medidas que considera esenciales tanto en los actuales momentos como una vez que se ponga fin a la emergencia sanitaria. Entre estas medidas se encuentra, como prioritaria e inmediata, garantizar la liquidez de las empresas estableciendo una línea de crédito específico para el sector del libro", manifestó a través d aun comunicado la Asociación de Cámaras del Libro de España.
Sobre la mesa, se colocó un pliego de peticiones como la activación del consumo público mediante un programa de compras de libros para las bibliotecas públicas a través del tejido librero, para lo que será necesario cambiar la ley de contrato menor; la activación del consumo privado mediante un bono libro, así como la reactivación del mercado exterior mediante una partida especial destinada a misiones comerciales para la exportación.
Solicitan, además, el apoyo del Gobierno a la campaña de promoción del Día del Libro, trasladado desde el punto de vista comercial al 23 de julio, coincidiendo con el día del libro y la rosa en Cataluña, así la ayuda del Gobierno en la lucha contra la piratería. De momento, no hay medidas concretas.
La situación del sector
La cultura es una de las capas más desguarecidas frente a las consecuencias desatadas por la crisis sanitaria del Coronavirus. Ha sido un golpe bajo. El impacto económico del aplazamiento de la Feria del Libro de Madrid y Sant Jordi, la suspensión de actividades de teatros y cines, así como de los grandes museos como el Prado, el Thysseno el Reina Sofía suponen un duro revés para la actividad del sector cultural tanto en Madrid como en el resto de España.
Hace dos semanas, la Unión de Actores y Actrices hizo público en un comunicado que la crisis generará una perdida económica de 6.853.554 euros y un 23% de despidos entre los intérpretes, debido a la crisis sanitaria desatada por el Coronavirus. El sector empeora su situación, que nunca consiguió remontar del todo los efectos económicos de la crisis de 2008.Hoy esas cifras adquieren otras proporciones.
En un documento conjunto, 33 entidades de las artes escénicas y la música reclaman a las administraciones una batería de medidas extraordinarias que permitan afrontar los efectos del coronavirus. Se han suspendido 30.000 funciones y las pérdidas ascienden a 130 millones de pérdidas.
Los editores, libreros y distribuidores han advertido la gravedad de su situación, que viene dada por la tipología de las empresas que integran el sector. Muchas de ellas, como la librerías, son microempresas. Ese tipo de empresarios conforma un 70% del tejido del libro y están "en riesgo de supervivencia". La paralización de la actividad podría suponer "la reducción en un tercio de la facturación del sector del libro en España, alrededor de mil millones de euros, 800 provenientes del mercado interior y 200 del mercado exterior del libro", asegura el documento.