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Metallica sacude Madrid y culmina su gira europea con dos conciertos de leyenda

Cuatro décadas después, Metallica demuestra que está en forma y no deja indiferente, no aburre con los clásicos y sigue sorprendiendo con el material más nuevo

  • Metallica al completo durante el concierto del domingo en Madrid. -

Metallica es una banda fundacional. Cuando uno escucha uno de sus primeros álbumes, está escuchando la creación de un género: el trash metal. Y cuando uno presencia un concierto de Metallica, está viendo un espectáculo que bien podría presentarse con un cartel que dijera: "Este concierto está hecho por profesionales. No probar en casa".

Esta gira, 'M72 World Tour', es la más larga y ambiciosa de la carrera de los de San Francisco desde que editaron su primer LP, 'Kill 'Em All', en 1983. Con un escenario en forma de donut por el que todos los miembros se van moviendo -batería incluída- y con el público repartido dentro y fuera del círculo -además de las gradas completas- la banda ha encarado un concepto de gira totalmente novedoso: ellos lo llaman 'No Repeat Weekend'.

El estadio Civitas Metropolitano durante el concierto de Metallica.
El estadio Civitas Metropolitano durante el concierto de Metallica.Guillermo Rodríguez

Es decir, tocan dos noches en cada ciudad con dos setlists completamente diferentes -en Madrid, viernes 12 y domingo 14-, de 15 canciones cada uno. No se repite ningún tema, cada concierto es 'exclusivo'. Los asistentes podían elegir ir solo una noche o ambas y presenciar hasta 30 canciones.

Metallica cerró ayer domingo en Madrid la 'pata' europea de este tour que les ha llevado por 14 ciudades y festivales durante este año -en 2023 giraron por EEUU-. El cantante y guitarrista rítmico, James Hetfield, confesó durante uno de los conciertos europeos que afrontar esta gira le causaba miedo e inseguridad por si, a su edad y tras más de 40 años de carrera, no sería capaz estar a la altura. Cabe recordar que, durante la pandemia, tuvo que ingresar en una clínica para superar su alcoholismo.

El cantante y guitarrista de Metallica, James Hetfield, durante el concierto del domingo en Madrid,
El cantante y guitarrista de Metallica, James Hetfield, durante el concierto del domingo en Madrid,EP

Pero el concierto de anoche en Madrid demostró que esos demonios estaban solo en su cabeza. Anoche, Metallica dio una clase magistral de cómo hacer un espectáculo y cómo estar a la altura de un repertorio clásico que no ha envejecido. Cuatro personas sobre un escenario, luces, fuego y pirotecnia llevaron al Metropolitano, a pesar de su terrible acústica -compensada con un alto volumen-, al paraíso del trash metal.

Fue notable, además, la ausencia generalizada de móviles grabando durante la mayor parte del concierto, que tuvo un público completamente entregado a la banda durante casi dos horas. Esa euforia también se captaba en los miembros de la banda, que se movían con gracia y libertad por el 'donut'.

Comenzar un concierto con clásicos como Wiplash, For Whom the Bell Tolls y Ride the Lightning, de sus dos primeros álbumes es fan service y también llevar los clásicos a las masas con una interpretación magistral. Después de eso, más de 65.000 personas corearon The Memory Remains como si fuese un himno de estadio atemporal.

El guitarrista solista de Metallica, Kirk Hammet, durante el concierto del domingo en Madrid,
El guitarrista solista de Metallica, Kirk Hammet, durante el concierto del domingo en Madrid,EP

Metallica diseñó anoche un setlist completamente equilibrado entre las canciones más tradicionales y otras que ya son clásicos contemporáneos, como Lux Aeterna, de su último disco '72 Seasons' (2023). Too Far Gone? no es quizá el mejor corte de este nuevo álbum, pero en directo suena como si lo fuese. Además, dejó un momento memorable: Kirk, guitarrista solista, y Robert, bajista, versionaron a dúo el 'Bienvenidos' de Miguel Ríos en forma de homenaje al rockero español.

Es complicado afrontar un concierto como este sabiendo que una pieza tan clásica y una piedra angular de la discografía de Metallica, como Master Of Puppets (1986), no va a sonar. Pero de ese disco tocaron Welcome Home (Sanitarium) que estuvo a la altura y precedió a uno de los grandes momentos de la noche: Wherever I May Roam, del popularmente conocido como 'Black Album' (1991), su último gran disco de la era clásica del grupo. Ese tema hizo que en el Metropolitano no quedase ni un alma atenta a la final de la Eurocopa y se volcase con James, Kirk, Lars y Robert, la mejor alineación de la noche.

El bajista de Metallica, Robert Trujillo, durante el concierto del domingo en Madrid,
El bajista de Metallica, Robert Trujillo, durante el concierto del domingo en Madrid,EP

En este momento, se encara la recta final del show. La instrumental The Call of Ktulu demuestra lo que saben hacer los chicos de San Francisco y precedió a uno de los grandes clásicos: The Unforgiven. Una balada metalera de las que han marcado el camino del género y han inspirado a tantos. Inamorata, presentado por Hetfield, no sin cierta sorna, como un tema "un poco largo" -12 minutos-, y uno de los cortes de su último disco menos tocados en la gira, fue la canción de "ir al baño" para muchos de los asistentes. Sin duda no se querían perder ni un segundo de los últimos cuatro temas que cerrarían el show.

El clásico Fight Fire With Fire, Moth Into Flame -con un espectáculo de fuego y pirotecnia-, la antibelicista One y el gran colofón de la noche: Enter Sandman. Así se cierra un concierto. Así se reivindica que, cuatro décadas después, Metallica está en forma y no deja indiferente, no aburre con los clásicos y sigue sorprendiendo con el material más nuevo.

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