Motor

Mazda renueva a fondo el CX-5, un SUV que apunta a Premium

Aunque no se trata de un modelo completamente diferente al anterior CX-5, el nuevo SUV de la marca japonesa tiene suficientes cambios como para considerarlo una nueva generación que, ahora, quiere acercarse más que antes a los modelos Premium como el BMW X3, el Mercedes GLC o el Volkswagen Tiguan.

  • El nuevo CX-5 estrena imagen y recibe mejoras en chasis, motores y equipamiento.

Aunque por precio se mueve más en la línea de los modelos más pequeños de las marcas Premium como el X1 o el GLA, por dimensiones, aspecto, calidad o equipamiento, el nuevo CX-5 apunta más directamente a los X3 o Tiguan. Porque esta nueva generación del SUV de Mazda da un pequeño salto en todos los aspectos, y de hecho muchos de sus componentes mecánicos han sufrido modificaciones, como el chasis, la suspensión e incluso los motores

También las dimensiones exteriores cambian ligeramente, y sus 4,55 metros de longitud le hacen 5 milímetros más corto que antes y ligeramente más alto, 1,68 metros. Pero también es algo más pesado, entre 40 y 45 kilos más pesado, en parte por su mayor equipamiento.

Estéticamente, cambia sobre todo por el diseño del nuevo frontal, presidido por una parrilla más pronunciada que acentúa una personalidad muy deportiva. Por dentro el interior incorpora también novedades, y la consola central es algo más alta, acercando la palanca de cambios al conductor para mejorar el confort de conducción.

El habitáculo sigue disfrutando de una de las mejores cotas de habitabilidad del segmento, sobre todo en las plazas traseras. El maletero sí crece algo más, hasta los 506 litros de capacidad, e incorpora ahora el portón con accionamiento eléctrico.

Interior Mazda CX-5 2017.

En cuanto a motores, mantiene la gama del anterior CX-5 pero ya en su última evolución. En gasolina la opción más básica es el 2.0 Skyactiv-G de 165 CV. Y en diesel, el bloque 2.2 Skyactiv-D se desdobla en dos versiones, de 150 y 175 CV. Algo más adelante incorporará además un nuevo motor de gasolina 2.5 de 194 CV, que destaca por su sistema de desconexión automática de cilindros en ciudad para un menor consumo.

De todos los motores, el diesel de 150 CV pasa por ser uno de los más equilibrado, un motor que responde con rapidez, de forma muy progresiva desde bajo régimen y que además resulta muy silencioso. Uno de los diesel más agradables del segmento, de consumos en principio más moderados, pues Mazda anuncia que son un 4,4% más bajos que antes. De todas maneras, no han sido los consumos el aspecto más relevante de los diésel del fabricante japonés.

En marcha se aprecia, eso sí, el trabajo realizado en materia de insonorización, con un parabrisas más grueso, nuevas juntas en las puertas que sellan mejor y más material aislante. Transmite ahora mayor calidad de rodadura sobre la carretera y su confort de marcha es una de sus mejores virtudes.

Para mejorar la eficacia y la seguridad en carretera, el CX-5 incorpora la función «G-Vectoring Control», un sistema que permite mejorar la precisión de guiado y suavizar los cambios de aceleración longitudinal y transversal que se originan en curva.

En españa, la nueva gama CX-5 arranca su comercialización desde 24.600 euros, descuento incluido de la marca, con el motor de gasolina 2.0 de 165 CV y tracción delantera. En diesel, lo hace desde algo menos de 27.000 euros, mientras que las versiones de tracción total suponen ya casi 30.000 euros.

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