El deporte es una de las claves de la vida, al igual que controlar el estado de bienestar propio y social, seguir una dieta equilibrada, rica y variada o hidratarse cada dos por tres. Y cuando todas estas cualidades van de la mano, lo normal es que el cuerpo rinda de la mejor manera posible durante las actividades rutinarias del día a día. Pero para ello, como mucha gente apunta, hace falta compromiso y fuerza de voluntad. No es fácil conseguirlo, pero actualmente mucha gente se encuentra estudiando para ayudar a trazar el camino de otros que por sí solos no pueden hacerlo (o son menos propensos).
Por ejemplo, hacer un buen entrenamiento va mucho más allá del número de repeticiones que se hagan del ejercicio o de los kilómetros que sea una persona capaz de recorrer en la cinta. Todo ello queda anulado si tu compromiso con la alimentación no rema a favor. Por ello es fundamental lo que se ingiere antes y después de una carrera o de una sesión de gimnasio, puesto que la ingesta puede ayudar o dificultar el rendimiento posterior. Estos dos pilares, por lo tanto, han de caminar siempre juntos para así poder aprovechar al máximo cada día de deporte y para que el cuerpo cuente con las proteínas, los lípidos y todo tipo de nutrientes necesarios a diario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. Hace referencia, por lo tanto, a todo tipo de movimiento, incluso el tiempo de ocio, el desplazamiento a determinados lugares o parte del trabajo de una persona. El deporte mejora la salud, apunta también la OMS, quien destaca por otro lado que cuidar la alimentación es algo que debe hacer toda la población, aunque las personas que realizan ejercicio de manera regular han de tener mayor precaución.
Sobre todo por lo que conlleva. Lo que se ingiera antes de hacer deporte influirá en el rendimiento. Es por ello, que la mejor opción para potenciar previamente el cuerpo es el plátano, una fruta que, gracias al potasio que contiene, dotará a quien lo consuma (recomendable una hora antes del ejercicio) de suficiente energía y lo protegerá de posibles calambres durante la prueba. Por otro lado, los alimentos que se consuman después de hacer deporte han de favorecer la recuperación de los músculos, de ahí que se aconsejen proteínas e hidratos de carbono como el pollo, los huevos o el arroz.
Para mucha gente aquí se acaba el control que cada individuo puede hacer sobre el consumo de alimentos en torno al ejercicio diario, olvidándose de otra de las partes clave: los alimentos que han de consumirse durante el deporte. Si la duración es corta (menos de media hora) no hace falta que se tome nada, pero si es más tiempo, se recomienda un alimento en concreto rico en fructosa y glucosa.
El alimento que potencia tu cuerpo mientras haces deporte
En los entrenamientos que se lleven a cabo durante más tiempo, como aquellos que exijan algo más de dureza o intensidad, los médicos aconsejan consumir algún alimento que asegure que los músculos siguen funcionando al máximo nivel y que también sea capaz de prevenir una lesión en el organismo o cualquier tipo de contratiempo en general. El producto en cuestión es la miel, una opción muy interesante y eficaz para todo tipo de deportistas.
Además de mantener hidratada a la persona durante su tiempo de deporte, la miel también puede mantener los electrolitos bajo control y hacer que los músculos rindan lo máximo posible durante el mayor tiempo posible. Se trata de una mezcla de carbohidratos (alimento que contiene fructosa y glucosa) y su consumo es más recomendable incluso que los batidos o bebidas deportivas, puesto que la miel también contiene vitaminas y antioxidantes, dos moléculas muy útiles en el deporte. Es por ello que se recomienda optar por bolsitas de miel (transportables) que permitan llevar "combustible extra" sin la necesidad de invertir grandes cantidades de dinero, por ejemplo, en costosos geles deportivos.
Además de la miel, también se contemplan otros alimentos como el yogur, el plátano o las pasas para ser consumidos en los descansos de largos periodos de deporte. La fruta y el agua, incluso saborizada, son otras dos buenas opciones, sobre todo para mantener unos correctos niveles de hidratación durante la actividad física.