Cada vez más conscientes de la importancia de cuidar nuestro cuerpo, en los últimos años la salud intestinal se ha convertido en una prioridad para muchos. Tener un intestino sano es primordial no solo a nivel digestivo o gastrointestinal, el buen estado de la microbiota también está relacionado con muchas funciones de nuestro cuerpo.
Tener un intestino saludable es importante para evitar molestias y trastornos intestinales, pero también para una correcta salud mental. Esta parte del cuerpo también es llamado ‘el segundo cerebro’, porque cuenta con 200 millones de neuronas que hacen que afecte en el estado de ánimo y las emociones.
Así lo asegura un estudio publicado en la revista 'Gastroenterología y Hepatología', donde se confirma que un desequilibrio en la microbiota intestinal puede afectar al estado de ánimo porque las bacterias del sistema digestivo influyen en la síntesis de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
Además, son numerosos los estudios que investigan la relación que existe entre la calidad de la flora intestinal y afecciones como el estrés y la ansiedad, e incluso enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer.
¿Qué es la microbiota y para qué sirve?
Llamamos microbiota al conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, virus…) que viven en nuestro cuerpo, incluido el intestino, donde recibe el nombre de microbiota intestinal o flora intestinal.
Entre sus numerosas funciones destacan la de mantener el bienestar de la mucosa intestinal, favoreciendo la absorción de los nutrientes, regular la barrera intestinal y mantener activo el sistema inmune ayudando a prevenir la colonización de otros patógenos.
El estado de dicha microbiota, que se estima está formada por aproximadamente 100.000 millones de bacterias, depende de varios factores, entre ellos, la alimentación, la medicación y el estrés.
Alimentos que cuidan de la microbiota intestinal
Diversos estudios sobre la salud intestinal aseguran que existen algunos alimentos que favorecen el crecimiento de las llamadas bacterias buenas del intestino y ayudan a combatir las malas.
Probióticos
Los considerados alimentos probióticos, tan de moda en los últimos tiempos, son aquellos que, una vez fermentados, contienen bacterias vivas y levaduras que favorecen al sistema gastrointestinal creando un efecto barrera. Entre los más populares encontramos el yogur, la kombucha, el vinagre de manzana, el kéfir o el pan elaborado con masa madre.
Ajo
Amado y odiado a partes iguales, el ajo forma parte de nuestra dieta desde hace miles de años, cuando descubrieron que además de ser un sabroso condimento culinario también cuenta con interesantes beneficios a nivel medicinal. Además de rico en fibra, este alimento favorece las digestiones, ayuda a eliminar gases y es efectivo contra algunas bacterias causantes de infecciones intestinales.
Cereales integrales
Cada vez son más los beneficios que llevan a los consumidores a optar por la versión integral de los cereales. Considerados una de las mejores fuentes de fibra, cuentan con efectos probióticos y prebióticos que promueven el desarrollo de las bacterias positivas de la microbiota intestinal. Además favorecen la digestión y reducen la retención de líquidos.
Cacao
Considerado por muchos un alimento no saludable, no hay que confundir el cacao con el chocolate, al que se le añaden otros ingredientes como el azúcar. El cacao en cambio cuenta con muchos beneficios para nuestro organismo que le han otorgado el título de superalimento. Además de mejorar el estado del ánimo, ayudar a la memoria e incluso ayudar a la elasticidad de la piel gracias a sus flavonoides, el cacao es un prebiótico natural que ayuda a mantener en buen estado la mucosas intestinal evitando la colonización de bacterias dañinas.
Aceite de oliva
Considerado el rey de nuestra cocina, el aceite de oliva refuerza el sistema inmunológico frente a los virus y ayuda en la función digestiva. Además, ayuda a combatir el estreñimiento y el crecimiento de las bacterias beneficiosas para la flora intestinal.
Frutas y verduras
Los expertos recomiendan convertir a las frutas y verduras en los principales pilares de nuestra alimentación. Cargados de nutrientes, cuentan con fibra, el mejor aliado para la salud del intestino y del sistema digestivo. Entre las verduras, encontramos buenos prebióticos como el citado ajo, pero también como los espárragos, las alcachofas, el brócoli, el puerro o la cebolla. Algunas de las frutas que mejor cuidan del intestino son las manzanas, la papaya o las ciruelas.
