El verano invita a disfrutar del sol, la playa y la piscina. Sin embargo, para quienes usan lentillas, estas actividades pueden presentar riesgos significativos para la salud ocular. A pesar de la comodidad que ofrecen las lentillas, sumergirlas en agua, ya sea de mar, piscina o incluso de la ducha, puede tener consecuencias graves.
El peligro de las bacterias
El agua, especialmente la de mar y piscina, está repleta de bacterias y microorganismos que pueden causar infecciones oculares. Las lentillas, al actuar como una lente de aumento, pueden atrapar estas bacterias y facilitar su entrada en el ojo, aumentando el riesgo de infecciones como la queratitis.
La amenaza de la Acanthamoeba
El médico oftalmólogo, Ángel López Castro, explicaba en el programa Ya es mediodía, que la existencia de un protozoo denominado Acanthamoeba presente en el agua puede causar ceguera permanente. “Es peligroso porque las lentillas producen microtraumatismos que pueden romper la barrera de protección del ojo”.
El doctor señala que se trata de una “enfermedad rara, pero es muy grave y se confunde con conjuntivitis normales”, por lo que es recomendable acudir al médico ante cualquier síntoma. Las lentillas pueden crear pequeñas abrasiones en la córnea, permitiendo que este microorganismo penetre y se multiplique.
Más allá del agua
No solo el agua representa un riesgo. La crema solar, la arena y el cloro de la piscina también pueden irritar los ojos y causar infecciones si entran en contacto con las lentillas. Es fundamental lavarse bien las manos con agua y jabón antes de manipular las lentillas.
Las lentillas de un solo uso, al desecharse después de cada uso, reducen el riesgo de acumulación de bacterias. Sin embargo, las lentillas de uso prolongado requieren una limpieza y desinfección exhaustiva para minimizar los riesgos.
Alternativas seguras
- Gafas de sol graduadas. Ofrecen una protección completa para los ojos y son una excelente opción para actividades acuáticas.
- Gafas de buceo graduadas. Permiten disfrutar de la natación sin comprometer la visión.
La comodidad de las lentillas no debe comprometer la salud ocular. Es fundamental tomar precauciones y evitar sumergir las lentillas en agua para prevenir infecciones y complicaciones graves. Si experimentas cualquier molestia ocular después de nadar o usar lentillas, consulta a un oftalmólogo de inmediato.