Bienestar

Depresión, ansiedad y adicciones: las consecuencias psicológicas tras el confinamiento

Sentirse un poco inseguros o raros es normal en esta desescalada, pero cuando el problema persiste y nos impide seguir con nuestra vida es importante ponerse en manos de los profesionales

  • Depresión, ansiedad y adicciones: las consecuencias psicológicas tras el confinamiento

La vuelta a la “nueva normalidad” será progresiva y en varias fases. Pero una vez se empiece a reconducir la situación será necesario atender las consecuencias psicológicas de esta emergencia sanitaria, especialmente en lo que se refiere a problemas de salud mental de la población general.

Psiquiatras y psicólogos lo alertaron desde el inicio de la crisis: las secuelas en la salud mental de la pandemia pueden ser incalculables. Hace apenas unos días la la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba sobre "un aumento a largo plazo del número y la severidad de los problemas de salud mental" en todo el mundo por el "sufrimiento inmenso de cientos de millones de personas".

¿Qué reacciones psicológicas tendremos en la desescalada?

Estrés post-traumático, ansiedad, adicciones, depresión, manías, aprensiones y tics son algunos de los trastornos que nos esperan tras el confinamiento. "En su mayoría, serán reacciones transitorias y no tienen por qué derivar en problemas de salud mental crónicos ni graves", aseguran a Vozpópuli el equipo de psicógocos de Ifeel.

En caso de que por la frecuencia, duración o intensidad de las reacciones la persona considere que tiene un problema significativo debe consultar con un psicólogo o, por lo menos, con su médico de cabecera. Son tratables con ayuda especializada y reacciones normales dadas las circunstancias.

A continuación, te decimos qué problemas psicológicos son los más comunes tras los meses de confinamiento en casa y una vez pasado lo peor de la pandemia:

1) Estrés post-traumático

Se trata de la reacción normal y adaptativa del organismo ante un evento altamente estresante, durante los primeros días desde su aparición. La situación actual aporta un agravante y es que el estímulo estresante es prolongado en el tiempo, lo que hace que el estrés se vaya acumulando. El trauma se corresponde con las experiencias vividas durante la emergencia sanitaria que, por la razón que sea, desbordan la capacidad del individuo para procesarlas y, por tanto, generan una huella (trauma) de impotencia, incapacitación o, sencillamente, desbordamiento.

Las reacciones de estrés postraumático pueden darse a nivel mental (pesadillas, rumiación), emocional (miedo, angustia), físico (ansiedad, problemas de sueño) y conductual (inquietud motora, mayor consumo de comida u otras sustancias). Cabe destacar que en la mayoría de las personas estas reacciones desaparecen por sí solas. Solo una minoría desarrollará tiempo después un trastorno de estrés postraumático.

Ansiedad

2) Ansiedad

Es un síntoma en sí mismo dentro de otros problemas de salud –como el trastorno de estrés postraumático– o asociado a otros, como una depresión. Es una reacción compleja que tiene su reflejo en el plano físico (inquietud, palpitaciones, opresión, activación alta), en el emocional (miedo, preocupación) y también en el mental (anticipación de acontecimientos negativos, desconfianza) o en la conducta (inquietud motora, deambulación) , sobre todo en situaciones de confinamiento.

Estas reacciones pueden estar causadas por eventos que ya han sucedido o están en curso pero también por la incertidumbre hacia el futuro: ¿ya puedo abrazar a mis padres con normalidad? ¿Realmente mi casa o mi puesto de trabajo son lugares seguros? ¿Acabaremos todos enfermando? ¿Me quedaré sin trabajo?

En algunas personas la ansiedad se manifestará especialmente en forma de rumiaciones obsesivas, es decir, darle vueltas a un asunto en la cabeza sin parar: son un intento de dar sentido a la experiencia y encontrar significados y orden para las experiencias caóticas.

3) Adicciones

Podemos entenderlas como una manera desadaptativa de afrontar la ansiedad y el estado de ánimo bajo. "No podemos obviar el hecho de que muchas conductas adictivas se han mantenido durante la cuarentena y el confinamiento, y que muchas incluso se habrán exacerbado. Tampoco podemos obviar que algunas personas desarrollarán adicciones –a sustancias o en forma de conductas repetitivas y compulsivas– como secuela de la situación que están viviendo actualmente", nos cuentan desde Ifeel.

Alcohol

4) Duelo

Es la reacción psicológica compleja que sigue a la pérdida de algo o alguien significativo: la muerte de un ser querido, ser despedido del trabajo, la pérdida grave de la salud, etc. La mayor parte de las personas en duelo durante estos días y los próximos meses desarrollarán duelos normales, pero muchas de ellas presentarán uno o varios factores de riesgo de complicación: circunstancias traumáticas de la muerte, muerte de familiar, no haber podido visitar o despedirse de su familiar, impotencia por no poder hacer nada o recibir ayuda, muerte inesperada, varias muertes a la vez, combinación de diferentes pérdidas, despido, enfermedad propia... Es crucial no confundir un duelo normal con una depresión.

5) Depresión

La depresión puede ser leve y durar algunas semanas o convertirse en un estado de incapacitación profunda y prolongada. No debemos entenderla como una “tristeza muy intensa” sino como un estado paralizante, bloqueante, de negatividad, desesperanza, falta de autoestima, percepción de no ser entendido o amparado suficientemente por el entorno y, en última instancia, desvinculación progresiva de las responsabilidades y vínculos importantes de la vida de la persona en cuestión.

Como cualquier otro problema de salud mental, el pronóstico puede complicarse en función de la gravedad de los estresores externos, como por ejemplo, problemas de salud añadidos, pérdida de empleo, ruina económica, muerte de seres queridos, sensación de crisis profesional o existencial…

Depresión

Si tú, lector, crees que puedes estar sufriendo alguno de los trastornos o conductas previamente mencionadas, y consideras que te está afectando al discurso de tu vida, no dudes en ponerte en contacto con un médico lo antes posible. Y recuerda: de todo se sale menos de la muerte.

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