Pocas sospechas puede haber de que una dieta o alimentación rica en verduras y en pescado no tenga una gran cantidad de ventajas para nuestro organismo. Lo que no se sabía hasta hace tanto era cómo podía influir en la prevención o reducción de síntomas del coronavirus cierto tipo de ingredientes o productos.
A esa puerta se ha asomado una investigación realizado a casi de 3.000 sanitarios expuestos en primera línea de pandemia entre los pasados meses de julio y septiembre. El resultado, publicado an BMJ Journal, una prestigiosa revista sobre nutrición, corrobora mediante encuestas al propio personal sanitario la virulencia con la que la Covid19 les atacó, asegurando que aquellas personas que basaban su dieta en pescados y verduras o en ingredientes plant-based, sufrían un coronavirus menos agresivo.
La muestra, llevada a cabo por encuestas digitales, fue respondida así por profesionales del sector sanitario de seis países distintos (Alemania, España, Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos), también probó que aquellas personas que consumían más hidratos de carbono o o más proteínas, padecieron una infección por Covid19 más intensa y con más síntomas.
Indicios que nos sitúan detrás de una pista de sobra conocida, la de la influencia de lo que comemos en la respuesta inmunológica de nuestro organismo, y a la que le quedan aún muchos estudios por determinar qué o cuáles son los ingredientes que nos hacen más fuertes y qué relación tiene la Covid19 con lo que comemos, aún así, se pueden extrapolar ciertas razones.
La dieta antiCovid de los sanitarios
Concretamente, 2.884 profesionales respondieron a esta encuesta de más de 100 preguntas, de los cuales 568 se contagiaron en algún momento de esta infección, y que debieron responder al cuestionario mencionando también su tipo de dieta bajo estos tres parámetros: pescatariana [donde la única proteína animal proviene de peces], plant-based [estrictamente vegana] y el último sustentado en una ingesta con pocos hidratos de carbono y muchas proteínas.
Evidentemente, fuera de las propias respuestas influyen otras muchas variables como podrían ser el sexo, la edad, el peso o las patologías previas para también indicar si alguno de estos profesionales era más susceptible de sufrir la infección por covid19, pero la muestra es suficientemente amplia como para manejar esos parámetros.
El papel del pescado
En cualquier caso, la demostración de que lo que comemos juega un rol primordial en la prevención de enfermedades resulta cada vez más clara, topando así en estos ejemplos con ciertas ventajas y beneficios que puede tener, por ejemplo, una dieta rica en proteínas de alto valor biológico como las de el pescado, surtidos también de diferentes ácidos grasos esenciales.
Según explica la doctora Sara Seidelmann, del hospital Yale-New Haven y coautora del estudio junto a otros cinco facultativos, "la ingesta de pescado es una importante fuente de vitamina D, además de ácidos grasos esenciales como el omega-3", al portal EverydayHealth, donde apuntan que un déficit de vitamina D puede predisponer a 'coger' virus o desarrollar estadios más severos de la enfermedad. Además, ácidos grasos como el docosahexaenoico (DHA) o eicosapentaenoico (EPA) pueden ayudar a reducir la inflamación.
En ese mismo sentido, destacan un estudio de 2019, donde pacientes con diversos síndromes respiratorios recibían preparados ricos en estos ácidos grasos tenían estancias más cortas en las UCI, requiriendo con menos frecuencia ventilación mecánica.
La importancia del consumo de frutas y verduras
No vamos a descubrir la pólvora si hablamos de los beneficios de las verduras en nuestra cocina, aunque en la citada publicación, la doctora Seidelmann reivindica la abundancia de compuestos como los polifenoles y los carotenoides para "estimular el sistema inmune y reducir la inflamación y el daño celular relacionado con las infecciones".
Una tendencia sostenida ya en 2018 a través de una publicación en Journal of Nutrition, donde las personas con dietas plant-based tenían una mayor ingesta de vitaminas A, C y E, además de diversos minerales. A ello se suma lo que la doctora Seidelmann explica, aludiendo a "suplementos de vitaminas que reducían el riesgo de infección respiratoria como los constipados y la duración de estas enfermedades".
En todo caso, esta noticia positiva respecto a cómo limitar los efectos del Covid19 son solo una punta de lanza que pasa por la prevención, la vacunación y también por estudios más pormenorizados que expliquen la relación directa entre los hábitos alimenticios y las posibles infecciones, en este caso respiratorias, que se derivan generalmente del coronavirus, siendo siempre cautos con las hipotéticas ventajas de nuestra cesta de la compra, aún por demostrar en este caso concreto.