Casi tres millones de personas sufren diabetes en España. La patología entraña numerosos riesgos para la salud: problemas oculares, el desarrollo de enfermedades cardiacas, daños en los riñones, nervios, piel y vasos sanguíneos. Miles de personas se ven obligadas a comprobar sus niveles de azúcar en sangre varias veces al día, algunos de ellos desde niños. Pero, ¿son recomendables los mismos valores según avanza el día? ¿Cómo influye el paso de la jornada en los niveles de glucosa?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona sana al levantarse debe tener un nivel de glucosa que oscile entre 70 y 100 mg/dl. A partir de este último valor es cuando deben saltar todas las alarmas: según la organización, entre 100 y 125 mg/dl se considera prediabetes. Esta condición se caracteriza por unos niveles de glucosa más altos de lo normal, pero no lo suficientemente elevados como para considerar una diabetes tipo 2. Aun así, en esta etapa el cambio de estilo de vida y la modificación de hábitos poco saludables pueden ser clave para evitar daños mayores y el avance de la enfermedad.
Azúcar en sangre antes de dormir
Es normal que por la mañana los niveles de glucosa sean más altos, y la explicación de esto es sencilla: al dormir el hígado libera glucosa, almacenada para mantener al cuerpo con reservas hasta el desayuno. Así, lo más frecuente es que los valores de azúcar en sangre sean más bajos al irse a dormir. Pero, ¿a cuánto ascienden estos valores? Es importante tener en cuenta que las cifras varían a la vez que lo hace la edad del paciente. Así, estos son los valores que deben manejar una persona sana:
- Menores de 6 años: entre 110 y 200 mg/dl.
- Niños de 6 a 12 años: entre 100 y 180 mg/dl.
- Jóvenes de 13 a 19 años: entre 90 y 150 mg/dl.
- Adultos mayores de 19 años: de 90 a 150 mg/dl.
Para regular los niveles de azúcar en sangre hay varias recomendaciones. En el caso de que estos valores resulten bajos, comer alimentos o beber líquidos ricos en azúcar puede resultar es la forma más recomendada para mejorar la situación de forma rápida. Por lo general es necesario esperar un breve periodo de tiempo. Los niveles deberían haberse restablecido pasados diez minutos, y si esto no ocurre o los síntomas son graves, se debe acudir al médico y seguir las recomendaciones del profesional -algo que debe priorizarse siempre-.
Por el contrario, lo más frecuente entre los diabéticos es que estos tengan que intentar evitar sufrir un pico de azúcar en sangre. Para ello, mantener una dieta equilibrada, tener una buena rutina de descanso y hacer ejercicio a diario es de lo más recomendable. Controlar el tamaño de las porciones, reducir la ingesta de carbohidratos y aumentar la presencia de fibra, así como permanecer hidratado y evitar sufrir demasiado estrés son básicos e imprescindibles en el día a día de una persona diabética.