Como bien sabemos desde pequeños, consumir fruta trae muchos beneficios para el organismo. Según la Fundación Española del Corazón, este tipo de alimento tiene un alto contenido en hidratos de carbono y proporcionan vitaminas de todo tipo (A, C, B1, B2, B6…), a la vez que minerales y fibras. Y por si fuera poco, también aportan una buena cantidad de agua.
En el mercado tenemos acceso a una gran variedad de frutas, cada una con sus propiedades y beneficios. De algunas nos comemos todo, incluida la piel o cáscara, como pueden ser la manzana o la pera. A otras, en cambio, les quitamos esa parte superficial, como pueden ser las naranjas, los plátanos o el kiwi. Pues bien, ha llegado la ciencia para esclarecernos y decirnos que no desechemos la piel del plátano.
Según un estudio publicado en ACS Food Science & Technology, la piel del plátano contiene una gran cantidad de minerales, nutrientes y fibra. Como ingerir la piel de esta fruta al natural quizás no sea lo más agradable, el estudio ofrece varias alternativas para introducirla en diferentes recetas.
Una de esas posibles recetas se basa en incorporar esta piel al pan casero. Si lo mezclamos en una proporción del 10% con harina de trigo, se consigue un pan con más proteínas, carbohidratos y grasas limpias. Otra receta podría ser la elaboración de galletas o bizcochos, que es en lo que se focaliza sobre todo este estudio. Para hacer estos dos dulces, primero es necesario secar la piel del plátano, molerla y convertirla en harina.
El proceso para obtener harina de cáscara de plátano es sencillo: lava bien las cáscaras, hiérvelas por unos minutos para eliminar el sabor látex, deshidrátalas en el horno o al sol y luego tritúralas hasta obtener un polvo fino. De este modo ya tienes tu harina lista para usar. Luego, anímate a experimentar y crear tu propio dulce con esta harina. Puedes preparar muffins, galletas, brownies o incluso un pastel y sorprender a tus familiares y amigos con este toque creativo y ecológico.
El plátano: un tesoro nacional en tu mano
El plátano, esa fruta humilde y accesible, esconde en su interior un tesoro de propiedades y beneficios para la salud. Rico en potasio, esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular, también aporta fibra, que regula el tránsito intestinal y sacia el apetito.
Además, es una fuente de vitamina B6, que ayuda a prevenir la anemia y a mantener un sistema inmunológico fuerte. Su contenido en vitamina C contribuye a la salud de la piel y al sistema inmunológico, mientras que el manganeso favorece el desarrollo de los huesos y el metabolismo energético.
Por si fuera poco, el plátano es una buena fuente de energía gracias a su aporte de carbohidratos de fácil digestión, lo que lo convierte en un aliado ideal para deportistas y personas con un ritmo de vida activo.
En definitiva, el plátano es un alimento súper completo y muy versátil que no debe faltar en tu dieta. Inclúyelo en tus desayunos, meriendas o postres y disfruta de sus múltiples beneficios.
El desperdicio alimentario en España lo protagoniza la fruta
Uno de los objetivos de incluir la piel del plátano en algunas recetas es reducir el desperdicio alimentario, que es un hecho muy extendido en España y es un ODS más de la Agenda 2030. De acuerdo con un estudio elaborado por el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, la fruta es el alimento que más se desperdicia en nuestro país, alcanzando millones de toneladas de fruta desechada tan solo en el verano de 2022, pese a haber mejorado datos de años anteriores.
En general, son los productos frescos, los más perecederos, los que más rápidamente acaban en la basura. Uno de los trucos para evitar el desperdicio es, según la aplicación Too Good to Go, congelar la fruta y hacer con ella smoothies o helados durante la época estival. Esta técnica nos ayuda a aprovechar al máximo la fruta antes de que se estropee por el calor.
