Publicado: 20/09/2024 10:41
Actualizado: 20/09/2024 10:41
El ritmo frenético del día a día pasa factura: las incontables horas en el trabajo, los problemas con la conciliación personal y familiar, y el escaso tiene para disfrutar con uno mismo y descansar son el pan de cada día. Todo esto, finalmente, pasa factura, y en ocasiones puede derivar en el desarrollo de un trastorno de ansiedad, que debe ser tratado por especialistas. Para controlar este problema, mantener una dieta adecuada y cuidar qué tipos de alimentos se consumen puede evitar problemas mayores, ya que algunos de ellos pueden provocar picos de glucosa, sensaciones de nerviosismo, inflamación y palpitaciones.
El trastorno de ansiedad generalizada es, tal y como explican los expertos, la preocupación y nerviosismo excesivos durante un periodo largo de tiempo, generalmente durante un periodo de 6 meses en adelante. Así, las personas que lo sufren presentan distintos tipos de síntomas, tanto a nivel mental como físico. Algunos de ellos son:
- Pensar en los peores escenarios posibles y plantear posibles soluciones a problemas inexistentes.
- Temperamento indeciso y miedo a tomar malas decisiones.
- Incapacidad para dejar la mente en blanco y relajarse.
- Tensión y dolores musculares.
- Náuseas, diarrea, problemas estomacales.
- Irritabilidad.
Para controlar este tipo de problemas es esencial acudir a un psicólogo profesional y seguir sus instrucciones. Además de esto, cuidar la dieta puede contribuir a evitar empeorar el problema.
Estrés y glucosa
Al igual que algunos tipos de alimentos y bebidas ayudan a relajarse y evitar la ansiedad -como algunos tipos de infusiones- otros empeoran el problema. Diversos síntomas físicos como las palpitaciones o los picos de glucosa -especialmente peligrosos para las personas con diabetes- son algunos de los problemas que se pueden presentar si no se cuida la dieta.
Aunque parezcan circunstancias inconexas, lo cierto es que el estrés puede provocar picos de glucosa. Esto tiene una explicación. En situaciones de estrés se producen dos hormonas: adrenalina y noradrenalina. La primera de ellas es importante en la regulación de la glucosa en sangre, mientras que la segunda se encarga de que la presión arterial no baje. Así, el cuerpo se prepara para una mayor actividad física y mental, y asegura la provisión de oxígeno y glucosa a todas las partes del cuerpo.
Por todo esto, los profesionales siempre dan pequeños consejos para regular el azúcar en sangre. Hacer ejercicio y controlar los niveles de estrés siempre se encuentran entre ellos, y recomiendan hacer actividades como el yoga, la meditación o ejercicios que ayuden a alcanzar una relajación real. De la misma manera, cuidar la alimentación es esencial.
Los 5 alimentos que aumentan la ansiedad
Tras conocer cómo afecta el estrés a los picos de glucosa, es importante recalcar que al revés ocurre lo mismo: un aumento de glucosa puede provocar también el aumento de la ansiedad. Así, estos son cinco alimentos que se deben evitar si deseas reducir la ansiedad y evitar sus característicos síntomas.
- Caramelos: provocan picos de glucosa.
- Harinas blancas: pueden alterar los niveles de azúcar y causar cambios de humor y tensión.
- Café: estimula el sistema nervioso e incrementa la inquietud.
- Gaseosas con cafeína: pueden provocar desequilibrio en azúcar en sangre y aumentar el nerviosismo.
- Ramen: es alto en sodio y GMS, que deshidrata y genera nerviosismo, palpitaciones e inflamación.
Para los amantes del café, optar por el descafeinado puede ser una buena opción para reducir posibles problemas, además de controlar las cantidades. Lo mismo ocurre con las gaseosas con cafeína, siempre controlando la cantidad de azúcares que contienen -las cuales suelen ser elevadas-. Finalmente, seguir las indicaciones de un médico es fundamental para obtener los mejores resultados y mantener un buen estado de salud.